Bueno, joder. Nunca había una noche aburrida en Forbidden, pero por lo general la acción sucedía durante las horas, no después.
Luego de que la amiga asaltacunas de Lowe soltó su pequeña bomba,
Mason la miró como si se hubiera congelado por unos buenos cinco segundos antes de que se diera la vuelta y desapareciera por el pasillo sin decir una palabra.La mujer se movió para seguirlo, pero gruñí—: Ni siquiera lo pienses.
—Amigo —Gale apareció al lado de Katniss—, ¿no tiene una novia por la que se mudó desde Florida?
Le gruñí a mi compañero de cuarto como diciendo cállate y me giré de
nuevo hacia... el problema de Mason, quien no dejaba de mirarme. —Bueno, escuchaste al hombre —dije—. Dijo que dijeras lo que tienes que decir y te largaras, así que... momento de irse, señora.
Traté de ser respetuoso con ella, pero eso no funcionó. Por lo que no me importó ser directo. Demonios, me encontraba impaciente por ser totalmente grosero con esta... persona. Dejaba un gusto asqueroso en mi boca por alguna razón. Tal vez era porque me miraba como todo el mundo en mi ciudad natal
siempre lo hizo. Como si fuera basura.—¿No oíste lo que acabo de decirle? Necesitamos discutir esto... juntos.
Me reí. —Cariño, si él hubiera querido discutir algo contigo, lo habría hecho. Pero no lo hizo. Por lo tanto, vete. Cuando no se movió, la miré fijamente a los ojos y llamé a Ham. —Oye, Quinn. Escolta a esta fina señora a la puerta, ¿podrías?
—El virgen necesitaba una tarea sucia para su primera noche en el trabajo. El problema de Lowe se hallaba muy ocupado matándome con la mirada para notar la forma en que Ham saltó y amplió sus ojos como si quisiera orinar en sus pantalones más que ir a cualquier sitio cerca de ella. Pero se calmó justo a tiempo para asustar a la perra. Ella se giró cuando él se acercó y aulló cuando el metro noventa y ocho, y los ciento diez kilogramos tensos hicieron contacto
visual con ella. No necesitaba saber que era inofensivo como un gatito. Su tamaño era tan intimidante como su voz áspera cuando dijo—: Por aquí. Se puso en marcha sin quejarse y estuvo fuera del club en momentos. Luego de que la puerta se cerrara y el silencio descendió en el bar, miré a Katniss. Ella levantó su cabeza, y compartimos una mirada como si quisiera hablar.—Bueno, mierda —explotó Gale—. Creo que Lowe no es tan devoto a esa novia como pretende ser.
Suspiré y sacudí la cabeza. —No iría haciendo suposiciones sobre algo
que no sabemos nada al respecto.
—¿Fue solo a mí, o esa mujer asustó a todo el mundo? —preguntó Quinn,
apareciendo al otro lado de Katniss en el bar. Tiritando, se frotó los brazos y miró hacia la puerta principal como si se quisiera asegurar que todo el mal se había ido.—Pensé que era algo ardiente —dijo Gale y movió sus cejas—. No culpen
a Lowe por tener sexo con una asaltacunas como esa. Yo definitivamente me la follaría.
Con la palabra asaltacunas, explícitamente recordé a Lowe diciendo que no le gustaban tales. En absoluto. Fruncí el ceño, totalmente confundido por que lo que pasó.—Bueno, está vomitando —anunció Finnick, volviendo del pasillo. Supongo que fue atrás para ver a Lowe—. La inminente paternidad no debe sentarle bien.
Katniss dejó escapar un suspiro y abrió la boca como si fuera a decir algo, pero luego cerró sus labios y permaneció en silencio. Le dediqué una mirada. —¿Qué? Con una pequeña sacudida de su cabeza, me envió una tensa sonrisa.
—Nada. Supe que sí era algo y la estudié por un segundo, pero una campanada por la máquina registradora interrumpió la silenciosa habitación.
—¿Es ese el teléfono de Lowe? —preguntó Gale.
Los cinco en el bar compartimos una mirada. Creo que todos sabíamos que el timbre de su celular no podía ser buenas noticias. Dado que nadie se
movió, me adelanté y miré la pantalla encendida mientras continuó sonando. La foto de una chica con largo y sedoso cabello marrón y con un aro en la nariz me
miró con una linda y despreocupada sonrisa. El nombre bajo su foto decía Reese.
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La Dra. Everdeen.
RomanceTercer año en la universidad. Atleta estrella. La constante atención del sexo opuesto. Hasta que una persona vislumbra al verdadero yo. Nunca esperé conectar con alguien así o querer más allá de una noche. Esto podría ser algo real.