Iɴϙᴜᴇʙʀᴀɴᴛᴀʙʟᴇ || ᴊᴇᴏɴ ᴊᴋ.

⟣ Cᴀᴘɪ́ᴛᴜʟᴏ 35 ⟢

ᴇʟ ᴀᴍᴏʀ ᴠᴇʀᴅᴀᴅᴇʀᴏ ᴇs ᴄᴜᴀɴᴅᴏ ᴀʟɢᴜɪᴇɴ ᴀᴄᴇᴘᴛᴀ ᴛᴜ ᴘᴀsᴀᴅᴏ sɪɴ ᴊᴜᴢɢᴀʀᴛᴇ, ᴛᴜ ᴘʀᴇsᴇɴᴛᴇ sɪɴ ᴄᴀᴍʙɪᴀʀᴛᴇ ʏ ᴛᴜ ғᴜᴛᴜʀᴏ sɪɴ ʟɪᴍɪᴛᴀʀᴛᴇ.

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⟡ Im Yeon Sun ⟡

     «Llamada entrante de un número desconocido» leí en la pantalla de mi teléfono celular, pero estaba en clases y me era imposible contestar. Sin embargo, la insistencia que tenía la otra persona me indicaba que era urgente y que debía contestar.

     —Disculpa... —maldita sea. Tenía a mi lado a Namjoon y por nada del mundo le pediría que me pasara los apuntes.

     —¿Ya rompiste con tu noviecito de arte y vienes a hablarme porque con él no tienes futuro? Tranquila, aún te amo y deseo... —me daba repulsión y mucha rabia lo que salía de su boca, por eso sabía que había cometido un error inconsciente.

     —Jodete.

     Me levanté del asiento y me dirige a la puerta, sabía que después tendría que pedirle a algún compañero los apuntes de la clase de anatomía II. Esperé la llamada nuevamente y llegó antes de lo que esperaba, ¿Y si era un secuestrador? ¿Y si querían dinero? O algo mucho peor... ¿Y si habían secuestrado a mi hermanito? El horror me invadió el cuerpo, aunque dormir con Seok Jin me devolvió aquella calma que tanto necesitaba.

     —¿Hola? —contesté insegura.

     —¡Yeon Sun, por fin contestas! —una voz femenina se hizo presente dejándome perpleja, ¿Quién era ella?— Sé que no me conoces... Mi nombre es Jeon Jun Young y soy la hermana menor de Jung Kook —se presentó dejándome aún más confundida que antes.

     —¿Cómo conseguiste mi número? —me aferré a mi cartera y respiré profundo.

     —YoonGi me dió el número, mientras él buscaba otras soluciones —¿Otras soluciones? Me alarmé, sabía que algo malo estaba pasando.

     —¿Jung Kook está bien?

     —No. Está preso. —respondió con tranquilidad, pero no sabía si era para mantenerme tranquila o porque había encontrado una solución— ¿Podrías venir? Estoy segura de que esto es un malentendido.

     —Iré para allá.

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     Hubiese imaginado cualquier cosa y más en mis pesadillas, pero jamás que conocería a la familia de Jung Kook de esta forma. Apostaba que sus hermanos y su madre estaban allí esperando alguna respuesta, pero ¿Para que me querían a mí? ¿Para pagar la fianza y sacarlo de allí? Por mí, sería un placer, pero él no me había hablado en toda la semana... No sabía si era para controlar lo que sentía hacia mí o si se sentía arrepentido de sentir aquel revoltijo de emociones juntas.