Abro los ojos ante una claridad inmensa. Anoche no cerré la cortina, y toda la luz mañanera me da en la cara.
Espera, ¡¿luz?! ¡Mierda, me quedé dormida! Me voy entre tropezones al baño, me doy una ducha en tiempo récord y me cepillo los dientes. Ni siquiera tengo tiempo para elegir mi ropa: termino con unos shorts de jean, polera y converse. Meto cosas en mi bolso a lo idiota, cojo mi lienzo y salgo de mi cuarto.
Casi me caigo de las escaleras. Mierda, mi departamento era plano. Voy a tener que acostumbrarme a la segunda planta. Bajo dando brincos, cojo una manzana y salgo de allí a toda velocidad.
Bruno me detiene en la puerta.
-¡Tranquila, es sábado! -me dice con una sonrisa.
-¡Muévete, Hernández! ¡Debo entregar esto o reprobaré!
-¿Y quién eres tú para darme órdenes?
-¡No tengo tiempo para esto! ¡Muévete!
-Mm... me lo voy a pensar...
Le aparto de un puñetazo en la cara, y salgo corriendo de allí.
***
Toco la puerta del que ahora es mi departamento. Apenas llegué a entregar el trabajo en la facultad, por culpa de Bruno. De hecho, el profesor ya se iba (recordemos que fin de semana, los docentes trabajan medio día).
Casi tumbo la puerta a golpes, cuando me lanza las llaves por el ventanal. Gruño, y las recojo.
Agua malditamente helada me cae encima, empapándome todo el cuerpo. Un balde de metal me golpea en la cabeza, interrumpiendo mi campo de visión.
-¡Te voy a matar, Hernández!
-¡Quiero verte intentarlo, Taylor!
¿ACABA DE LLAMARME TAYLOR? ¡Ahora sí lo mato!
Me saco el balde de la cabeza, y me quito el agua de los ojos. Lanzo mi bolso a un costado, para correr hacia Bruno y lanzarme encima suyo. Le tiro de los pelos, subida en su espalda, mientras él chilla incoherencias y groserías, una tras otra.
-¡VOY A MATARTE!
-¡PERR...!
Nos quedamos helados, cuando oímos un timbre.
-Es mi celular -susurra.
-Tu madre -musito de vuelta.
Me bajo lentamente de su espalda, mientras él camina hacia el aparato.
-Hola, ma' -saluda-. No, todo está bien aquí. Ya hasta estamos... eh... jugando... Twister.
Me doy un facepalm: no podría ser más obvio.
-Dame el teléfono.
No pone ninguna objeción.
-¡Hola, Bernie!
-¡______, cariño! -exclama-. ¿Cómo está todo por allá?
-Bien, muy bien. De hecho, creo que la convivencia nos está ayudando.
-¿Ayu...dando?
-Sí. Ya no lo odio tanto. Creo que hasta me cae bien.
Mientras más pronto nos amo-doremos el uno al otro, más pronto podré regresar a la tranquilidad y paz de mi depa.
-¿De verdad? -puedo oír su voz esperanzada al otro lado de la línea.
-Sí. Me he dado cuenta de que... es una gran persona.
¡Mentirosa!
-Oh, bueno. Entonces no les importará vivir juntos el resto del año.
Me atraganto con mi propia lengua.
ESTÁS LEYENDO
Viviendo con el Idiota (Bruno Mars)
FanfictionMiles de millones de galaxias 8 planetas 5 continentes Cientos de países Un carajo de personas en el mundo. Y tenía que tocarme... Vivir... Con el idiota de Bruno Mars En un apartamento. Los dos solos. Con sus odiosas bromas y su estúpida ironía. ¿P...