Un Último Adiós ✓©

Cap 20: Elegancia primero

Me fui a vestir, me puse una camisa blanca manga larga, con un pantalón negro y unos tacones negros, me eche perfume, unos lentes negros oscuros y listo, baje.

- wow – dijo Alexander al verme, el estaba vestido con una camisa azul oscuro manga larga, un pantalón negro y unos tenis blancos, se venía guapísimo, tenía un reloj también lindo y el perfume que tanto amaba.

- nos vamos – dije mientras él me abría la puerta del carro.

- toma, un pequeño obsequio – me dijo dándome el regalo.

- ¿Qué es? – dije con una sonrisa.

- ah no se ábrelo - dijo él mientras cerraba la puerta del carro y nos íbamos para ir la clínica.
El diseño del regalo era una caja roja con unos globos rojos también, tenía una nota arriba que decía para su majestad

- ¿no piensas superar esto? – le dije mientras levantaba la nota.

- no, jamás – dijo mientras sonreía.

Cuando abrí la caja, adentro de ella había un arreglo donde había chuchería, globos y además un perfume que tenía una nota “he notado que usas mucho este perfume y si te soy sincero me encanta, nunca dejes de usarlo” voltee la mirada a él y él me miro.

- gracias – dije mientras guardaba las cosas de nuevo.

- no hay de qué.

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- ¡buenaaaas! – dije entrando a la habitación de Robín con un regalo que nos detuvimos a comprarle, pero mi sorpresa fue otra al ver que estaba risa y risa con la enfermera – ¿me perdí de algo? – dije con una cara de sorprendida a lo que él se puso serio y me lanzo una mirada, que me iba a matar.

- buenos días agente Wilson – dijo la enfermera

- buenos días Moly – dije con una sonrisa.

- amm, yo ya vengo, le traeré las cosas a Robín – dijo mientras salía de la habitación.

- ¿Robín? ¿En serio? – dije mientras él me veía odiándome.

- ¿Qué? ¿Qué pasa? ¿Algún problema?

- no, yo no mas digo – dije mientras me sentaba – toma un regalito – dije mientras le daba un rico desayuno que había comprado.

- ¡Ayy, gracias mugrosa!

- nada de gracias, me debes 15$ mugroso.

- ¿qué? Jajaja dile a tu novio que te los de – dijo a lo que yo pele los ojos y lo mire, note como Alexander también lo miro.

- vez porque no podemos estar bien, por tus estupideces – dije pegándole en la cabeza.

- ya estás listo Robín, ya sabes que tienes que estar de reposo – dijo Alexander

- si Alex, tranquilo… ummm no me había fijado que están muy lindos los dos, eso pues – dijo en lo que me sonroje y quería matarlo. Ninguno de los dos dijo nada, Alexander solo soltó una carcajada.

- aquí están tus cosas Robín – dijo la enfermera.

- gracias preciosa – dijo él a lo que yo no pude evitar reír, sabía lo que estaba pasando, lo conocía, era obvio que la enfermera le había llamado la atención y como él había estado molestándome con Alexander había llegado mi momento de vengarme.

- ¿preciosa? Wow no puede ser, nuestro Robín se ha enamorado – dije en tono de burla a lo que él me lanzo la almohada.

Estuvimos hablando mientras Robín se arreglaba y luego salimos, llevaría a Robín a su casa y luego me iría yo al trabajo.