thirty-five

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CAPÍTULO TREINTA Y CINCO

Cassandra tenía una sonrisa nostálgica en su rostro, le encantaba hablar de su hermanito, le recordaba una época en que la vida era menos confusa

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Cassandra tenía una sonrisa nostálgica en su rostro, le encantaba hablar de su hermanito, le recordaba una época en que la vida era menos confusa.

—Bueno, mis padres no tenían otros hijos además de mí, así que crecí sola, siempre fuimos solo Zucra y yo, y el día que murió, por primera vez estaba realmente sola. Cuando los campesinos lo llevaron al fuego me dijo que corriera, que corriera lo más rápido que pudiera lejos de allí, me dijo que comenzara una nueva vida en otro lugar, un lugar hermoso diferente donde la gente no intentaría matarme, y yo lo hice.

—Creo que me perdí. —Dijo Leah y Cassandra accedió a que siguiera hablando. —Dijiste que conociste a Edward en 1920, ¿verdad?

—Es correcto.

—Así que, ¿qué edad tienes?

Cassie quería reírse, Leah había preguntado tantas cosas que se había olvidado de preguntar la edad del hereje: —Nací en 1568, el 14 de mayo de 1568, tengo 445 años.

—Eso es más que el Doctor Cullen.

—Seth también dijo eso, pero volviendo...

—Espera un segundo. —Leah volvió a interrumpir al hereje. —¿Desde cuando supiste que ella era un vampiro Seth?

Seth bajó la mirada, no le gustaba recordar cómo había descubierto que su pareja era un vampiro, había sido un imbécil con ella en su primera conversación y se culpaba a sí mismo todos los días por ello.

—Me enteré el día que me quedé sin rondas, yo... yo la vi...

Cassie notó la incomodidad de su novio, tomó su mano mientras terminaba de contarle a Leah sobre su primera cita: —Seth me vio beber la sangre de alguien y estaba... un poco sorprendido.

Leah frunció el ceño, su hermano no estaba sorprendido: —¿Conmocionado?

—Yo... dije cosas que no quise decir... y lo lamento hasta el día de hoy, fui un idiota contigo pequeña bruja y te prometo que no volveré a decir nada como eso.

Seth terminó hablado rápido en la última parte, como si estuviera tratando de mostrarle al hereje que realmente lo sentía, lo que hizo que Cassie sonriera, era tan lindo.

—Está bien pequeño lobo, sé que solo dijiste todo eso porque estabas enojado. —Leah por un segundo se sintió perdida en la conversación, carraspeó atrayendo de nuevo la atención de la pareja hacia ella. —Tu hermano me llamó monstruo, asesina y otras cosas que ya no recuerdo.

—¡Seth! ¡Ella es tu impronta!

—¡Lo se! Y me disculpé, realmente lo lamenté. Además, ¡tú también la llamaste monstruo y asesina!

𝑶𝑪𝑬𝑨𝑵'𝑺 𝑬𝒀𝑬𝑺, 𝚜𝚎𝚝𝚑 𝚌.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora