Para siempre

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  A medida que entrabamos a la habitación nos íbamos deshaciendo de la ropa, quedando desnudos en totalidad.

Parecían años los que habíamos pasado sin tenernos. Jimin se recostó en la cama y empecé a besar cada parte de su cuerpo. Su abdomen, piernas y todo lo que mi boca encontrara en el camino.

— Eres tan jodidamente hermoso — le dije llegando a sus labios para lamerlos y besarlos  — me gustas tanto.

Él solo gemía... Gemía extasiado.

Chupé sus pezones con esos accesorios que solo lo hacían lucir más caliente ante mis ojos y sostuvo mi cabeza en el lugar para que no dejara de hacérselo. Le encantaba cuando succionaba y jugaba con las pequeñas joyas.

Bajé una mano hasta su falo duro y lo masajeé regando el líquido que salía de su punta — Estás muy mojado — dije mirándolo a los ojos.

— Tú me tienes así — respondió jadeante.

Llevé esa palma hasta mi boca y lamí los fluidos que en ella estaban... Tan dulce como siempre — Delicioso.

Quería chuparlo, y eso hice. Bajé hasta su pene y lo comencé a lamer y succionar. Jimin acariciaba mi cabello, mirándome desde arriba. Lo engullí todo, moviendo la cabeza de forma ascendente y descendente. Tomándome el tiempo de darle atención.

— K-kook... — gimió con dificultad — ahí... Chúpame ahí — rogó.

Asi que abrí sus piernas y metí mi rostro de inmediato entre sus nalgas. Para besarlo y chuparlo donde él quería. Su lindo culo estaba ansioso por mí. Presioné con la lengua hasta meterla y simular penetraciones, sorbía la saliva y volvía a chupar. Era algo tan exquisito para mí, hacerle eso. Mi polla estaba goteando por montón y cada vez que él gemía; bombeaba sola.

Quería follarlo tan duro pero también hacerle el amor...

— ¿Puedo follarte? — pregunté mirándolo desde mi posición, pasando la lengua por su culo.

— Por favor — pidió.

  Rápidamente subí a comerle la boca mientras restregaba mi falo entre sus nalgas. Húmedo y resbaladizo por nuestros fluidos y la espesa saliva — ¿Puedo entrar muy profundo? — mi voz estaba más gruesa de lo normal a casa del líbido.

— Metemela toda, llega hasta el fondo, por favor — él mismo con su mano sostuvo mi verga y la llevó hasta su ano. Empujé solo un poco, permitiéndole a mi punta entrar en su interior — ¡Mmg! Sí, te extrañé — lloriqueó, sintiendo cómo cada vez su piel se estiraba más, recibiéndome.

— Tan malditamente caliente y estrecho —dije dando una embestida certera que lo hizo soltar un grito ahogado — dijiste que hasta el fondo — me reí y me puse de rodillas, juntando sus dos piernas frente a mí para comenzar a cogerlo.

Se sentía tan bien. Ver su carita roja con labios hinchados era lo más erótico del universo. Tomé uno de sus pies y pasé la lengua por la planta. Eso al parecer le gustó y gimió. Chupé sus lindos deditos sin dejar de embestirlo y después lo giré dejándolo en cuatro.

Le propiné un azote y lo volví a clavar muy duro. Sus preciosas nalgas rebotaban sobre mi pelvis y su pecho estaba pegado al colchón — Mío... — dije mientras lo follaba.

— T-tuyo... Mmh, así. Así, kook — llevó sus manos hasta atrás y separó sus glúteos para mí.

Lo saqué un segundo y chupé su entrada, colocando mis manos sobre las suyas, escupí y volví a entrar, tomándolo de las muñecas y dándole duro; como a él le gustaba.

Lo estábamos haciendo en su cama, dónde lo hicimos por primera vez y ahora había aceptado ser mi esposo. No bajo los efectos del sexo sino por que me quería, me quería de verdad.

— Móntame — le pedí saliendo de su interior y acostándome a su lado.

Antes de subirse, tomó mi pene y lo chupó varias veces, escupió y trepó sobre mí para clavarse él mismo. Soltamos un gemido al mismo tiempo y comenzó a mover su magnífico culo de arriba a abajo mientras tenía las manos en mi pecho clavándome las uñas — Tienes que follarme todos los días — exigió.

— ¿Quieres eso? — le agarré las nalgas apretándolas.

— Lo necesito... Necesito tu pene adentro todo el tiempo — el suyo esparcía gotas de presemen sobre mi abdomen.

— Eres insaciable, te voy a llevar a mi cuarto de juegos y te voy a joder muy duro — dije colocando la plata de los pies sobre el colchón para embestirlo con más fuerza.

— ¿Me puedes morder de nuevo? — pidió, yo lo tomé bruscamente por la nuca y clavé mis dientes.

Él gritó, moviéndose más rápido aún; dejando salir su semen — ¡Mmmh! Kook... — dijo con debilidad.

Quería que me mordiera también.

Y sin pedírselo lo hizo. Mordió esta vez mi cuello y mientras bebía de mí, me corrí adentro de él — Aghh... Sí. Siente... Siente como te lleno — dije una vez lo solté.

— Te amo — cayó rendido sobre mi pecho. Y yo solo pude sonreír completamente feliz. Aún sintiendo los espasmos de nuestros cuerpos.






  Gracias por leer. Necesito que me digan si quieren que explote más los fetiches de jk para darles más de eso. Bye

Este cap es dedicado a una de mis seguidoras que me dijo que quería uno narrado por jk dónde hubiese acción. Tú sabes quién eres 💜

IN THE WOODS (KOOKMIN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora