Enemigos

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   Un rato después, Jungkook se volvió a unir junto a su hermana. La chica no me dirigió la palabra y eso sinceramente me hizo sentir mal.

— Lamento la tardanza — dijo en mi oido. Yo asentí sin nada que opinar. Me quería ir de ahí.

— Y cuéntanos, Jimin... ¿A qué te dedicas? — preguntó su madre.

— Soy doctor — dije sin ganas de hablar.

— Oh, que bien.

Un silencio incómodo se hizo presente — Mandé a cazar algunos animales para que coman algo.

— Gracias, hijo. Siempre tan atento — le dió un beso en la mejilla la mujer.

Nos sentamos en una mesa que ahí había y las del servicio nos dieron un plato con un pequeño cerdo en cada uno.

— Yo no quiero, gracias — dijo el platinado cruzándose de brazos.

Yo tampoco quería pero me daba algo de pena rechazar el gesto que Jungkook había tenido.

— ¿Estás bien? — preguntó bajito.

  Asentí dándole una sonrisa falsa.

Después de "cenar" Los padres pidieron hablar a solas con él y yo salí al patio a tomar aire. Sabía que esto no iba a ser fácil pero ahora tenía a su familia en mi contra también.

Sentí una presencia detrás de mí y me fijé que era Yoongi. Se sentó a mi lado y sacó un cigarrillo.

— ¿Los vampiros pueden fumar? — inquirí completamente sorprendido.

— Es solo humo... No me hará nada — dió una calada y botó por la nariz. De perfil se parecía algo a Jungkook. Solo que más bajito y con cabello plata — ¿Quieres? — me ofreció.

Miré hacia atrás que nadie viniera y lo tomé de sus manos fumando un poco; se sintió bien a decir verdad — Gracias.

— Ni una palabra a Jungkook o me mata — lo solté de inmediato y él se rió tomándolo del piso para dar una última calada y tirarlo — Jungkook es muy estricto. Solo consume sangre de animal. Evita matar gente y no le gusta ningún tipo de cosas que según él "Dañen tu templo" pero eso solo lo hace un aburrido.

— La gente que moría en The woods... ¿Tú lo hiciste?

— ¿Creés qué soy el único vampiro de esta mierda o qué? Por supuesto, sí maté a muchos pero otros también lo hicieron. Además llegaron los jodidos lobos.

No sabía qué responder a eso, era de esperarse.

— Escucha, mi madre no te quiere. Te hará la vida cuadritos.

— ¿Qué puedo hacer?

— Nada, solo ignorarla. Jungkook te ama así que te defenderá. También pues... Estoy yo para lo que necesites — hablaba sin mirarme, observando la luna.

— Gracias — el olor de Jungkook se hizo presente y volteé en automático para verlo — Me dió un beso en los labios y Yoongi se paró para irse.

— Nos vemos mañana — se despidió de su hermano.

— ¿Todo bien? — preguntó sentándose a mi lado — ¿Por qué hueles a nicotina?

— Tu hermano estaba fumando... Supongo que me quedó el aroma.

— No hagas eso, no es bueno para tu cuerpo.

  Asentí sintiéndome mal por mentirle.

— Mamá dice que le caiste bien — ¿En serio? Forcé una sonrisa.

                               ~

  Un rato después estábamos en nuestra habitación. De verdad queria dormir. Jungkook dijo que no iba a sentir ganas pero después de tres días sin hacerlo, lo extrañaba — Quiero dormir — le dije.

— ¿En serio?

— Sí... Lo necesito — la verdad es que era agobiante estar todo el día despierto jugando a ser alguien que no era.

— Podemos buscar a una hechicera; que haga un embrujo en ti para que puedas dormir ¿Quieres eso?

— ¿No es algo malo?

— Eras humano hace poco, es algo normal. Tu cuerpo tal vez aún necesita cosas que acostumbraba en su antigua vida.

— Gracias... — quería preguntar qué fue lo que habló con su hermana pero no me atreví — ¿Cuándo iremos a visitar a Nicolás?

— Si quieres vamos ahora.

  Asentí frenéticamente y mi humor había cambiado; me sentía feliz de poder verlo.

Nos transportamos hasta su casa — Entra tú... Te espero aquí — dijo Jungkook sentándose sobre una roca.

Eran la 1am, esperaba que estuviese durmiendo. Empujé un poco la puerta dándome cuenta de que estaba entre abierta.

El señor Nicolás estaba en su cama durmiendo. Algo que llamó mi atención fue que habían muchas más notas y dibujos por todos lados y en la mesita de noche estaba el maletín que había dejado con los medicamentos e inyecciones para su Alzheimer.

Me fui acercando lentamente hasta la pared para leer lo que había escrito y su voz me hizo dar un brinco del susto — Volviste... — volteé espantado para verlo sentando en el colchón. Su cabello estaba despeinado y tenia una sonrisa en su rostro ¿Me recordaba?

— ¿Sabe quién soy? — caminé hacia él.

— Mi doctor — me sentí tan feliz — pero ahora eres diferente ¿Verdad? Eres un híbrido — se veía preocupado. 

Me arrodillé frente a él y tomé sus manos — Sí, pero sigo siento el mismo.

— Lo sé, lo puedo sentir en tu aura. Tienes el mismo corazón. Ten mucho cuidado.

— ¿Con qué, señor Nicolás?

— No todos son buenos; algunos tendrán envidia de tu belleza. Otros de tus dones y quien un día te abraza puede clavarte una estaca por la espalda. No confíes en nadie.

No entendía qué era lo que me quería decir — Lo tendré presente... ¿Cómo se ha sentido? Lo noto muy bien.

— Oh — sonrió — he tenido mis inyecciones, lo anoté justo aquí — se paró torpemente y me mostró un papel pegado dónde estaban anotadas las horas y las cantidades, eso me sorprendió muchísimo.

— ¿Usted sólo se ha inyectado?

— Para nada, hijo — se carcajeó — soy un viejo torpe; pero hay un chico muy amable que viene a diario a traerme comida y cuidar de mí.

— ¿Un chico?

— Sí, es un hombre de cabellos rojos como la sangre y sonrisa amable. Lo encontré herido en el bosque y lo traje hasta aquí. Cuando se curó cuidó de mí en agradecimiento.

¿Un hombre de cabello rojo? ¿Podría ser él?

— ¿Y dónde está ahora?

— No lo sé... No viene por las noches. Sólo por el día.

Revisé mi maletín y era verdad, ya casi no quedaban medicamentos.

Jungkook entró a la cabaña a buscarme — Hora de irnos.

Asentí y me despedí del anciano prometiendo volver pronto, quedándome con la duda de si hoseok seguía con vida.













Grax por leer

IN THE WOODS (KOOKMIN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora