IN THE WOODS (KOOKMIN)

Uno de ellos

    Me crucé de brazos mirándolo con el ceño fruncido ¿Qué se creía? ¿Qué iba a renunciar a mi vida así como así? Volverme como ellos no era una decisión fácil.

— ¿Qué hay de mis amigos? Me dijeron que Tae se había convertido en "híbrido" que estoy hasta la mierda de oír esa palabra pero ¿Qué hay de Hoseok? ¿Dónde está él?

— No sé de quién me hablas, lo siento. No lo conozco. Cuando llegamos ya estaban todos muertos y creo que el que inició la masacre fué tu amigo ¿Cómo era el otro?

— Delgado, cabello rojo, finas facciones, tenía puesto un uniforme marrón como de militar.

— No recuerdo haberlo visto. Pero Jimin, él ya debe estar muerto o en su defecto convertido en uno más.

— Quiero irme a mi casa — dije cansado de todo.

— No puedes hacer eso. Los lobos te han visto. Le gustaste a su líder, ellos te buscarán a donde sea que vayas. Memorizaron tu aroma.

— ¡Ya basta con eso del olor! Estoy harto.

Salí de la choza dándome cuenta de que el sol estaba por salir — ¿Tan malo es unirte a nosotros?

— ¿Malo? ¡Es horrible! Comer gente, o sangre, no sé qué es lo que comen ustedes, vivir en guerra con humanos y con hombres lobos, perros y gatos, Mi dios. Es lo peor que me podría pasar. Iré al centro de salud, tomaré mi jodido auto y me iré.

Convertirme en vampiro ¡Ja! Lunáticos.

Estaba temblando de rabia y tristeza al saber que tanta gente había muerto y que incluso mis únicos dos amigos habían sido traídos a este infierno por mi mismo.

  Sin importarme un carajo mis cosas, subí a mi carro y empecé a conducir fuera de ese maldito pueblo. Esperaba que al menos Hoseok se hubiese salvado. Las lágrimas brotaron solas de mis ojos y me arrepentí del momento en el que acepté esa llamada.

Le arruiné la vida a dos personas por querer ayudar a otras que simplemente no podían ser ayudadas. Al menos no por mí.

El rostro de Jungkook se me vino a la mente y golpeé fuerte el volante. ¡Joder!

Me gustaba mucho, me hizo salir en pocos días de mi zona de confort y cuestionarme todo lo que había sentido y creído hasta ahora.

  ¿Cómo demonios me iba a convertir en un loco como ellos?

Después de conducir un rato ví el anuncio a lo lejos "Usted está saliendo de The Woods, vuelva pronto"

Vuelva pronto ¡Jamás en la puta vida!

Llegué a mi casa y lo primero que hice fue darme un largo baño con agua caliente. Comer todo lo que conseguí en la alacena y acostarme en mi cama.

Me debatía en si tenía que contarle a alguien lo que pasó. Tal vez a la policía, pero ¿Podrían contra aquellos? Asesinaron a todo un pueblo, probablemente lo harían con ellos también.

  Pasaron 3 días, no me concentraba en nada. Traté de trabajar en el consultorio pero siempre terminaba buscando en Google acerca de los vampiros. En internet la información era casi nula. Solo habían fabulas y cuentos que sonaban demasiado fantasiosos para mi gusto.

¿Y si de verdad esos lobos venían por mí?

¿Debería cambiar de perfume?

No entendía eso del olor. Compraría otro de todos modos.

  Por 2 semanas evité salir más de lo necesario porque tenía miedo de que algo me pasara.

Vivía con paranoia y no podía dormir por las noches. Porque o me veía muerto o en los brazos de Jungkook que era casi lo mismo.

 Y Justo en esa madrugada pensé en él...

En sus jodidas manos fuertes apretando mi carne.

En su ronca y gruesa voz hablando en mi oido.

La forma en la que su lengua recorría mi cuerpo y como la misma se adentraba en mi intimidad haciéndome retorcer.

Su cabello negro recogido o cuando lo tenía suelto y se movía con el viento.

Sus hermosos dientes blancos con esa sonrisa ladina.

  Sin poder evitarlo llevé mi mano hasta el bulto en mi pantalón de pijama.

Nunca lo había hecho antes, nunca me había tocado pensando en nadie. Pero Jungkook era diferente. Él despertaba en mí los más sucios y carnales deseos.

Bajé el chandal y mi boxer quedando totalmente desnudo de la cintura para abajo y separé las piernas acariciando mi pene despierto y mis testículos.

Masturbé de arriba a abajo sintiendo mucho placer, pero no tanto como cuando sus manos lo hacían. Él era un experto...

Escupí y llevé el puño nuevamente a mi polla, restregándo la saliva por toda la extensión que creaba un sonido acuoso.

   La otra mano la bajé hasta mi entrada y con el dedo medio hice círculos alrededor. Llenándolo de la espesa saliva que bajaba de mi falo hasta ese lugar.

Lentamente metí un dedo, cerrando fuerte los ojos para imaginar que era él quien me lo estaba metiendo. 

Se sentía bien pero necesitaba más así que metí un segundo dígito, moviéndolos de adentro hacia afuera mientras mi mano derecha trabajaba en mi glande y mis caderas se movían solas — J-jungkook... — gemí su nombre deseándolo — Mmmhg... Jungkook — recordando como en ese baño restregó su bulto sobre mi culo descaradamente. Y me regañé por ser tan idiota y no haberle abierto el pantalón para saciar mi curiosidad.

Nunca imaginé tanto desear a nadie, pero ahora deseaba con toda el alma ser jodido por él. Sentir cada centímetro entrar en mí.

Escuchar de su voz lo mucho que le gusta follarme y que me reclame como suyo.

— Mmhg, Jungkook... — gemí y gemí, moviendo más rápido los dedos dentro de mí, hasta que el semen salió disparado por todos lados.

— Eso fué terriblemente excitante  — escuché y abrí los ojos de inmediato.

  Era él... Y estaba en mi habitación.

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