Cap 19: ¿Cita?

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- De verdad me quede sorprendido cuando te vi – dijo mientras salíamos.

- ¿Por qué pues? – dije yo aun sonrojada.

- ¿es en serio la pregunta? Estas hermosísima – dijo a lo que me sonroje más y estaba odiando ya eso – estas rojita – dijo en tono de burla y soltó la carcajada.

- te habías tardado en reírte – dije ya un poco molesta.

- ay ya, eso solo me dice que te pongo nerviosa – dijo mientras no dije nada.

Estuvimos caminando todos los próceres mientras hablábamos y comíamos helado, nos tomamos muchas fotos en cada decoración que veíamos, parecía niña chiquita, jamás me había sentido así con alguien, el me hacia bromas y yo a él, hubo un momento en que casi me caigo por su culpa y en vez de enojarme nos reímos sin parar, y le dije que en cualquier momento me mandaba para el hospital y el bromeando decía que si eso pasaba, el sería el doctor que me curaría, ahora si podía decir que lo había conocido a fondo, le saque muchas preguntas, quería saber de su vida y al parecer él de la mía porque sí que me preguntaba bastante.

Le pregunte sobre sus padres, me dijo que estaban fuera del país en Groenlandia, le pregunte si tenía hermanos y me dijo que si, una hermanita de 19 años, que vivía aquí en Venezuela en un apartamento sola.

El también me preguntaba y mucho mas, que cuantos años tenía, 30 el tenia 33 aunque ya yo sabía porque lo había investigado, upss, que de donde era, pues de aquí de caracas, aquí naci y aquí he vivido mis 30 años, me preguntó si había tenido novio, le dije que había tenido como 4 a lo largo de mi vida, que en la adolescencia no recuerdo cuantos, pero que recuerde de adulta 4, me pregunto porque habíamos terminado y le dije que uno porque quería estarme controlando y pues no, a los otros 2 porque ya no los quería y le termine y al 4to porque no me soportaba, decía que yo era muy amargada, ese fue el último, hace como 4 años atrás.

Estuvimos hablando miles de cosas en lo que se hicieron las 12pm, y pues tenía hambre y como yo no soy gafa yo si le dije

- ¿vamos a comer unas hamburguesas o unos perros calientes?

- ay no, yo como mucha grasa ¿no te gusta el sushi?

- siii, pues no es que como todos los días pero si me gusta

- a bueno, entonces vamos mejor a comer sushi, conozco el mejor lugar – dijo mientras caminábamos hacia su camioneta.

Cuando nos montamos en la camioneta, inconscientemente monte la mano en la palanca, pues cuando me monto en mi carro es lo primero que hago inconscientemente, pues puse la mano en la palanca y sentí solo la mano de Alexander tocar la mía, voltee y me encontré con esos ojos verdes y hermosos.

- ¡disculpa…Pues… es que…! – decía yo mientras quitaba la mano como una
estúpida sin poder soltar lo que tenía que decir.

- tranquila, no hay problema – dijo él con una sonrisa.

- es que pues cuando me montó en mi carro inconscientemente lo hago – no sé que me pasaba, jamás le había dado explicaciones a nadie de lo que hacía o no, así no era yo, ¡¿QUÉ ME ESTA PASANDO?!

- tranquila, todo bien

En todo el camino no dijimos mucho, entre pocas palabras, cuando llegamos al lugar, era un restaurante de sushi muy elegante, y nos dispusimos a entrar.

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- ¿por algo en especial es que te gusta el sushi? – pregunto él mientras
comíamos.

Un Último Adiós ✓©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora