Capítulo 19: ¡qué se entere el mundo!

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La propuesta no había salido como yo lo pensaba, pero salió bien, ella perdonó mi escándalo y todo lo demás. Ella es magnífica, la amo mucho.

Quería festejarlo, quería abrazarla y besarla, pero no podía. Teníamos que volver a clases.

Así que cada una entró a su salón, rogando que la clase terminase para poder oficializarlo a nuestras compañeras. Acababa de entregar unos exámenes, nadie se acercaría a mi escritorio, así que tomé mi celular y envié un mensaje al grupo de profesores y a Madison, ya que por su estadía secreta no podía estar en el otro grupo con su padre.

Apenas suene el timbre quiero que estemos todas en la sala, hay algo de lo que tengo que hablarles. Sí, Carla y Sofía también.

Terminó mi hora, me despedí de los alumnos y vi como todas mis compañeras salían apuradas de los salones y se encerraban en la sala de profesores, también hice que Zach entrara.

Tayl se paró a mi lado, y comencé a hablar.

-Bueno, todos saben que nosotras estábamos comenzando algo, bueno, ahora para ahorrar problemas queríamos contarles. -Entrelacé nuestros dedos. -Que nosotras -Tomé su mejilla y comencé a besarla dulce y apasionadamente. -Nosotras estamos juntas.

Miranda comenzó a gritar como loca y saltaba. Todos se veían muy felices, tanto como nosotras.

-Le haces algo y te asesino. -Me susurró Zach. -Felicitaciones para ambas, estoy muy feliz por ustedes. Probablemente el domingo cenemos en lo del abuelo.

-¿Por qué? -Le pregunté.

-En la última cena familiar mi padre se enteró que estaba en algo contigo y le pidió a Zach que apenas oficializáramos le avisara porque quieren conocerte.

-¿Realmente estás segura? -Los cuatro estábamos saliendo de la institución.

-No son monstruos Char. Bueno quizás mi sobrino, pero tarde o temprano tendrá que aceptarte.

-¿Lo conozco?

-Marcus Adams.

-Lo recuerdo, ¿realmente es necesario que me conozcan?

-Yo te protegeré si es necesario. -Besó mi mejilla y me abrazó. -Cambiando de tema, ¿no notas a Zach extraño?

-Cada vez que voy a su casa está en su computadora, y cuando vienen a casa está con un cuaderno escribiendo constantemente algo, ¿te refieres a eso?

-Ajá.

Miranda

Luego de una semana escribiendo y escuchando la playlist que me pasó Madison, ya había algunos borradores para corregir en noveno. A los cuales echaría un vistazo y se los pasaría a Sam.

En lo personal, noté muy emocionado a Zach con el proyecto, así que estoy muy emocionada por leer su escrito.

Me levanté de la mesa diciendo que tenía trabajos que corregir y me encerré en mi oficina. Busqué entre la pila de papeles el escrito de Zach y comencé a leer.

Hace tiempo existió una princesa muy dulce que creía en el amor, su nombre era Sarah y tenía los ojos verdes más lindos de la galaxia, y el cabello marrón.

Cuando era joven se enamoró de un hombre, cuyo nombre era Alfonso, él fue bueno con ella por muchos años, incluso tuvieron un hijo, Teodoro. Pero años después, Alfonsito conoció un té mágico que comenzó a tomar sin parar, este té lo hacía ver cosas raras, y volverse tan malo como el mismísimo satán.

Un día, él golpeó tanto a Sarah, que su hijo nadaba en un charco de sangre de su madre, tanto, que casi se convierte en un pez rojo.

Ella decidió escapar de las garras de aquel feroz hombre, que resultó ser un hombre lobo.

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