Viviendo con el Idiota (Bruno Mars)

Veinte.

No he sabido nada de Bruno desde que regresé a Hawaii, y Jed ha estado malditamente pegado a mí toda la semana. Por alguna razón, le tiene miedo a Bruno, pero ahora que este último está metido quién sabe dónde desde el domingo, aprovecha cada oportunidad que tiene para venir a asaltar la nevera y usar el WiFi. Hoy estuvo aquí, y ambos nos tiramos la tarde entre videojuegos, risas y comida.

En fin, me he decidido a salir a la fiesta de no me acuerdo quién con todos mis amigos, y la imagen en el espejo del vestido negro ciñéndose en mi cuerpo no termina de convencerme. La tela liviana del vestido cae suavemente por mi brazo (dejando mi hombro derecho al descubierto) y se ajusta en mi cintura, cubriendo brevemente mis piernas descubiertas. Mi cabello oscuro cae en ondas suaves por mis hombros, y las botas de cuero altas cubren mis pantorrillas. Presley tiene razón: el rímel realza el verde de mis ojos.

-Vale mierda -suspiro. Escondo mi celular y las llaves en mi bota, y salgo del apartamento.

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Narra Bruno:

Absorbo la nicotina ácida del quinto cigarrillo para tranquilizarme. Esto es el colmo de los colmos: estar nervioso de entrar a tu propio departamento.

Estos días de terapia me han servido para sacar a _____ de mi sistema, al menos parcialmemte. Su calor, sus ojos, sus carcajadas, sus labios, su lengua, su sonrisa, su piel... va a ser difícil sacarla de mi sistema al cien por ciento.

Aunque últimamente me encuentro a mí mismo resentido con ella. Es decir, mientras yo estaba volando en Fairytopia y vomitando algodón de azúcar y saltando de felicidad por aquél maravilloso beso, ella no recordaba nada de lo que sucedió esa madrugada. Eso me dejó destrozado.

¿Cómo es que esta chica haya perdido su virginidad conmigo y luego se olvida completamente de que era yo? Dos años después, para rematarla, devora mi boca en plena comisaría completamente cuerda y después dice tener un cuadro de amnesia.

Cada vez que yo pensé que Wester y yo podíamos empezar algo, pone una excusa, y deja el asunto en el pasado. Es el colmo que haya jugado con mis sentimientos dos veces, y que me sea imposible impedirlo. Me está volviendo malditamente loco, incluso desde antes de mudarse conmigo.

Giro la manija con las palmas de las manos sudadas. Cuando asomo la cabeza hacia el apartamento, siento un aire estancado y olor a guardado. Asumo que Wester no está, porque la casa se siente vacía y silenciosa.

-¿Wester? -le llamo. No hay respuesta. O sigue enfadada y me evita, o ha salido. La sóla idea de que pueda estar con su supuesto "amigo" de New York me revuelve el estómago.

Subo las escaleras para comprobar que no está allí. Suelto una bocanada de aire cuando veo su habitación vacía, de verdad no me sentía preparado para volver a enfrentar aquellos dos ojos brillantes.

Me meto a mi estudio a seguir trabajando en el tema musical. He avanzado mucho en muy poco tiempo. Una media sonrisa irónica se dibuja en mi rostro cuando reparo en que todas y cada una de mis canciones son para ella. Incluso la que envié hace dos días a una disquera en Los Ángeles. Así es, quiero iniciar una carrera como cantante y llevar a _____ a cada gira y concierto que tenga, pondré el mundo a sus pies. Sé que estoy ilusionándome demasiado, tanto respecto a ella como respecto a una posible carrera musical, pero quién sabe.

Disgresiones a un lado y cantemos.

I know girl when you look at me, you don't know how I feel

Cuz I'm usually so nonchalant
my feelings I conceal

But I want you to know,
Oh, I want you to know