Promesas

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   Al llegar a la casa de Camile toqué la puerta y ella me abrió. Se sorprendió al verme de nuevo solo —¿Estás bien? — preguntó.

— ¿Puedo pasar?

Abrió la puerta y entré pero me detuve de inmediato al ver quién estaba sentado en una de las sillas: Era Hoseok.

— Jimin...

— Ese día fui por tu amigo al bosque y lo traje hasta aquí. Hemos estado tratando de exorcizar al lobo en su interior pero no soy tan fuerte.

¿Debería hablar de mis dones frente a hobi? Maldición. Quería saber como sanar a Nicolás pero ahora por alguna razón me sentía cohíbido de tocar ese tema frente a mi amigo — Muchas gracias por ayudarlo — dije.

— Sobre esa vez... Quería pedirte perdón por mi actitud, es sólo que, estoy desesperado.

— Lo entiendo — hice una mueca forzando mi sonrisa.

 Ella tal vez notó que yo venía a otra cosa y me jaló hasta afuera — ¿Pasa algo?

Miré hacia la puerta cerrada y sentí algo de pena por Hoseok — Es que... ¿Cómo puedo usar mis poderes curativos? Hay alguien que tiene una enfermedad y lo quiero ayudar.

— Debes conocer el área que dicha enfermedad afecta y a través de tu mente trabajarla tocando la zona. Si tienes tiempo, investiga un poco sobre los rituales de curación de los chamanes tal vez te ayude.

Asentí y estuve dispuesto a irme pero el olor varonil de Jungkook se apoderó de mis fosas nasales.

Miré a todos lados buscándolo pero no lo ví ¿Me estaré volviendo loco?

— ¿Sientes algo raro? — preguntó al ver cómo movía la cabeza.

— Oh, no. Está todo bien. Me iré ahora. Gracias por ayudar a Hoseok, vendré nuevamente para ver qué podemos hacer.

Sonrió y yo me fuí, volviendo a casa de Nicolás. Pero al llegar mi corazón se detuvo cuando quedé frente a frente con Jungkook.

  Habían pasado horas desde que lo ví por última vez pero se sintieron como días, todo mi cuerpo tembló ante su presencia pese a que seguía molesto, enfadado y engañado.

Pasé por su lado dispuesto a entrar en la choza pero me detuvo por un brazo — ¿Leíste el libro? — preguntó con su maldita voz erótica.

— Lo hice — me zafé de su agarre — y sigo sin entender qué mierda tiene que ver eso con que yo haya venido al pueblo y con que tú seas un acosador.

— ¿No dice nada sobre...?

— ¿Sobre qué?

Se veía descolocado, al parecer, esperaba que hubiese algo en el diario, que no había — ¿No es más fácil solo decírmelo y ya? ¿De verdad tienes que hacer todo esto? — expresé, sintiendo como mi rabia crecía.

— Es peligroso qué estemos tan expuestos durante el día, volveré en la noche. Por favor entra a la casa de Nicolás y no salgas más.

Me robó un beso en los labios, desapareciendo. Llevé mi mano a la zona y la toqué. Su boca sobre la mía quemó y sentí ganas de llorar porque lo quería... Lo quería mucho y me dolía que me estuviese engañando de algún modo.

 

            20 de septiembre de 1996

— Es la última vez que te salvo el culo.

— Gracias por eso, de verdad. Debo llevarle de comer a mi mujer y a mi hijo y no tengo nada de dinero.

   El pelinegro le entregó un efectivo.

— No puedes volver por estos lados... Sabes lo que ocasionaste al romper las reglas de nuestro mundo.

— ¡Ella no es una mala persona! Ni siquera se convirtió. Fue mordida pero sigue siendo humana... De lo contrario no habría traído al mundo a mi hijo.

— No sé cómo funciona eso, Jinhyung pero debes irte con tu familia de este lugar... Sabes que te están buscando y no dudarán en hacerle algo a tu mujer o al niño. Metí más dinero para que puedan irse a otro pueblo donde no los encuentren.

— Lo haré... Me iré con ellos.

              3 de diciembre de 1996

   El hombre corría con un pequeño en sus brazos por el espesor del bosque. Tratando de huir y mantenerlo a salvo.

   El vampiro que rondaba la zona lo vió y lo siguió hasta detenerlo —¿Qué demonios pasó?

— La asesinaron... Ella está muerta — temblaba por cada palabra.

— ¡Te dije qué húyeras de esta mierda!

— ¡No estábamos aquí! Todo pasó de repente, entraron en la casa y la mataron... Quisieron llevarse al niño pero no lo permití y corrí hasta aquí. La dejé... La dejé muriendo, no me lo voy a perdonar nunca.
 
   Se escuchaba un terrible dolor proveniente de su voz — ¿Qué vas a hacer?

— Debo salvarlo... Iré donde el chamán y le entregaré mi vida a cambio de protección para Jimin.

— ¿Te volviste loco?

— No. Ellos me van a seguir buscando y van a terminar por matarme. Es preferible darle mi vida al bebé.

   El pequeño niño de ojos grandes en tonos miel miraba atento todo lo que los adultos hablaban.

— ¿En qué te puedo ayudar?

— Acompáñame... No me dejes morir solo.

   El pelinegro fue junto a su amigo a la choza del chamán dónde se practicó el traspaso de poderes y el sacrificio. Presenciando todo.

    Se realizó en el patio de la casa a la luz de la luna dónde las velas resaltaban más que las estrellas.

Será una persona normal hasta ser mordido — dijo el chamán— para liberar sus poderes es la única forma. De lo contrario su anatomía tan frágil no lo resistirá. Pondré un amuleto protector para él.

— Has lo que sea necesario, pero sálvalo — dijo el castaño.

    El otro vampiro estaba helado, viendo como su amigo iba perdiendo la vida y dándosela su hijo — Acércate — pidió en un hilo de voz mientras mecía al pequeño en su pecho — Nicolás lo llevará a un orfanato... P-pero necesito más que eso — tomó su mano y la apretó con toda la fuerza que le quedaba — cuida de él cuando salga de ese lugar... Y dile que sus padres lo amamos hasta nuestro último aliento. Jimin tendrá sus poderes y vida eterna una vez sea mordido por otro vampiro, ayúdame a qué eso ocurra cuando él ya sea mayor y pueda lidiar con todo esto... Por favor, Jungkook.

   El pelinegro tragó saliva y asintió, viendo como su amigo cerraba los ojos — Lo prometo.










   👀👀👀👀👀👀👀 Si hay espantos ortográficos me dicen dónde y gracias por leer 💜

 

IN THE WOODS (KOOKMIN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora