Lobos

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   Cerré mis ojos y concentré toda mi energía visualizando la casa del señor Nicolás. Quería transportarme hasta allá pero nunca lo había hecho solo.

Inhalé y exhalé profundo pero no lo lograba. No me movía de ese jodido cuarto y me estaba frustrando.

Así que decidí ir a pie.

Salir de la casa fue difícil; el amo de llaves estaba en la puerta vigilando.

Tenía que distraerlo para poder escapar.

Miré un jarrón a lo lejos y pensé que sería buena idea lanzar algo para que él fuese a ver el ruido pero no tuve que hacer nada.

El objeto solo se cayó al suelo. Eso sí que era tener suerte.

Nuestro amo de llaves fue a ver lo qué ocurría y yo salí como flecha de esa casa.

   El portón mayor estaba semi abierto así que fue más fácil.

Las calles estaban plagadas de vampiros. Para mi sorpresa habían antros y todo tipo de lugares nocturnos que habrían en una ciudad de humanos.

Le pediría a Jungkook ir a uno después.

Llegué a la salida y ví el pueblo colina abajo. Se veía totalmente oscuro. No había iluminación en ninguna casa.

Coloqué la capucha de mi gabán y bajé rápido dispuesto a ir a casa del señor Nicolás.

Lo que más me aterraba era tener que cruzar ese jodido bosque.

  Se escuchaban claramente los insectos y animales moverse y mi estómago rugió al sentir el olor de la sangre.

Había un siervo herido y mis instintos solo lo siguieron hasta atraparlo y beber de él.

Con Jungkook habíamos venido varias veces así que ya tenía una idea de cómo cazar. Esta vez se me hizo sencillo ya que el animal no podía correr ni huir.

Una ves estuve satisfecho seguí avanzando hasta cruzar por completo y llegar a casa del señor.

Habían velas encendidas, lo que me hizo sentir tranquilo. Empujé como siempre la puerta y me sorprendió verlo sentado en la cama — Viniste...

Estaba esperándome.

— Hola — sonreí.

— De verdad esperaba que vinieras.

— Aquí me tiene ¿Cómo se siente? — me acerqué y me puse de cuclillas frente a él.

— Estoy bien... Encontré algo de mi padre.

— ¿Puedo saber qué es?

Se puso de pie y hurgó en una mesita de noche — Este libro era de él.

Lo tomé en mis manos y pasé las páginas — ¿Sabe de qué trata?

— Es sobre los vampiros. Él los estaba estudiando.

Lo miré entristecido porque no recordaba que era él mismo. Pero también estaba curioso por leer lo que había descubierto — ¿Me lo puede prestar?

— Adelante. No lo necesito.

Se acostó y se cubrió con la manta. Acaricié su cabello hasta que se quedó dormido y me fuí, guardando el libro en el bolsillo de mi chaqueta larga.

¿Debería volver ya a casa o dar una vuelta por el pueblo?

  Caminé hasta donde estaba el centro de salud viendo como las casas estaban abandonadas.

A medida que me acercaba todo lucía peor.

En la entrada estaban algunos huesos de humanos regados por todos lados, dando ese toque terrorífico.

Ví una pequeña luz viniendo del que era mi consultorio temporal y quise entrar a ver pero alguien se abalanzó sobre mí haciéndome caer a la arena.

— Nos volvemos a encontrar — reconocí la voz.

Era el mismo tipo que me había atacado la última vez que estuve aquí — Pero ahora eres diferente... Eres un maldito vampiro; aunque sigues oliendo delicioso.

— Suéltame — dije serio.

— ¿O qué? — pasó sus manos por mi costado, bajando hacia mis piernas — Eres tan hermoso ¿Cómo se sentirá follar tu culo apretado? Y después matarte.

 Lo empujé haciéndolo caer lejos de mí. Yo mismo me sorprendí de la fuerza con la que lo hice — Córtate el pene y follate a ti mismo, hijo de puta — escupí.

— Vaya, vaya... Eres más fuerte ahora. Me gusta — comenzó a respirar más pesado a punto de hacerme algo.

Miré a los lados y comencé a correr de vuelta al bosque. Él era tan rápido como yo. Me detuve cuando dos más salieron de la nada.

Eran sus otros amigos — ¿Estás perdido? — preguntó uno de ellos en tono burlesco.

— Al fin solito — dijo el otro. Miré hacia atrás y estaba el que me perseguía mirándome como a una presa.

— Déjenme en paz — estaba rodeado.

— Somos tres contra uno, es mejor que por tu cuenta bajes tu pantalón y nos ofrezcas tu culo para que lo follemos entre todos. Estamos seguros de que te gustará.

— Excelente idea, Jackson — dijo el otro.

El que estaba detrás de mí habló  — Jackson, Taemin ¿Qué tal si lo ponemos de rodillas y hacemos que nos la chupe?

— Me encanta la idea, Woo — Dijo el de cabello largo y negro con mechones grises. El tal Taemin.

Comenzaron a acercarse hacia mí y yo abrí los brazos separándolos a cada lado — ¡Atrás, dije! — grité y una corriente salió de mi cuerpo, haciéndolos retroceder.

— ¿Qué mierda fué eso? — dijo "Woo"

Se hicieron unas señas y corrieron a lanzárseme encima, para tratar de desvestirme pero no me iba a dejar.

Tenía miedo, sí. Pero no les iba a permitir abusar de mí.

Comencé a lanzar golpes y patadas logrando darles pero ellos me devolvían cada uno. Yo tenía fuerza pero aún no sabía cómo defenderme correctamente.

 Jackson me bajó totalmente el pantalón dejando mis piernas expuestas y cuando me iba a quitar la ropa interior Alguien lo golpeó muy fuerte haciéndolo alejar.

— ¿Tengo qué salvarte todo el maldito tiempo? — Yoongi...




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IN THE WOODS (KOOKMIN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora