fifty-two

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CAPÍTULO CINCUENTA Y DOS

A Cassandra le encantaba la comida de la tía Sue

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A Cassandra le encantaba la comida de la tía Sue.

Le gustaba la comida de Marta, la comida del restaurante japonés donde pedía el almuerzo de vez en cuando e incluso las cosas que preparaba, pero lo que hacían Esme y Sue era realmente especial para la hereje.

—Tía Sue, esto es increíble. —Cassie comió otra cucharada de la maravillosa carne que hizo la humana. —¡Realmente increíble!

—Gracias querida.

Sue sonrió al hereje y volvió a hablar con Marta, se habían hecho amigas hace poco tiempo pero aun así hablaban como si fueran mejores amigas de pequeñas. Fue hermoso de ver.

La cena pasó rápido. Después de desear una buena noche a todos en la casa Cassie regresó a la oficina, todavía tenía un montón de documentos que leer y firmar. El reloj de la pared marcó las once horas y cuarenta y tres minutos, Cassie estaba allí más de dos horas y no tenía ninguna señal de que terminaría pronto, era estresante y agotador pero era su trabajo.

—¡¿Cassie?!

El hereje desvió los ojos de los papeles y miró hacia arriba. Seth estaba parado en la puerta con una cara arrugada y los ojos pequeños, debería estar durmiendo hasta hace unos segundos.

—Hola lobito, ¿qué haces despierto a estas horas?

—Eh, yo... —Seth bostezó. —Fui a tomar un poco de agua y vi la luz encendida, ¿qué estás haciendo?

—Estoy terminando algunas cosas, puedes volver a tu habitación. —Seth se acostó en el pequeño sofá y bostezó cerrando los ojos. —Ve a la cama lobito.

—N-no, estoy bien.

Cassandra se rió suavemente y terminó de firmar el documento frente a ella. El hereje se levantó y se enfrentó al lobo dormido en su sofá, era muy lindo cuando dormía.

—Lobito. —Cassie se agachó y empezó a acariciar el pelo suave de Seth. —Lobito despierta, vamos a la cama.

Seth abrió los ojos lentamente, estaba disfrutando del cariño en su pelo: —N-no...

—¿No? ¿Quieres dormir en el sofá de la oficina?

Seth cerró los ojos: —N-no...

—Ven, te ayudo.

El hereje lo tiró con cuidado y prácticamente llevó a Seth a su habitación. Cassandra lo puso sentado en la cama y salió de la habitación para cerrar la puerta de la oficina que había dejado abierta, volvió a la habitación y cerró la puerta después de entrar. Seth casi estaba cayendo dormido de nuevo pero le faltaba algo, buscó con los ojos al hereje y estiró los brazos hacia ella cuando la encontró.

𝑶𝑪𝑬𝑨𝑵'𝑺 𝑬𝒀𝑬𝑺, 𝚜𝚎𝚝𝚑 𝚌.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora