Capítulo XVII: Deseos y temores en la Ópera

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Perspectiva de Amelia

Tan pronto la orquesta empezó a tocar y las luces en el escenario se encendieron, todas las bailarinas dejamos de tener nombre y nos convertimos en hadas de hielo o de primavera. Ya había pasado el primer acto dónde los bailarines fueron ratones que destruyeron la casa de Clara, ahora nos tocaba a las chicas. Sabía que había ensayado mucho como para que las cosas salieran mal, pero no podía evitar tener nervios, en algún lugar estaba aquel ser que nos vigilaba en cada ensayo procurando que todo saliera excelente. No había tenido el privilegio de conocer al Fantôme en persona, cuando mucho había escuchado su imponente voz mientras estábamos practicando sobre las tablas. A quién había visto más veces de las que me gustaría era el conde Chagny, varias bailarinas me habían comentado que tuviera mucho cuidado con él porque era un hombre impredecible y sin límites, pensar en él me daba escalofríos y mucho temor por mi amiga Kamille.

Seguí la coreografía y me dejé llevar por la música, este era mi ballet favorito al igual que el de la pelirroja y esperaba hacer una gran interpretación esta noche. Me ayudaba mucho con mis nervios no poder ver el rostro de los espectadores gracias a las potentes luces del escenario, de haber sido de otra forma estaría en blanco. Mi mirada siguió a una alta bailarina de hielo con el cabello recogido en una cebolla, era la principal y se movía con una soltura y destreza envidiable. Más de una vez intenté imitar sus pasos con la misma maestría y fracasé, esa mujer llevaba la danza en la sangre. No había tenido la oportunidad de conversar con ella, pero me habían hecho el comentario que su apellido era Sorelli, como la famosa bailarina de la época de Christine Daae.

La obra continua después de que nosotras dejáramos el escenario siendo despedidas por muchos aplausos del público y me deje caer en el suelo de bastidores, sintiéndome una ganadora. Uno de los chicos de logística nos entregó botellas de agua para aliviar nuestra sed y nos sentamos en círculo para esperar que nos llamarán del escenario para recibir los aplausos finales. Fue glorioso recibir toda esa admiración y que llegarán flores a nuestros pies, supe que este era mi lugar y que quería seguir viviendo está emoción por mucho tiempo.

Poco a poco la sala se fue vaciando y los actores nos quedamos hablando sobre el escenario, cuando una melena rojiza llamo mi atención. Era mi querida Kamille quien venía corriendo hasta mi y la recibí con los brazos abiertos, ambas dimos vueltas con sonrisas en nuestros rostros.

-¡Amiga, estuviste fabulosa! Ví la presentación y ame mucho tu desempeño, estoy realmente orgullosa de ti- dijo con entusiasmo y beso mis dos mejillas con cariño.

-En verdad te lo agradezco, Kam, ha sido realmente mágico- le respondí y ella acaricio mi cabello con calidez en la mirada. Estuvimos un rato conversando, yo le conté de mi día a día siendo parte del elenco y ella me habló de cómo le iba en la universidad, aunque pude notar que quería hablarme en privado por como bajaba la voz.

La tomé de la mano y la lleve hasta una parte alejada del escenario lejos de las otras bailarinas, cuando fue seguro, ella hablo: -Chama, tuve mi primer beso con Erik- y se cubrió la cara con ambas manos.

Yo pegue un grito de la emoción y la abrace, era increíble y no pude evitar tener curiosidad por ese Erik: -Me siento muy feliz por ti, ¿en dónde fue? ¿En el palco número 5 o en la casa del Lago?- le guiñe un ojo, ella se sonrojo y vio para todos lados, buscando al susodicho. Negué con la cabeza y puse una de mis manos en su hombro: -Tranquila, no hace falta que me ocultes nada. Espero que sepa hacerte feliz.

Ella me sonrió, pero luego bajo la mirada: -El tema es que quisiera ser feliz junto a él, pero no sé qué hacer para quitarme al Chagny de encima, se va de viaje por unos meses, pero aun así no me siento segura, Lia- tomo mis manos entre las suyas y sus ojos se llenaron de lágrimas, me daba dolor verla así y no saber cómo ayudarla.

Me enamoré del Fantasma de la ÓperaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora