Hoy celebraremos en mi casa, mi noviazgo con Taylor.
Va a ser algo pequeño, los amigos del trabajo más cercanos, y claramente con mucho alcohol.
Taylor y Martha preparaban la comida, mientras yo entraba a la ducha y luego preparaba la mesa.
Cinco minutos antes de lo pactado llegaron Sam y John, luego Carla, pero Madison no aparecía.
-¿Mad no viene? –Preguntó Sam.
-Me dijo que vendría, pero ya han pasado veinte minutos. ¿Se habrá perdido?
-La llamaré por las dudas. –Inmediatamente Carla sacó su celular y se retiró para realizar la llamada.
-Qué raro, ella era muy puntual.
-No hables de ella en tiempo pasado como si estuviera muerta, Charlotte.
-No me refiero a eso, cuando era alumna era muy puntual.
-¿Y bien? –Preguntó Taylor al ver a Carla volver a entrar.
-Dice que está llegando, tuvo un inconveniente en el camino.
-Está muy frío afuera para esperar una grúa.
-Créeme, es capaz de venir corriendo, pero me parecía que venía en auto. Estoy casi segura.
Y a los pocos minutos sonó el timbre. Ella entró, tenía algo debajo del abrigo.
-¿Qué escondes? –Preguntó Miranda.
-Primero que nada, hola y disculpen la tardanza, estaba viniendo y en medio de la calle había una caja, apenas pude me acerqué a sacarla de ahí, y encontré a este pequeñín que habían abandonado. –Sacó un pequeño gato naranja. –No sé qué hacer con él, no tengo espacio para uno más, y dejarlo ahí a su suerte con el frío no es una opción. ¿Alguien quiere un gato?
-¡Yo! –Saltó Zach.
-Mejor dejémoslo aquí, así lo tendremos los dos. –Le dije, yo amo los gatos.
-Okey, estoy más tranquila ahora que sé que ya tiene hogar.
La cena fue tranquila, Zach terminó de comer y se fue a jugar con el gatito al cual nombramos Venus. Luego de un par de copas Carla recibe una llamada por la que se tiene que ir, por lo que nos dijo, sus padres acababan de aterrizar aquí y ella tenía que pasar por ellos y llevarlos a lo de su hermano. Así que no nos quedó otra más que decirle adiós.
Ya era más de la una de la mañana, y solo quedaba Taylor, John, Miranda, Madison y yo, estábamos muy borrachos, así que era hora de jugar al juego de las preguntas.
-Juego de las preguntas, comienzo yo. –Dijo Mir. –Esta es para John, ¿Con cuál de todos tus compañeros de trabajo te acostarías, no importa si está en la ronda?
-Tal vez Madison, o Sam.
-Conmigo no amigo, mi corazón ya fue conquistado por una compañera. –Soltó Madison golpeándole el hombro. –Pero es un amor imposible. –Sollozó.
-Este juego nunca termina bien Miranda, y lo sabes. ¿Hace falta que te recuerde la última vez? –Le dije.
-Bueno, bueno, mejor pregunto yo, porque tal vez haya una pelea aquí. ¿Cuál fue la última persona con la que te acostaste Miranda? –Soltó Mad.
-Sam.
-¿Qué? ¿Marilyn se fue por una infidelidad? No te creía así.
Mientras ellas hablaban sobre eso, y Mir estaba a punto de romper en llanto, Tayl tomaba mi celular para cambiar la música.
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más que compañeras
Romance¿Quién pensaría que pedir una reunión con la madre del chico problemático de la escuela haría que Charlotte comenzara a creer en el amor a primera vista? ¿Quién diría que ir a una reunión haría que Taylor conociese a una persona que le movería el p...