Capítulo 16: el proyecto y las preguntas incomodas.

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Sam y yo nos hicimos amiges últimamente, es decir, siempre me cayó bien, pero ahora hablábamos más.

-¿Viste a Madison, Mir?

-Ajá, ¿cómo no verla?

-Es muy linda.

-Confirmo que tengo una debilidad por las profesoras de historia.

-Ni lo pienses, todavía tienes a Marilyn, además ella es todo lo que necesito, algo baja, cabello oscuro, cuerpo con curvas, labios carnosos, mirada de que odia al mundo. Es perfecta para mí.

-Está bien, te la dejo. ¿Recuerdas que hoy comenzaremos con el proyecto cierto?

-Sí, yo estaré con octavo, les daré las indicaciones para que comiencen a escribir, mientras tú haces lo mismo con noveno.

Y en eso entraron Carla, Taylor y Charlotte a tomar algo y charlar, como siempre hacemos. Detrás de ellas entró John.

-Hola. –Dijo Madison entrando a la sala.

-Buenas, ¿qué tal la primera clase? Por cierto, soy Miranda Grey, la de artes.

-Muy bien, un placer, los de octavo me hablaron sobre ti.

-Probablemente bien. No es que puedan hablar mal de mí.

-Soy John Van Klein, música, un placer.

-Lo mismo digo.

-Sam Caulfield, lengua y literatura, un placer.

-Lo mismo digo, ¿tu pronombre es elle? –asintió.

-Carla Dempsey, bibliotecaria.

-Un placer.

-Seguramente me recuerdas. –Dijo Charlotte con una sonrisa.

-Claro, la única de aquí además de mi tía y mi padre que me tuvo como alumna.

-¿Eras alumna aquí? –Pregunté.

-Sí, solo que nunca te tocó darme artes.

-¿Tú eres la del cuadro de honor? ¿Y eres hija de Cameron? –Preguntó la italiana.

-Sí, solamente no le digan que estoy aquí, sigue culpándome por la muerte de mi hermano.

-Está bien.

-¿Dónde has estado todos estos años?

-Bueno, viví cuatro años en Uruguay, estuve un verano en Italia con una novia que tuve.

-¿Aprendiste el idioma? –interrumpió Carla.

-Sí, y volví aquí hace seis meses. Ahora yo tengo una pregunta. ¿Taylor y Charlotte son pareja? –Ambas se sonrojaron.

-No por ahora, están en algo. –Le respondí.

-¿Cómo supiste? –preguntó Adams.

-Parece que se van a comer con la mirada.

Ellas parecían un tomate, lo que nos hizo reír más.

-Cambiando de tema, hoy comenzamos con el proyecto de escritura con octavo y noveno. –Contó Sam.

-Genial, les dije que Sofía se los iba a aprobar. –Dijo Charlotte.

-La bruja Soriano adivinando el futuro. –Dijo Madison riendo por la mirada de odio que le dedicaba Charlotte. –El apodo siempre estuvo bien puesto. Fue el mejor que puse.

-¿Fuiste tú? Debí haberte reprobado.

-En sí fue algo grupal, digamos que una vez estábamos hablando de ti y te dije bruja, luego se convirtió en tu apodo.

más que compañerasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora