Tóxiko[LYANNO]

Chapter 71.

Narra Lyanno.

—Ella me odia.—Brytiago suspiró mientras seguía girando en el asiento.—¿Qué carajos haces aquí?

—Intentaste quitarte la vida cuando se separaron.

—¿Preocupado?

—Ella no se perdonaría que algo malo te pase por más que repita que eres una porquería.—me sonrió.—No te veo capaz de hacerte ningún daño a ti mismo, no crees que nadie merezca tanto la pena, ni siquiera ella.

—Harmony es lo único que me importa.

—¿Y Melody?

—Yo elegí a Harmony.—no me avergonzaba porque siempre tuve claro que si debía salvar a alguien, era a mi baby.—Melody es mi hija sí pero no es igual.

—¿La sientes tuya?

—¿Cómo así?

—Estuvo con Rauw, me sorprende que no la hayas acusado de haberte engañado o algo similar.—me miró con atención.—Sabes perfectamente lo que hiciste, siempre lo supiste.

—¿El qué?

—Que si no era pa ti, no sería pa más nadie.—me reí sin ganas.—No la quieres, mucho menos la amas, Lyanno y eso es así, es mejor que lo reconozcas para que dejen de hacerse daño.

—¿Ella puede hacerme daño a mi?

—Mira sus muñecas.—ahí fue que reviví aquel momento, sentí un escalofrío recorriendo mi cuerpo.—Y estoy seguro de que continuará, quiere venganza o que la sueltes.

—Harmony y yo estamos hechos para estar juntos y no voy a renunciar a eso.—se cruzó de brazos.—Aunque todo se nos ponga en contra, siempre terminamos atrayéndonos.—interrumpí el discurso cuando la vi salir del cuarto, se sentó junto a Bry y le susurró algo.—¿Qué pasó?

—Voy pal estudio.—besó la frente de Harmony antes de irse.

—Baby.

—¿Mmh?

—¿Me odias?.—sus ojos oscuros se enfocaron en mi, enseguida se aguaron y noté que le costaría hablar.—Sé sincera.

—Lo hago, Lyanno.—dijo sin más.—Pero mas me odio a mi porque no lo hago lo suficiente.—acarició sus muñecas.—Me he perdido.—sollozó.—Me has hecho dudar de mi como mujer, como artista , como amiga...—sabia que no querría verse vulnerable.—Cada vez que me veías feliz y no era contigo me lo arruinabas, eso no es amar, uno quiere ver brillar al otro pero tú siempre me cortabas las alas cuando comenzaba a despegar, como dice la canción eres el poco respeto que me tengo.—limpió sus mejillas.—Voy a avanzar y...—se quedó callada.

—Podemos arreglar, sé que puedo cambiar.

—¿Cambiar?.—miró al suelo.—No es dejar de fumar, Lyanno.—hizo una breve pausa.—Se trata de mi bienestar, del respeto que nunca me tuviste, se trata de que me maltrataste física y mentalmente, yo no confío en ti, no me siento cómoda contigo.

—Viniste a buscarme.

—Porque te extrañaba, es en la cama en el único lugar en el cual parezco importarte lo más mínimo.—me acerqué a ella.—No, Lyanno, tienes una orden.

—Me importa un bicho.—susurré.—Te amo, Harmony.—negó con su cabeza.—Sí, carajo.Lo hago, deja de decir lo contrario porque yo sé bien lo que tengo acá.—llevé su mano a mi pecho.—Tas' tu, baby. Por ti es que late.

—So, ¿dejará de hacerlo si me voy?

—¿Eso quieres, que no lata, que me muera?

—Sí.—a pesar de que lo dijo mirándome a los ojos yo la conocía y sabía que no hablaba en serio.—No...—se levantó.—Ya registré a la nena y...Legalmente no es tu hija.