eleven

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CAPÍTULO ONCE

Cassandra le sonrió a la psíquica como si lo que le había dicho diez segundos antes fuera algo común –que, para el hereje realmente lo era–, ella siempre estaba invitando a desconocidos a ser modelos y adentrarse en el mundo de la moda

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Cassandra le sonrió a la psíquica como si lo que le había dicho diez segundos antes fuera algo común –que, para el hereje realmente lo era–, ella siempre estaba invitando a desconocidos a ser modelos y adentrarse en el mundo de la moda.

Para quienes trabajaron con la híbrida, era normal verla entrar a su estudio con un completo extraño detrás de ellos, o ver a extraños tocando la puerta del edificio diciendo que habían recibido una tarjeta de una joven pidiendo ir a esa dirección si eligen desfilar. A veces, las personas solo ingresaban al edificio detrás de la chica con la tarjeta y terminaban perdiéndose, terminando en una habitación completamente diferente en la agencia de moda.

Entonces, para Cassandra, invitar a extraños y diseñar ropa en función de sus cuerpos y estilos era completamente normal.

—¿Está bien Ali? Estás mirando el dibujo con una cara extraña.

En ese mismo segundo, la vampira pasó de página y miró al hereje sonriendo: —Estoy bien, pero sabes que ella es una loba, ¿no?

—Sí, lo sé.

—¿Y eso no te importa?

—Mientras no me muerda, no me importa en absoluto.

Debido al nombramiento del hereje, Emmett terminó entrometiéndose en la conversación de las vampiras: —¿Por qué?

—Oh, la mordedura de hombre lobo tiene un veneno que puede torturar y matar a los vampiros de mi especie.

Esta vez el que se entrometió en la conversación fue Jasper: —¿A qué te refieres con torturar a un vampiro?

—No mueres instantáneamente como cuando te golpean con una estaca, por ejemplo. En los primeros días alucinas, te debilitas, pierdes el color poniéndote gris y a los siete días mueres.

—Tenebroso. —Debido al comentario Emmett fue abofeteado por su esposa. —Ay osita, no dije nada malo.

La rubia, a su vez, solo puso los ojos en blanco mientras volvía a leer su revista e ignoraba a su esposo.

Cassandra y Alice continuaron hablando hasta casi el amanecer, solo se detuvieron después de que Esme y Jasper casi arrastraron a la psíquica fuera de la habitación del hereje, dejando que la híbrida durmiera.


•••


La noche en la casa de los Clearwater fue muy diferente a la noche en la mansión de los Cullen. Eran más de las once de la noche y todos los habitantes de la casa ya estaban durmiendo en sus camas, excepto Seth.

El joven lobo no podía dejar de pensar en una forma de encontrar a su hermosa impronta nuevamente, eso lo mantenía despierto por la noche.

¿Cuándo volvería a encontrarse con la chica de los ojos del océano?

𝑶𝑪𝑬𝑨𝑵'𝑺 𝑬𝒀𝑬𝑺, 𝚜𝚎𝚝𝚑 𝚌.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora