Planificaciones

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    Todos estaban reunidos en el centro de salud poniéndose de acuerdo sobre un plan para atrapar a quien estaba causando todas esas muertes.

Jimin quería contar lo que el anciano le había dicho pero no sabía por dónde empezar.

— Yo quiero decir algo... Pero no sé si van a reírse o pensar que estoy drogado — habló.

— Te escuchamos — dijo Bobby — nada de lo que digas puede ser más loco de lo que ya es todo lo que está ocurriendo.

— Hablé con un aldeano de la zona, era un señor de una edad avanzada. Me contó algunas cosas sobre este pueblo y entre ellas, me habló de unos seres llamados "los híbridos".

   Juraría que el ambiente se puso tenso por alguna razón, la gente se comenzó a mirar entre sí. Jimin tragó saliva y continuó — Vampiros, hombres lobo y brujas. No sé nada al respecto pero se veía muy seguro y lo que está pasando puede ser eso o puede ser parte de un culto satánico con sacrificios. Quiero que si alguien sabe algo más, por favor, no se quede callado, ya que yo soy solo un simple doctor, y no puedo hacerlo sólo — rogó.

Un hombre pasó adelante mirando hacia el suelo — No sé si corro peligro diciendo esto, pero yo ví a un vampiro hace algunos años, presencié a la distancia como bebía la sangre de un compañero de trabajo... No dije nada por miedo pero ver esas marcas en el cuello de Poul...

— ¿Alguien más? — preguntó el rubio.

— Y-yo sé algunas cosas — dijo la chica peliroja que les prestó la cabaña — hace muchos años... Cuando estaba pequeña, mis padres nos contaban la historia de la guerra entre vampiros y humanos. Nos decían que para alejarlos usáramos ajos y si nos tocaba luchar la mejor forma de herirlos era con armas de plata, aunque la única forma de matarlos era con fuego; Fuego real. N-no sé si sea cierto pero es algo que siempre nos decían a mi hermano y a mí. Tal vez pueda servir de algo.

— También escuché sobre eso — intervino otro hombre — podemos hacer en la herrería algunas armas con plata.

— Excelente, hagamos eso entonces — dijo Hoseok. Jimin escuchaba pensando en si era una buena idea o no, porque a decir verdad, era alguien muy escéptico y no creía en seres mitológicos. Pero todo lo que pasaba en ese lugar era fuera de normal.

Por otro lado, pensaba en las manos mágicas de Jungkook acariciando su falo despierto... Su piel se erizaba de solo recordarlo. Quería más de eso, pero no sabía cómo pedirlo o qué más hacer. El Pelinegro aparecía cuando le daba la gana y se iba de un momento a otro dejándolo aturdido.

Había algo raro en él. A Jimin le gustaba. Le gustaba mucho pero quería conocerlo mejor.

   Esa noche, lo esperó frente a la cabaña, estaba terriblemente ansioso por verlo. Pasaron horas y nada que llegaba, se estaba dando por vencido, así que se levantó de la mesedora y se dispuso a entrar pero una voz lo detuvo.

— ¿Te vas tan pronto?

  Joder, joder, joder. Maldito desgraciado con solo hablar lo ponía a hiperventilar. Volteó despacio para verlo.

Llevaba el cabello recogido en una coleta y un traje sin saco en color negro. El amarillo de sus ojos era extremadamente brillante — Me estaba cansando de esperarte.

El hombre sonrió de lado y se acercó al rubio hasta quedar frente a frente y mirarlo desde su imponente altura — ¿Esperabas por mí? — el rostro de Jimin quedaba justo en el pecho musculoso del contrario, haciéndolo sentir pequeño e intimidado.

— Nunca se sabe en qué momento puedas venir y violar mi privacidad...

Jungkook lo hizo levantar el rostro sosteniendo su barbilla con el dedo índice —  Me deseas ¿No es así?

¿Qué debería responder a eso? ¿Sí? ¿No? ¿No sé coger?

— No sé porque me haces sentir así.

— ¿Así cómo? — hablaba de una manera muy grave y baja jugando con el labio inferior y su pulgar.

— Curioso...

— Eso es algo bueno, porque significa que quieres saber más y yo estoy dispuesto a enseñarte — introdujo el dedo en la boca del rubio — Chúpalo — Jimin lo miraba a los ojos mientras con su lengua de forma tímida acariciaba el pulgar — Así... Succiona lentamente.

El más bajo se dejaba hacer y hacía lo que se le pedía.

— Abre la boca y saca tu lengua — pidió y el doctor lo hizo — Jungkook sacó el pulgar y metió dos dedos: el índice y medio en la boca contraría. Haciendo movimientos de adentro hacia afuera repetidas veces hasta que los llevó a la garganta del rubio provocándole una arcada. Se rió al ver cómo sus ojos se llenaban de lágrimas por el acto — Si no puedes con mis dedos mucho menos podrás con mi polla — se burló.

   Jimin en un acto de osadía le tomó la mano y se llevó los dedos él mismo a la boca, imitando el movimiento que anteriormente había hecho el más alto.

Y bueno, no es que el doctor fuese un mojigato, sabía cómo funcionaba una felación y un acto coital, pero simplemente nunca le había apetecido hacerlo.

Hasta ahora...

Con sus labios y lengua jugaba con los dos largos dedos del pelinegro, moviendo la mano contraría con la suya y llevándola lo más profundo que podía aguantar. Las ganas de vomitar siempre venían pero hacía su mejor esfuerzo por soportarlo ya que la mirada profunda que el hombre frente a él tenía, lo hacían sentir caliente y deseado.

— Muy bien... Lo estás haciendo bien — felicitó. Jimin dejó de hacer lo que hacía recordando que estaban en el frente de la cabaña, sus mejillas se tiñeron de rojo y miró a todos lados para ver si no había nadie más — Tengo que irme — avisó y sin poder evitarlo el doctor se sintió decepcionado.

— ¿Por qué siempre te vas así? Tan pronto... No sé nada de ti excepto que te llamas Jungkook, tienes un hermano drogadicto y odias el sol — se cruzó de brazos molesto.

— ¿Qué quieres saber?

— Dónde vives, tu edad, de qué trabajas... Todo eso y por qué usas esos lentes de contacto tan brillantes.

El más alto soltó una carcajada — Soy mucho mayor que tú, te lo aseguro. Vivo lejos, y trabajo en un banco — dijo divertido — Tengo cosas que hacer ahora, pero vendré nuevamente mañana por la noche. Espérame en tu cama, te enseñaré algo nuevo.

  Se acercó muchísimo a su rostro y Jimin cerró los ojos esperando un beso.

Un beso que nunca recibió. Cuando los abrió ya el hombre no estaba por ningún lado.

   








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IN THE WOODS (KOOKMIN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora