Descubrimientos

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  A las 6 AM me encontraba en el bosque, buscando algo qué comer. Tenía tantos sentimientos encontrados al igual que tantas dudas.

Un siervo cayó a mi lado sin vida y miré a la dirección de donde vino. Un hombre de cabello platinado y piel resplandeciente me veía expectante.

— Iba a comerlo, pero házlo tú — dijo Yoongi.

Me estaba muriendo de hambre a decir verdad. Así que lo tomé y bebí su sangre. Cuando terminé me senté en la arena, recostando la espalda en un árbol, él imitó mi acción.

— ¿Estás bien? — preguntó.

— Escuché tu conversación con Jungkook — dije sin mirarlo, mientras jugaba con una ramita en el suelo.

— Oh... ¿Qué tanto oíste?

— Lo suficiente.

— Lamento que haya sido así ¿Qué te dijo Jungkook?

— No me dijo una mierda, prefirió irse y dejarme en la casa — decirlo me dolió.

— Es un idiota — hubo un silencio — ¿Seguirás ahí? Si no te sientes cómodo yo tengo un lugar el cual no uso. Puedes habitarlo hasta que quieras.

— ¿De verdad? ¿Harías eso por mí?

Tomó mi mano y la acarició con sus largos dedos — Eso y más — nuestras miradas conectaron. Limpió un rastro de sangre en una comisura de mis labios y luego lamió el pulgar.

Recordé que Jungkook le había preguntado si gustaba de mí, así que me paré, dispuesto a irme — Lo pensaré, gracias de todos modos.

— ¿A dónde vas?

— Estaré bien. No te preocupes.

Iba a decirme algo pero me transporté hasta la casa de Nicolás.

No estaba por ningún lado. Me senté en su cama a esperarlo pero me ganó la curiosidad. Así que me puse a físgonear.

Su alacena estaba muy vacía. Solo tenía algo de pan y mantequilla, me encargaría de llenar su despensa.

  En una esquina de la habitación había un pequeño ropero. Lo abrí y tenía tendidas unas pocas prendas. Pero abajo habían unas cajas.

¿Debería revisar? ¿Y si llegaba y se molestaba conmigo?

Saqué una pequeña en donde habían unos frascos como de laboratorio.

*Vainilla
*Miel
*Canela

Decía en una pequeña etiqueta pegada al frente de cada frasco.

Volví a ponerla en su sitio y abrí la siguiente; dentro habían dos hojas.

   "Señor, Nicolás. Algunos amigos en común nos comentaron que usted era un excelente curandero. Mi futuro esposo y yo necesitamos de su sabiduría, ya que queremos ser padres pero por nuestra condición es un tanto complicado. Le escribo esta carta desde el pueblo vecino a The woods y deseo de todo corazón que le llegue. Mi nombre es Mina, estaré esperando su respuesta y fecha en la que puede atendernos"

Siguiente hoja:

       Orfanato Blue sky: carta de ingreso a las instalaciones.

     Varón con Un (1) año de edad.
  * 63 cm de altura
  * 8,5 kg de peso
  * No tiene complicaciones de salud
  * Padres fallecidos
   * Nacido el 13 de octubre de 1995 a las 2 AM

   Fue traído por: Nicolás Son Yang hombre adulto de nacionalidad Coreana Estadounidense. Quién no poseé las posibilidades de hacerse cargo del menor.

Iba a seguir leyendo pero escuché un ruido y guardé todo en su sitio menos la carta. Esa la metí en mi bolsillo.

Nicolás entró y se asustó al verme — Oh... Doctor — sonrió más calmado.

Sentí el corazón cálido al saber que me recordaba, así que me acerqué a darle un abrazo — ¿Cómo se siente?

— Cansado y viejo — dijo divertido, poniendo sobre la cocina unas verduras — ¿Te quedas a comer?

Preguntó y no supe qué decir, sé que Camile dijo que podia pero no me quería arriesgar — Estoy bien, muchas gracias. Más bien siéntese yo le haré algo.

Asintió con ojitos brillantes y tomó asiento en la cama.

La choza de el señor Nicolás consistía en un solo espacio. Aquí mismo estaba la cama, la cocina y todo; detrás tenía un pequeño baño donde se duchaba y hacia sus necesidades.

Puse a hervir el agua y agregué condimentos y verduras picadas junto a algunos huevos para hacerle una sopa.

— ¿No quiere comer algo de carne? — pregunté revolviendo el caldo.

— No como animales... Hace mucho, no recuerdo porqué, pero dejé de hacerlo.

Suspiré — He estado leyendo el libro de su padre...

— ¿Qué libro? — lo olvidó, eso me entristeció.

— El que usted me dió — dije caminando hasta donde él estaba y poniéndome de cuclillas para mirarlo a la cara.

— Mi padre... ¿Él tenía libros?

 Joder, tomé sus manos ¿Cómo puedo curarlo? Cerré los ojos tratando de pasarle mi energía o algo que sirviera pero sinceramente no sabía qué hacer.

La sopa comenzó a hervir y fui a apagarla y servirle.

Sus manos al tomar la cuchara temblaban y por accidente cayó sobre su cuerpo y se quemó. Me sentí mal por haberlo dejado comer solo y más aún al pensar que siempre que lo hacía, ocurría esto.

Gritó de dolor y quité el plato de sus manos para ayudarlo a quitarse la camisa llena de líquido caliente.

Su estómago había quedado rojo — Soy un viejo torpe — se dijo a sí mismo.

— Es un hombre fuerte — le respondí.

  Sonrió con ojos arrugados y buscó algo en el closet para ponerse. No pude evitar ver que su espalda tenía pequeños lunares esparcidos por la zona. Pero también tenía marcas...
Marcas de cicatrices muy grandes — Señor... ¿Recuerda a qué se deben las cicatrices de su espalda?

Él volteó a verme — ¿Mi espalda? No lo sé, no puedo ver mi espalda.

Tenía que hacer algo. Iré a ver a madame Camile y le preguntaré como sanar a Nicolás — Vendré en un momento ¿Me espera?

Asintió y se sentó de nuevo en la cama. Iba a irme pero me senté a su lado y le dí la sopa como si fuese un bebé. Al terminarla toda me dió las gracias y me fui al pantano.






Next cap ➡️ perdón por no subirlo anoche. Salí a hacer unas cosas y llegué mamada. Tanto que al releer este capítulo ví que había escrito puros disparates 🤣 si hay errores me dicen

  

IN THE WOODS (KOOKMIN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora