Los Jeon

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   Acostados de lado, sentí como pasaba su falo resbaloso por todo el medio de mis nalgas. Respiraba de forma rápida deseando tenerlo dentro.

— Veamos cuánto aguantas sin gritar — lo metió lentamente comenzando a dar estocadas certeras. Su miembro era tan grande que llegaba al final. Presionó su palma contra mi vientre — Puedo sentir mi pene en tu abdomen ¿Quieres sentirlo?

Asentí y me desató. Luego tomó mi mano para ponerla debajo de la de él y presionar. Jodido diablo. Sentía el bulto de su polla dentro de mí cada vez que lo metía. Eso solo logró aumentar mi morbo.

  Jungkook seguía follándome lento y yo necesitaba más. Volteé el rostro para encontrarme con su boca y robarle un beso chupando su labio inferior — Me gusta mucho, mi señor. Lo estoy sintiendo completo — dije muy bajito sobre su boca. Palabras que jamás y nunca habría dicho antes y ahora salieron naturales.

— ¿Sí, bebé? — pasó dos dedos por la punta de mi polla por dónde escurría líquido preseminal y lo tomó llevándolo a mis labios — prúebate — saqué la lengua y lamí sus dígitos probando mis propios fluidos, mis brazos seguían arriba amarrados de la cuerda y estaba tan abierto a su merced. De un momento a otro aumentó de forma descomunal sus embestidas haciéndome soltar un grito ahogado — Sí... Así, grita. Papi te está follando duro — penetraba fuertemente creando un sonido de choques acuosos. El anillo en mi pene vibraba con mucha intensidad y sentía el de él hacer lo mismo cada vez que chocaba.

  Quitó las pinzas de mis pezones doloridos y los masajeó con sus dedos antes de subirse encima de mí y  chuparlos volviéndolo a meter. Sostuvo cada pierna colocándolas en sus hombros y su cadera se movía como una serpiente.

Desearía grabarlo para verlo cuando no esté y masturbarme con esa imagen. Sabía muy bien lo que hacía. Quitó la correa de mis bolas y las apretó con su propia mano.

— ¡Ahh! — grité sobre sus labios viendo como los suyos se curvaban en una sonrisa de satisfacción.

— Eso... Amo tus gemidos, son todos míos ¿Quieres que siga? Tienes que pedirlo.

— P-por favor, mi señor — lloriqueé sintiendo unas ganas terribles de correrme pero no podía, él tenía aprisionados mis testículos — Siga... Siga follándome, lléneme todo, por favor...

— ¿La quieres? — bajó a chupar mi cuello de nuevo en la herida y tuve la necesidad de que me mordiera.

— Kook... Señor ¿Pasa algo si tomas de nuevo mi sangre?

— No, mi bebé. Tu reserva está llena acabamos de comer ambos hace poco ¿Deseas que lo haga?

Asentí con los ojos llorosos loco por correrme.

— Solo si también lo haces conmigo, quiero que me muerdas y bebas de la mía.

Por la mierda, mis colmillos salieron solos, en efecto quería su sangre quería chuparla mientras me llenaba el culo con su esperma.

Lamió la zona herida y fué incrustando de a poco sus dientes — Mmhg... Sí, sí... Sí, mi Señor, me encanta. Tómela — no puedo explicar lo excitante que era ese acto. Simplemente no puedo. Sentía mucho placer.

Mordí también su hombro y comencé a beber de él. Su sangre era más deliciosa que la de cualquier animal que haya probado.
 
Mis caderas comenzaron a moverse solas desesperadas — Mmm... Mmm.. mm — no podía decir nada solo gemir contra su carne.

   Él soltó mis testículos y aceleró sus embestidas haciendo que en menos de 5 segundos todo mi semen saliera disparado sobre su abdomen y el mío.

  Era exquisito.

Su corrida llegó instantes después. Siempre tan fuerte, siempre en tanta cantidad. Jungkook botaba mucho esperma y eso me encantaba.

  Al venirse, inmediatamente me soltó el cuello y salió de adentro de mí mirando como su leche salía de mi culo y se esparcía por el colchón — Delicioso, joder. Me encanta.

Soltó mis manos y besó las marcas rojas que la cuerda había dejado. Mi nueva piel era tan blanca que cualquier mínima fuerza dejaría huella en ella.

— ¿Cómo te sientes? — preguntó colocando mi pierna sobre su cadera y su brazo debajo de mi cabeza.

Estabamos acostados frente a frente y todo se sentía tan íntimo — Fenomenal — dije al fin.

— ¿Listo para conocer a mis padres?

Asentí con una sonrisa tonta. Estaba enamorándome de él.

— Eres maravilloso — me dijo.

— También tú...

— Gracias por venir conmigo.

— Fue un placer — dije divertido y me dió un beso en la punta de la nariz.

— ¿No te asustó nada de lo que hice?

— Al contrario... Me gustó de verdad.

— ¿O sea que estás dispuesto a conocer mis juegos más a fondo?

— Lo estoy — dije dándole un beso igual al que me dió anteriormente en la nariz.

  La noche siguiente estaba preparándome para conocer a la familia de Jungkook. Sí, estaba aterrado.

Me preguntaba cómo demonios iba a ser la reunión porque obviamente no íbamos a cenar ¿O si? Tal vez unos buenos patos muertos.

Bajamos las escaleras y entramos a un salón que hacía parte de la mansión.

Dentro estaban Yoongi, un hombre y dos mujeres.

   Jungkook nunca soltó el agarre en mi cintura. Todos se pusieron de pie.

— Madre, padre... Hermanos — les saludó.

La mujer le dió dos besos en las mejillas a su hijo y luego me tomó las manos para verme de pies a cabeza — Kookie no mintió, eres realmente precioso.

Un peso se quitó de mis hombros. Me hizo sentir muy bien — Muchas gracias, es usted muy hermosa también.

El padre de Jungkook me saludó con una leve reverencia la cuál imité — es un gusto conocerte. Cuando ayer Jeon nos dijo que tenia pareja no lo podíamos creer. Él nunca nos había presentado a nadie.

  Sonreí tímido y feliz porque no había tenido a nadie más tan importante como lo era yo en este momento.

Yoongi hizo un intento de sonrisa en una línea fina y se volvió a sentar.

Sin embargo, la hermana de Jungkook me miraba de forma extraña. Se veía entre curiosa y enojada. Su ceño estaba muy fruncido.

— Jungkook ¿Podemos hablar en privado? — pidió.

Él asintió y se disculpó conmigo antes de salir del salón dejándome con su familia ahí dentro sin saber qué hacer o qué decir.

A penas él salió, la mujer cambió totalmente de actitud y se me acercó amenazante — No sé qué demonios pretendes con mi hijo pero está más que claro que no eres un vampiro de sangre pura. Espero no estés buscando hacerle daño o adueñarte de todo lo que tanto le ha costado tener.

¿Qué mierda?

— Mamá... Déjalo, es Jungkook quien ha estado detrás de él — dijo Yoongi.

— No me importa, cuidado con mi hijo. Solo eso te advierto.










   Gracias por leer 💜

IN THE WOODS (KOOKMIN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora