Quince.

1.6K 154 22
                                    

Narra Bruno:

_____ me guía calle arriba, hasta que llegamos a un hotel con buen porte. Podría ser cinco estrellas si no hubiera basura y ratas alrededor.

Ella abre la puerta, aún sin mirarme a la cara. No soporto el silencio que se cierne sobre nosotros, como si fuéramos dos extraños.

"Tú te lo has buscado"

No me recuerdes lo de esta mañana, Conciencia. Yo... agh, no sé qué me pasó. Creí que ella no le había tomado importancia, y que todo volvería a la normalidad. Ese casi-beso... fue una de las mejores sensaciones de mi vida. Y a ella también le tocó a fondo, al parecer, ya que tampoco me dirige palabra al pedir la llave de la habitación.

-¿Qué hacías en la calle a estas horas?

Me sorprende su pregunta. Luego lo comprendo: a pesar de todo, se preocupa por mí. O quizás simple curiosidad.

-Salí a comer algo, y me perdí.

Suelta una carcajada. Me encanta oírla reír.

-Idiota.

-Hey, nunca he salido de Hawaii -me defiendo-. ¿Y tú?

-¿Yo qué? -pregunta extrañada, con la mano aún en el timbre del ascensor. Dios, esta chica es tan lenta.

-¿Qué hacías en el metro a estas horas?

-Salí con un amigo.

Ella no se da cuenta, pero siento como si una bola de bolos me diera en la cara, en el estómago,y en la entrepierna. Un amigo. Un... amigo. Yo ni siquiera llego a la categoría de "un tipo que conocí por ahí"

Las puertas del ascensor se abren. Ya adentro, siento la tensión sexual como una manta cubriéndonos. Me sudan las manos como nunca, al tiempo que ella se muerde ese perfecto labio y juega con sus pies.

-Carajo, ¿no pudimos ir por las escaleras?

Intento reírme, y me sale un jadeo ahogado. Su voz, llena hasta el tope de nerviosismo, me pone muchísimo.

Y no lo resisto más. La tomo de la cintura contra una de las paredes, y devoro su boca sin ningún miramiento, como todo un Christian Grey [por esos años aún no salía el libro, y tampoco la película, pero imagínense que sí. Ignoremos el hecho de que Bruno lo leyó, xd]

Responde completamente a mi ataque de ansiedad, tirando de mis cabellos con su suave y cálido tacto. El sudor me invade en partes que no creí que podría, mi sangre corre apresurada por mis venas, tratando de llegar a... allá abajo, donde es más... necesaria.

-Bruno... -Dios, mi nombre en sus labios es...-. ¡Bruno!

Le veo parada afuera del ascensor. Frunzo el ceño extrañado. ¿Qué acaba de pasar?

-¿Vas a salir?

"JAJAJAJÁ! ¡Debiste ver tu cara de tarado! JAJAJAJAJÁ!"

¡Conciencia hija del lechero! ¡Si ahora hasta imagino cosas!

-Ehh... sí.

Y camino detrás de ella por el pasillo. Aprovecho para verle el culo. Dios... pero qué buena está. ¿Cómo no me había dado cuenta antes?

Abre la puerta del apartamento. Uau. Es lindo. Paredes blancas de senefa azul marino, suelo de baldosas color añil, muebles azul cielo, alfombra color crema, y tres puertas de madera oscura.

Ella deja sus llaves en la barra de desayuno, y se deshace de su chaqueta, brindándome una preciosa vista de sus omóplatos.

-Ehh... ¿dónde dormiré yo?

Viviendo con el Idiota (Bruno Mars)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora