The woods

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    La zona que tocó empezó a sangrar y pude recordar que ahí estaba la marca de unión entre Jungkook y yo. Lo mire sorprendido y asustado — ¿Qué estás diciendo? — lo empujé, colocando mi mano sobre la herida — ¿Quién me está buscando? — sus palabras me dejaron totalmente aturdido.

— Y-yo... No lo sé — sus ojos habían vuelto al amarillo — discúlpame, siempre me pasa esto. Por eso he venido con la hechicera para que me ayude... Ruego me perdones.

Giró para irse y yo lo seguí tomándolo por el brazo — ¿Qué fué eso? — mi pecho subía y bajaba rápido.

— De verdad no lo sé, aveces veo y siento cosas que no entiendo.

— ¿Sabes quién me está buscando?

— Es un hombre... El hombre que te marcó; él está desesperado.

Sentí un golpe directo al corazón, que me quitó el aire y debilitó mis piernas.

No podía ser posible, Jungkook estaba muerto. Ví su mano amputada y ví como el fuego lo estaba quemando.

— Debo irme, lo siento mucho — se disculpó antes de salir corriendo. Me senté en una roca tratando de procesar todo lo que me había dicho.

¿Qué debía hacer? ¿Y si era solo un loco? ¿Pero como se explica el dolor en mi marca?

Volví a la cabaña luego de beber de algunos animales y pasaron horas en las que estuve dando vueltas pensando en sí creer o no en lo que ese chico dijo.

¿Habría alguna posibilidad de que el amor de mi vida esté buscándome? ¿O de qué esté vivo?

Al día siguiente tomé un bolso y metí algunas de mis pocas pertenencias dispuesto a volver a The woods. Me tomaría días en llegar pero no me importaba, ya que si existía una posibilidad de que Jungkook estuviese con vida la aprovecharía y no me quedaría con la duda.

La marca en mi cuello se había cerrado nuevamente.

Antes de irme, visité otra vez a la hechicera para despedirme, por alguna razón sentí esa necesidad.

  Toqué la puerta varias veces hasta que salió. Su rostro se iluminó al verme — Hola, pequeño — saludó.

— Me iré... Volveré a mi lugar.

— Me alegra mucho que hayas tomado una decisión, y también me alegra haberte podido conocer.

— Grácias... — no supe qué más decir, me sentia como un niño.

— Te daré algo, sígueme — se adentró a la choza y yo hice lo que me pidió. Caminé detrás de ella con calma mientras se acercaba a una repisa y tomaba algo — esto es un amuleto; un amuleto de fuerza, cuando te sientas cansado y con ganas de rendirte, esto te brindará energía — me entregó una pequeña roca con incrustaciones de minerales y tal vez diamantes — ve por él — lo colocó en mis manos y las cerró en un puño junto con las de ella.

 ¿Él?

  Me despedí y comencé mi travesía... La teletransportación desde tan lejos no era una opción, así que debía caminar.

Cada cierta distancia me detuve para comer, eran mas de 4.000kilometros que recorrer y probablemente de 3 a 4 días.

Mientras más me acercaba, mi corazón latía con más fuerza. Tenía dos años sin volver a The woods y ahora lo estaba haciendo por algo que unos desconocidos me dijeron y yo decidí creer.

Saqué la roca de mi bolsillo y la mantuve en mi mano. Estaba tan nervioso y a la expectativa...

4 días después, había llegado. Frente a mí estaba el enorme letrero que decía "Bienvenidos a The woods" suspiré — el pueblo olvidado — tuve un deja vu, recordando la primera vez que habia venido a este sitio.

Trás expulsar todo el aire en mis pulmones comencé a caminar. El lugar seguía igual de abandonado. No habían rastros de humanos y todo permanecía destruido.

Pasé por el frente del centro de salud, o al menos de lo que fue.

¿A dónde debía ir? ¿A la colina?

Antes de cruzar el bosque pasé por la casa que era de mi padre y por alguna razón era la única que seguía intacta. El fuego no le había causado gran daño.

Abrí temeroso, percatándome de que todo estaba como lo había dejado.
Lloré al sentarme en su cama; pensando en que no disfruté lo suficiente con él — Hola, papá... — saludé — si tu manera de hablarme fue presentándome a esas personas pues te escuché. Volví a The woods, volví por respuestas, volví por Jungkook. Por favor sígueme guiando.

Tomé una ducha, agradecido de que hubiese agua y volví a vestir. Limpié un poco el espacio para ocuparlo, viviría allí al menos por mi estadía.

En la madrugada salí a buscar. La ansiedad no cabía en mi cuerpo a decir verdad.

Crucé el bosque; en el cual por suerte pude beber de un pequeño alce y saciar mi sed.

Después de caminar unos minutos llegué a la colina... Pero ya nada existía. Todo seguía en ruinas y no habia ningún vampiro o ser habitando allí — Maldición — me senté sobre unos escombros, pensando que haber venido había sido una locura, en este sitio no había nada, no había nadie.

Volví a la choza de papá y me recosté en su cama. Mis ojos permanecían abiertos y mi cabeza no dejaba de maquinar.

De pronto un foco se prendió en mi cerebro y recordé un lugar en el cual no había buscado. Mi corazón corrió cómo loco haciendo crecer un pequeño destello de esperanza, ya que tal vez... Solo tal vez, si de verdad Jungkook seguía vivió, pudiese estarme esperando allí.

Me levanté rápido de la cama y salí rumbo a ese lugar. Sostenía la roca en mi mano fuertemente mientras rogaba encontrarlo. Pasé por el medio del grueso espesor de árboles hasta finalmente llegar a la hermosa laguna a dónde él me había traído para pedirme perdón y hacer las pases contándome toda la verdad de nuestra historia.

La luna iluminaba el agua calmada y se veían algunas luciérnagas jugando al rededor, estaba completamente asustado. Me acerqué a esa gran roca en dónde nos sentamos aquella noche y me decepcioné al saber que no había nadie esperando por mí.

Tragué saliva sonriendo tristemente a causa de los recuerdos. Joder que lo extrañaba... Después de casi una hora, me puse de pie para ir quitando las prendas que cubrían mi cuerpo y entrar al agua.

Dejé todo sobre la piedra y caminé hasta la laguna... El agua estaba en un punto perfecto; ni fría ni caliente. Mojé mi cabello y disfruté la sensación.

Me sumergí buscando la forma de ahogarme, inhalé agua por la nariz tratando de que entrase en mis pulmones y me matara lentamente porque: ¿Para qué seguir?

Sin embargo, nada de lo que planeaba se logró porque fui sacado por unos fuertes brazos que me hicieron volver a la superficie y respirar aire puro. 

Nuestros rostros quedaron frente a frente mientras me cargaba y nuestros pechos subían y bajaban de forma violenta.

No importa cuan brillante estuviese la luna en esa noche, sus ojos lo eran aún más. Toqué su cara, tratando de confirmar que era real, mientras lágrimas salían como un río y todo mi ser temblaba ante él — ¿J-jungkook? — pregunté sin saber si estaba alucinando.

— Volviste...







   *Gritos de perra loca* aaaaaaa. Próximo cap narrado por jk sobre lo que pasó ➡️

IN THE WOODS (KOOKMIN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora