Cap 18: Robin y Alexander Cómplices

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Narra Robín:

- Robín necesito un favorcito tuyo – me pregunto Alexander.

- claro, dime.

- necesito que me des el numero de Hannah – la petición me agarro de sorpresa, pero obvio que se lo di, siempre lo mejor para mi mejor amiga jajaja, sabía que se iba a molestar.

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Después de un rato, estaba cansado ya de estar aquí, si había algo que odiara, eran los hospitales, sabía que eran unas puertas hacia la muerte, en algunas ocasiones, hace mucho tiempo una prima muy cercana a mí, entro de urgencias y murió, por algo odiaba los hospitales.

Mis padres me habían estado llamando para saber cómo estaba al igual que mis hermanos, pues ellos están fuera del país, mis padres están en Tailandia y mis hermanos también pero en diferentes ciudades, éramos solo cuatro hermanos, todos hombres, quizás también por eso quería a Hannah tanto como una hermana.

Me puse a pensar en que ella había estado aquí sin descansar pendiente de mi, ella me quería mucho al igual que yo a ella, desde el primer momento en que ella llego a la sede, se volvió mi mejor amiga, ya que yo fui quien la entrene, jajaja, pues es claro que ella tiene 30 y yo tan solo tengo 28, efectivamente fue el destino que nos unió, habían muchas ocasiones en donde nos decían “ustedes parecen novios” “¿son novios?” “harían muy bonita pareja” etc. Pero jamás la
imaginaria de esa forma, yo la veía como mi hermana.

En eso que seguía pensando sobre la vida, pues si, estuve al borde la muerte, yo sé que ustedes dirán, por amigos no se sacrifica la vida, pero ella no era mi amiga, era mi hermana y obviamente lo haría mil veces si fuera necesario.

Pues mientras seguía pensando escuche cuando entro la enfermera.

- muy buenos días Sr. Robín – cuando voltee a mirar, era una hermosa enfermera, era pequeña, pues imagínense mi altura yo soy pequeño también, bueno ella era más pequeña que yo, una rubia hermosa con los ojos azules, ya sé lo que dirán, no pues Robín se enamoro, pero no, yo había tenido muchas novias pero nunca nada serio, le huía al compromiso, pero no podía negar que era un enfermera muy linda.

- muy buenos días enfermera, disculpa, Moly

- ¿Cómo se encuentra hoy?

- Moly hagamos algo, dejémonos de formalidades ¿va? Si vamos a estar estos dos días juntos en terapia lo mejor es que sea sin el usted ¿te parece?

- me parece Señ….- hizo una pausa y continuo – disculpa, Robín – dijo con una bella sonrisa en su rostro.

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Me encontraba descansando en mi camita, había estado muy cansada en el trabajo, era agotador, cuando sonó mi celular. Era un mensaje de un número desconocido.

Desconocido: Buenas noches, soy Alexander ¿Cómo esta su majestad? Disculpe si interrumpo.

Me levante de golpe de la cama al leer su nombre, odiaba que me digiera su majestad que obsesión con la palabrita

- ¿Quién le habrá dado mi numero? – dije mientras pensaba - ¡ROBÍNNNN!

Simulaba estar molesta, pero realmente me había gustado que me escribiera, el problema estaba en que le iba a responder, por chat también soy demasiado seca Después de un rato, me digne a responder.

Yo: Buenas noches doctor, bien hasta que llego su mensaje

Alexander: ¿siempre que hablemos me vas a decir que mi presencia te molesta?

Un Último Adiós ✓©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora