El nuevo Yo

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   Caminamos tomados de la mano hasta la entrada, y un hombre nos recibió abriendo la puerta — Bienvenido, señor Jeon — hizo una reverencia y luego la repitió pero esta vez hacia mí — Bienvenido.

Imité su acción un poco tímido y nos adentramos. Por dentro era incluso más sorprendente. Habían candelabros enormes flotando del techo y cuadros por todos lados.   Mucha más gente de la que imaginé estaba dentro de la casa o mejor dicho; mansión. Habían algunas mujeres limpiando en lo poco que pude ver.

Todos hacían reverencia ante Jungkook.

Subimos unos escalones hasta el segundo piso donde abrió una puerta para ingresar a lo que creo era su habitación.

  Igual de enorme y elegante que todo lo anterior. Seguía preguntándome cómo podían tener tanto lujo siendo seres odiados por la humanidad.

— Esta es nuestra recamara — había una cama king size en el medio.

— ¿Por qué tienes una cama si no duermes?

— Me gusta recostarme de vez en cuando y sirve para otras cosas — me guiñó el ojo y no pude evitar sentirme celoso al imaginarlo follar con alguien más cuando él ha sido el primero en todo para mí.

Levantó mi rostro sosteniendo mi barbilla como si leyera mis pensamientos — Ey, no pienses mal... No me cogí a nadie aquí.

Ahí no pero en otros lados sí, joder.

Desvíe la mirada tratando de calmar mis celos.

Alguien tocó la puerta — Adelante — dijo. Reconocí la cabellera platinada junto al gesto malhumorado.

Abrió los ojos sorprendido al verme — ¿Qué demonios te pasó? Ya decía que ese olor se me hacía familiar.

— Más respeto — le regañó — Jimin ahora es como nosotros.

— ¿Lo convertiste?

— Sí.

— A papá no le va a gustar...

— Me importa una mierda lo que le guste o no le guste a papá. Yo puedo tomar mis propias decisiones.

Me sentía como una pelota de ping pong mirando de un hombre a otro.

— Su olor se ha intensificado mucho, al abrir la puerta me golpeó en la cara. Llamará más la atención que antes y nos traerá problemas — dijo de mala gana, miré a Jungkook.

— Nadie puede tocarlo, está marcado por mí y tiene mi sangre en su organismo, me pertenece totalmente.

Yoongi negó con la cabeza en desaprobación — No digas que no te lo advertí. Ven a mi habitación cuando puedas por favor. Y Jimin... Bienvenido — salió del cuarto.

Exhalé el aire y me sentí raro.

— No le hagas caso. Él se lleva eso de ser vampiro muy a los extremos. Se acostumbrará. Vuelvo en un segundo, puedes ir poniéndote cómodo.

Salió dejándome solo. Esto definitivamente había sido una mala idea.

   Me senté en la cama abrazando mi pequeña mochila mientras esperaba. No sabía qué más hacer.

Un rato después, entró — Ven conmigo.

Tendió su mano y lo seguí bajando las escaleras. Abajo estaban varias personas esperando. Nos detuvimos en la mitad de los escalones y Jungkook se dispuso a hablar.

— Quiero presentarles a alguien — me sostuvo con un brazo por la cintura — Park Jimin, es mi compañero. Por lo tanto obedecerán también sus órdenes y le hablarán con respeto — todos asintieron haciendo una reverencia. Fue incómodo — por este lado están Melissa y Eun, ellas son las encargadas de la limpieza — dos mujeres que aspecto joven vestidas con uniforme negro y blanco, eran muy bonitas. Nos saludamos con otra reverencia — por aquí está Frank, es quien nos abrió hace rato: es el amo de llaves y por último Thom quién se encarga del jardín.

Me presentó ante todos y luego los mandó a seguir sus labores — Eso fue vergonzoso — le dije una vez estuvimos solos.

— Debes acostumbrarte. Eres mi pareja, mañana vendrán mis padres y hermanos a conocerte.

  — No estoy listo — dije aterrado y él se rió.

— No son tan malos, acompáñame a cazar — me besó apretando una de mis nalgas.

En un abrir y cerrar de ojos estabamos en el bosque — Tienes que enseñarme a hacer eso.

— Es fácil. Con el tiempo lo dominarás, debes conectarte con la energía del lugar al que quieres ir y visualizarlo en tu mente. Sentirás como tu cuerpo pasa por un túnel de viento y en segundos estarás ahí.

— Joder... Suena muy sencillo si lo dices así.

Movió su cabeza a varios lados y comenzó a olfatear — hay un siervo cerca.

— Yo no huelo nada — dije mirando a todos lados.

— No estás familiarizado con el olor de su sangre.

— No entiendo por qué si tienes un banco sales a matar animalitos.

— Te recuerdo que te has comido varios, y me gusta por la emoción que genera en mi cuerpo el acto de tener la presa temerosa entre mis manos, tomar sangre llena de adrenalina creada al tratar de sobrevivir es muchísimo más satisfactorio. Pero eso te lo iré enseñando poco a poco. Por el momento, no hagas ruido y observa como lo atrapo, está herido...

  Sus ojos brillaron y sus colmillos salieron. Podré estar enfermo pero que caliente se veía. Acechó al animal caminando de forma tan sigilosa que ni una mosca podría percibir el movimiento.

En un momento lo tenía sostenido en una mano por el cuello y frente a mí comenzó a chupar su sangre. El siervo se retorcía hasta morir y esta vez no me dió miedo sino orgullo, saber que mi hombre era tan ágil al cazar — ¿Quieres probar? — me ofreció y acepté. Me acerqué a morder al animal pero Jungkook sostuvo mi mandibula fuertemente y me besó pasándome la sangre que tenía en su boca hacia la mía. Nuestras lenguas bailaban juntas y saboreaban aquel nectar de la naturaleza.

Dejó caer al siervo sobre la arena y me cargó en sus brazos sin dejar de comerme la boca, joder que estaba en las nubes. Mi cuerpo lo llamaba con urgencia — Necesito que me filles — dije urgido.

— Vamos a casa entonces — comenzó a besar y lamer mi cuello justo donde estaba la herida de su mordida.

— No... Aquí, follame aquí.

— Lo que me pidas — me bajó para arrinconarme contra un gran árbol, donde sin esperar bajó mi pantalón y tras escupir en su mano una saliva tremendamente espesa metió su enorme pene en mi culo, haciéndome gritar de placer al sentir cómo me llenaba por completo. No hizo falta preparación, ya estaba estirado de tanto que follamos ayer.

  Empiné el trasero más para atrás y él me sostuvo por el cuello mientras me clavaba muy duro — No grites tanto, dulzura. Nos pueden escuchar. Y no tengo problemas con eso pero no quiero que nadie vea tu hermoso culo ¿Me entiendes? — dijo sobre mi oido. Yo asentí lujurioso. Jungkook metió dos dedos en mi boca y yo los chupé evitando así gritar.

Golpeaba fuerte y repetidamente el punto dentro de mí que me volvía loco hasta que nos corrimos. Sentí toda su esperma caliente llenar mi cavidad anal y mi eyaculación cayó sobre el tronco.

Eso fué rápido pero delicioso.

— Volvamos a la casa, necesito mostrarte cómo es que me gusta follar.








Perdón por estar desaparecida estaba en mis días de bajón:(

Escribo el otro cap y se los doy en un rato.

IN THE WOODS (KOOKMIN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora