Hechizo

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   Permanecían acostados en la antigua cama de Jimin, dándose caricias el uno al otro. Acababan de hacer el amor y también las pases — Debo ir con Nicolás — dijo el rubio.

— Lo sé...

— ¿Qué podemos hacer con él? No quiero que le pase nada.

— El hechizo protector que Jein le había puesto ya no existe.

— ¿Puedo hacer uno yo?

— No lo sé, tendríamos que ir a ver a Camile y preguntarle. Quiero que vuelvas a casa...

Jimin lo miró y le regaló un beso — También quiero ir ¿Nicolás no puede venir con nosotros?

— Eso es muy arriesgado, apenas cruce la entrada todos se darán cuenta de que es un humano.

— ¿Podemos ir a buscarlo y llevarlo a la casa de la hechicera?

— Está bien.

La pareja se transportó hasta la casa del anciano para buscarlo. Ya casi amanecía y se encontraba durmiendo.

Con cuidado, el rubio acarició su rostro lleno de arrugas — Señ... Papá — dijo en voz baja.

El hombre abrió los ojos y sonrió al ver a su hijo — Hola...

— ¿Está muy cansado?

— Estoy viejo, que es lo mismo.

— ¿Podría acompañarnos? — preguntó de forma cálida y dulce.

  Nicolás aceptó y viajaron hasta el pantano. Tocaron varias veces hasta que la mujer salió — Que sopresa — dijo mirando a los vampiros, pero su mirada cambió al ver al anciano — ¿No nos conocemos?

Él la miró con el ceño fruncido tratando de recordar, hasta que lo logró — ¿Usted me hizo el hechizo? ¿No es así?

— ¡Sí! Uno de protección, hace mucho tiempo ¡Lo recuerdo!

Jimin miró hacia adentro, buscando con la vista a su amigo y la madame se dió cuenta de eso — Él se fue... Otro lobo vino a buscarlo.

— ¿Otro lobo? ¿Cómo era?

— Castaño... Con un rostro hermoso y piel bronceada.

¿Taehyung? Pensó.

— ¿A qué debo su visita?

— Verá... Él es mi padre — señaló a Nicolás.

La mujer llevó las manos a su rostro sorprendido — ¿Tú has sido el progenitor del hijo del sol y la luna?

— ¿Qué? — preguntó el hombre.

— Pasen adelante, por favor — los tres se adentraron en la choza — no puedo creer que incluso usted no esté enterado de la leyenda — Nicolás y Jimin se miraron entre ellos — en este libro está la profecía del Híbrido sol y luna... Es del año 1658. Es decir; mucho antes de que ustedes nacieran... Es como una Biblia, todo lo que dice ha ido ocurriendo y él — señaló al rubio — estoy segura que es él. Ahora díganme a qué vienen.

— Después hablaremos de eso — Dijo Jungkook — El hechizo que Nicolás tenía se ha roto, por eso hemos venido. Necesita algo que lo proteja.

— ¿Cómo es eso posible? — preguntó Camile con asombro.

— Y-yo lo rompí, algo se lo estaba llevando y no sé qué fue lo que hice.

— ¿Algo se lo estaba llevando?

— Verá... — habló el anciano — yo me maldije a mí mismo y albergué en mi cuerpo espíritus de enfermedades, con tal de proteger a Jimin. Ellos se llevaron mi vista y mi voz pero después me devolvieron esos sentidos, dejándome sin memoria. El trato que hice con ellos fue que al ser reconocido como su padre mi alma sería cobrada. Lo hice pensando que nunca volvería a verlo. Pero en mi demencia le entregué un diario en el cual decía muchas cosas... Ellos vinieron por mí. Pero Jimin se enfrentó a ellos y les ganó.

La mujer se paró de la silla y comenzó a caminar por todos lados — ¡Eres más fuerte de lo que imaginé!

El rubio se sentía cohíbido, su novio le dió la mano brindándole apoyo.

— Quiero hacer un nuevo hechizo de protección para mi padre.

— Eso no es posible, ya que dichos trabajos no pueden ser con la misma sangre, y su ADN está en tí.

— ¿Qué quiere decir?

— Que necesitas otra persona que ofrezca su sangre para crear la pócima.

— Yo lo haré — dijo el pelinegro.

Jimin lo miró con ojitos muy brillantes y sin evitarlo le dió un beso — Gracias.

— De ser así ¿Cuándo comenzamos? — inquirió la bruja.

— Ya mismo — dijo el más bajo.

La mujer tomó una muestra de sangre de Nicolás pinchando su dedo índice e hizo lo mismo con Jungkook. Mezcló los fluidos y recitó algunos conjuros. Creando así un nuevo escudo para el anciano. También le dió un amuleto nuevo.

Jimin estaba desbordando alegría y volvieron a la cabaña — ¿Cómo se siente? — preguntó el pequeño a su padre.

— Agradecido por todo lo que hacen por mí.

— Debo irme con Jungkook, pero le tengo una noticia — mostró el anillo en su dedo — estamos comprometidos...

— ¡En hora buena! — el de cabellos blancos abrazó a su hijo y luego a su yerno — muchas felicidades, de verdad.

— Vendremos seguido a verlo — dijo Jungkook.

Se despidieron prometiendo volver en algunas horas.

— No quiero que viva solo — dijo algo cabizbajo.

— Buscaremos una solución a eso, mi amor.

— Gracias por ayudarlo.

— Es mi suegro — dijo divertido.

— Te recompensaré — canturreó.

— ¿Sí? ¿Qué me ofreces?

— Algo que sé que te va a gustar.

— No puedo esperar entonces.

  Con la poca energía que les quedaba se trasladaron hasta la mansión.




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IN THE WOODS (KOOKMIN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora