Veintiuno.

1.4K 134 28
                                    

Narra Bruno, ¿eh?

-Sí. Significó algo. Al parecer para ti no, porque te largaste con la primera puta de cambio.

Parece que ha drenado todo el alcohol que circulaba por su cerebro, porque su tono de voz se endurece y me cala hasta los huesos.

-Eso... no es cierto.

-Yo me voy.

Se dispone a salir. Y yo... yo hago una estupidez, la cual no pude evitar cometerla, de la que me voy a arrepentir mañana, con puntos y comas.

La beso.

La beso como nunca he besado a nadie, devoro cada centímetro de su boca, y literalmente me derrito cuando ella corresponde de la misma forma, con la misma desesperación. Hunde sus preciosas manos en mi cabello, y yo apego su pelvis hacia mi cuerpo. Muerdo su labio inferior, robándole un gemido.

-Bruno, esto es una locura.

-Tenía que hacerlo -respondo rápidamente-. Sé que mañana haremos como que no sucedió nada, continuaremos con nuestras vidas e ignoraremos esto que sentimos el uno por el otro... pero tenía que hacerlo. Sólo una vez más.

Y cometo otra puta estupidez: me voy de allí.

§~§~§

Como no podía ser de otro modo y todo estaba malditamente predicho, Wester me observa como si no hubiera sucedido nada la mañana siguiente.

-Buenos días -saludo al emtrar a la cocina.

-Hola, perra.

Sonrío. ¿Cuánto ha pasado desde la última vez que me llamó así? ¿Cuántas cosas han sucedido en ese tiempo?

-Cuida esa boca, zorra -murmuro mientras sirvo el café en una taza.

-Lo hago, perra, lo hago.

Estamos retrasando las cosas. O al menos ella lo está haciendo. ¿Por qué no hace de una vez la pregunta que todos queremos escuchar?

-Bruno, ¿qué pasó anoche?

-Y... ¡ahí está! ¡BRAVO! ¡Merece una medalla de oro! ¡Un Grammy! ¡Una felicitación de Obama! ¡Al fin preguntó!

No me doy cuenta de que digo todas esas exclamaciones en voz alta.

-¿Tan malo fue? -inquiere con una vocecita chillona.

-Nah, sólo llegaste, empezaste a tocar mi guitarra como loca, y tuve que llevarte a dormir arrastrándote.

¿Me creerían si les digo que estuve ensayando y puliendo esa excusa toda la mañana?

"Zhep, yo soy testigo de ello"

Tú cállate. ¿Dónde estabas anoche para aconsejarme?

"En el culo de Obama, ahora concéntrate"

-Ah, sólo eso entonces.

-Ajá. ¿Creíste que sería peor?

-La verdad, sí.

Mis ojos viajan a su boca una vez más. Agh, no puedo creer que la haya besado y toqueteado una tercera vez y no poder decírselo. ¿Alguna vez podré robarle un beso estando sobrios los dos? ¿Terminaremos juntos? ¿Y si la beso ahora? ¿Las vacas y los pollos podrían ser amigos? ¿Estoy pensando estupideces porque se ha empezado a morder el labio?

¡YA BASTA! Soy un Hernández, y tengo dignidad. No voy a estar desviviéndome por una chica que me odia con todo su ser. Yo soy el puto amo de todo, nadie me niega un beso a mí.

Viviendo con el Idiota (Bruno Mars)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora