Epilogo

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   Nuestras respiraciones eran tan erráticas y confusas, nos mirábamos mutuamente sin poder creer que estábamos de nuevo juntos.

Acaricié su rostro angustiado — Volviste — me dijo y pude sentir el dolor en sus palabras.

— Creí que habías muerto — mi ceño se frunció y las lágrimas brotaron solas — Creí que te había perdido.

— Estoy aquí, mi amor... Estoy aquí — me abrazó con fuerza, tratando de hacerme sentir todo lo que él sentía.

— V-vi tu mano...

— Lo sé, ese maldito la cortó, pero la tengo nuevamente — explicó y lo miré aterrado sin entender cómo carajos eso era posible.

— No puedo creer que te tenga frente a mí, esto es tan irreal.

— Somos seres irreales, nuestro amor es irreal y va más allá de cualquier entendimiento. Por eso estamos aquí nuevamente, y te juro por el jodido infierno que no te dejaré ir nunca más.

— ¿Dónde estuviste? — pregunté mirándolo a los ojos.

— Salgamos del agua, te contaré todo en casa de tu padre.

Al salir de la laguna tomé mis prendas y me vestí, y a pesar de que me vió desnudo su mirada hacia mí nunca fue morbosa, al contrario; me veía con ojos de amor y eso me hizo sentir tan tímido y nervioso.

— ¿Puedes teletransportárnos hasta allá? — pidió y asentí con una pequeña sonrisa. Para luego tomarlo de la mano y viajar juntos a la casa de mi padre.

Prendí unas pocas velas y me senté en la cama, Jungkook seguia mojado — Creo que me tendré que poner ropa del viejo — dijo divertido, quitándose la camisa húmeda.

Abrí el closet de papá, saqué algunas prendas que se veían limpias a pesar del tiempo que tenían guardadas y se las entregué.

Agradeció con su cabeza y me senté en la cama a mirarlo, se desnudó frente a mí, notablemente avergonzado también, bajé la vista a sus manos y pude apreciar una gran cicatriz al rededor de su muñeca derecha — ¿La marca quedará?

— Oh — se percató de lo que hablaba — supongo... Ya que no fue algo natural, sino más bien un tratamiento científico forzado — dijo con pesar y yo asentí.

Una vez tenía una gran camisa de papá y unos pantalones, tomó asiento a mi lado — ¿Me dirás por qué te escondiste de mí?

Suspiró y tomó una de mis manos, sorprendiéndose al ver el anillo en mi dedo — Aún lo tienes... — me levanté, saqué de mi bolso el suyo y se lo entregué, me miró incrédulo — ¿Cómo es posible? Creí que se había perdido.

— Creíste mal — lo coloqué nuevamente en su dedo.

Sonrió y entrelazó nuestras manos — Pasé casi dos años en tratamiento para obtener de nuevo mi extremidad... Fue horriblemente doloroso, un chamán del pueblo vecino me ayudó muchísimo.

— ¿Cómo sobreviviste?

— Yoongi... Él me rescató — al escuchar su nombre automáticamente hice mala cara — sé lo que te hizo, me lo confesó. Lo lamento mucho, bebé.

— No importa, no logró su cometido, al menos hizo algo bien en su jodida vida.

— Ahora mismo no sé dónde está, se fue lejos ¿Y tú? ¿Dónde estuviste?

— Aquí, allá... En Canadá. Viví el último año allí.

— Me hiciste tanta falta — hablaba mientras miraba nuestras manos unidas — perdóname por no haber podido defenderte, por pedirte que te fueras y haberme escondido después.

— La pasé muy mal...

— Lo sé, lo siento tanto pero temía que si seguías a mi lado resultaras herido.

— ¡Sé defenderme!

— Lo sé, mi amor, lo sé. Acabaste con todos ellos... Estoy tan orgulloso de ti, eres muy fuerte.

Sus palabras me hicieron llorar nuevamente y me lancé a abrazarlo haciéndolo recostar en la cama — ¡Nunca preguntaste si yo quería quedarme! ¡No sabías si estaba dispuesto a vivir en una guerra solo por estar a tu lado!  No fue justo que me alejáras así — me quejé. Me quejé porque era algo que tenía guardado dentro y se lo tenía que decir.

— Perdóname.

Lo besé como había querido hacerlo hace dos años y mi llanto se intensificó — Te amo, joder... Te amo demasiado y no sé vivir sin ti, fue demasiado duro — dije en un jadeo separándome de él.

— Tambien te amo, mi amor, lo eres todo para mí, siempre ha sido así y siempre lo será... Por toda la eternidad. Y sé que fue duro, yo también lo viví.

Sostuvo mi rostro y me devolvió el beso el doble de cargado mientras mi cuerpo tembloroso estaba encima del suyo tan fuerte y varonil como lo recordaba — ¿Aún te gusto?

— ¿Es una jodida broma? Eres el ser más hermoso y perfecto del jodido mundo... Me encantas, me fascinas totalmente — apretó mas fuerte mi cintura — desde que te vi vestir en la laguna estoy loco por hacerte mío pero decidí que quiero ser más sutil y romántico contigo y esperar que todo fluya.

— Me gustas tal y como eres... Amo tu pasión a la hora de hacer las cosas y la forma tan fuerte en la cual me amas — lo besé muy despacio para poder degustar sus deliciosos labios que tanto extrañé.

La noche sería larga, los días también. Y teníamos mucho de qué hablar, pero ahora me sentía en paz por el solo hecho de tenerlo a mi lado.

Coloqué mi mano sobre su muñeca mientras lo seguía besando; sanando su cicatriz para no dejar ninguna marca. Por fin dominando mi don de sanación.

Lo cierto es que, él había perdido más que yo... Perdió a sus padres y hermanos, su casa, su trabajo, la colonia — ¿Qué haces? — preguntó sobre mis labios y miró su brazo — Quitaste la marca — dijo sorprendido.

— La única marca que quiero que tengas es la de nuestra unión y... Aún tenemos una boda pendiente.

Sonrió por primera vez en la noche, mostrándome todos sus lindos dientes — ¿Aún quieres casarte conmigo? — preguntó divertido.

— ¿Crees que te vas a deshacer de mí? — lo miré levantando una ceja — tendremos una linda boda solos tú y yo en algún lugar lejano... Y conseguiremos un nuevo hogar.

— Te amo tanto — lo sé, yo también lo amo con todo lo que soy.

Me recosté en su pecho mientras me acariciaba el cabello, comenzando a contarnos todo y después de mucho tiempo sin hacerlo pude volver a dormir.

Sintiéndome a salvo. Y justo antes de cerrar los ojos ví a mi padre sonreír con cariño para luego levantar su dedo pulgar y desaparecer.

Gracias por tanto, señor Nicolás.
Gracias por tanto, papá.




      Tú me hiciste hacer todas esas mierdas, solo por un jodido capricho. Hoy el chico que me gusta me odia y probablemente mi hermano también lo hará.

— ¿Q-qué estás haciendo, Yoongi? Suelta ese cuchillo — la mujer estaba aterrada viendo como su hermano se acercaba amenazante.

— La colina desaparecerá y todos morirán aquí.

— Déjame ir... Por favor.

— Le hiciste mucho daño a Jimin... Él solo era un niño, me hiciste matar a su madre, y por tu culpa tuve que asesinar a su padre.

— Yoongi... Soy tu hermana.

— Lo siento — dijo antes de clavarle el puñal con el cual le quitaría la vida.













     Llegó el fin mi gente linda, les daré un extra 🐷🐽 ya que la culianga es vidax1000 ➡️➡️➡️

IN THE WOODS (KOOKMIN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora