twenty-five

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CAPÍTULO VEINTICINCO

Cassandra balanceaba su cuerpo al ritmo de la música electrónica, su cabello volaba de un lado a otro mientras giraba y negaba con la cabeza, no sabría la música que sonaba pero le gustaba, era buena para bailar

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Cassandra balanceaba su cuerpo al ritmo de la música electrónica, su cabello volaba de un lado a otro mientras giraba y negaba con la cabeza, no sabría la música que sonaba pero le gustaba, era buena para bailar.

Seth también bailaba, pero mucho menos que la mujer, aprovechaba que bailaba con los ojos cerrados para memorizar cada movimiento y expresión facial que hacía. La alegría que mostraba cuando bailaba era contagiosa y hermosa de contemplar.

Seth tomó nota mental de llevarla al club con más frecuencia para que pudiera bailar y divertirse.

En medio de la multitud de humanos bailando y frotándose unos contra otros, Cassie logró encontrar a Leah y Embry. La loba bailaba muy excitada con un extraño, posiblemente se había tomado un trago para sentirse tan cómoda. Embry estaba teniendo una competencia con Quil en el bar, los dos parecían ver quién podía beber más tragos de vodka sin vomitar.

La felicidad de la pareja no duró tanto.

En algún momento durante la canción que el hereje no podía decir cuál era, un humano se le acercó y la agarró por la cintura. Cuando sintió un toque, que no era el toque cálido de Seth, Cassandra automáticamente dejó de bailar y se volvió hacia el hombre que la devoraba con los ojos.

—Oye nena, bailas muy bien.

Cassandra iba a darle una respuesta cruzada al humano que no amaba su vida, pero Seth apareció en ese momento y le dio un puñetazo en la cara, Cassie pudo escuchar el hueso de su nariz romperse y vio que la sangre empezaba a salir de su nariz mientras el hombre apenas podía mantener el equilibrio.

—¡Oye, tío, me rompiste la nariz! ¡¿Estás loco?!

—No le vuelvas a poner tus sucias manos encima.

Seth iba a ir por el tipo otra vez pero fue detenido por el hereje quien le murmuró un "no vale la pena" al oído y se fue tirando de él hacia la barra donde estaban Quil y Embry. Cassandra se apoyó contra la barra y no le pidió a nadie en específico dos tragos seguidos de la bebida más fuerte que tenían.

—Seth cálmate. Está bien, se fue.

El cambiaformas tembló levemente y le disparó al hombre que ahora intentaba llamar la atención de otra mujer con su mirada, Cassandra podía jurar que en cualquier segundo cambiaría y le arrancaría la cabeza al humano con un simple movimiento de pata.

Cuando la bebida estuvo lista, la hereje no quiso saber de qué se trataba, solo tomó los dos vasos y se acercó al lobo, poniendo uno de sus brazos alrededor del cuello del más alto y abrazándolo. Seth pareció volver a la realidad con el pequeño cuerpo del hereje pegado al suyo y en un segundo se olvidó por completo del hombre, escondió su rostro en el cuello de la híbrida y se quedó allí unos segundos hasta que ella se alejó.

𝑶𝑪𝑬𝑨𝑵'𝑺 𝑬𝒀𝑬𝑺, 𝚜𝚎𝚝𝚑 𝚌.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora