A la mañana siguiente amanecí con mucho dolor de cabeza, y realmente no tenía ganas de levantarme. Había bebido mucho y ahora me estaba pasando factura.
Caigo de la cama, enredada con las sábanas. Me quejo desde el suelo frío y abro mis ojos muy perezosamente.
Me quedo observando el lujoso techo y frunzo el ceño, ya que me resulta desconocido. Miro a mi alrededor y logro reconocer algunos detalles: la gran televisión que cuelga en un rincón, las paredes claras y la cama; Estoy en el hotel de Oliver, específicamente en la suite presidencial.Me reincorporo con cuidado y noto que llevo puesta una bata de seda, de color lila. Toco la tela suave y miro la desordenada habitación.
Recuerdo que Bastien y yo decidimos quedarnos aquí en la suite, ya que ambos estábamos muy ebrios y no queríamos irnos hasta mi casa. Y pues, como Oliver había mencionado en recepción que esta habitación estaba a mi nombre, aprovechamos e hicimos oficial la reservación.
No recuerdo nada más… aunque tengo como ciertas imágenes sueltas en mi mente. Una peor que la otra.Tengo la garganta seca, así que salgo de la habitación y me dirijo hacia el baño. En cuanto abro la puerta, me quedo estática y con los ojos abiertos de par en par.
¡No puede ser! ¡Hay un hombre desnudo en la bañera!
El baño está hecho un desastre también, y no sé hacia dónde mirar porque TODO es un chiquero. Aunque, a pesar de todo, no deja de ser lujoso el espacio.Cierro la puerta de inmediato y me llevo una mano a la cabeza. Dios.
El panorama que tengo frente a mí, da vergüenza: sábanas por doquier, almohadas en cada rincón de la habitación, botellas de alcohol esparcidas por el suelo… Parece que por aquí pasó un tornado y se llevó todo a su paso.
Avanzo con cuidado por la habitación, hasta que piso algo blando y me sobresalto. Bajo la mirada y veo una mano con las uñas pintadas de color rojo. Levanto la cobija que cubre el cuerpo y encuentro a una de las modelos de la agencia. Está profundamente dormida.
Continúo con la caminata explotadora y me dirijo hacia la sala.
-¿Y estos quiénes son? ¿De dónde salieron? -susurro para mí misma, mirando a los dos chicos que duermen en el sofá. Cada uno viste únicamente ropa interior.
Me alejo de ellos y voy a la cocina para lavarme la cara y enjuagar mi apestosa boca.
Toda la suite derrocha lujo y elegancia, más allá del estado en el que está. La noche anterior, cuando la visité con Oliver no tuve tiempo de inspeccionar todo, por obvias razones. Ahora que miro todo con atención, puedo admirar todo con detalle.
Me recojo el cabello en una coleta alta y voy directo al balcón. El fuerte Sol de la mañana me hace cerrar los ojos y maldecir con enojo.
Veo a Bastien tendido en el suelo, junto a una maceta. Su cabeza está apoyada sobre una almohada, y viste nada más que un pantalón… y no parece ser de él. Lleva también una gafas para el Sol, aunque están torcidas.
Sobre una tumbona hay dos chicas que desconozco. Duermen, ambas vistiendo bikinis, y una de ellas está envuelta en una toalla.
Y, más allá, casi en el borde de la piscina (la cual está repleta de colchones inflables), hay un chico alto y moreno, vistiendo una bata similar a la mía, de color azul marino. Se encuentra bebiendo whisky, mirando en dirección a la ciudad.-Oye -lo llamo -¿Tú quién eres?
Él se gira en mi dirección y me sonríe.
-Oh, veo que te olvidaste de mí. -responde, fingiendo pena. -Y anoche la pasamos tan bien…
Yo me cubro los ojos por los rayos de Sol, y me acerco hacia el moreno.
-Sinceramente, no recuerdo mucho. -comento.
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150 Días
RomanceEncontrar el amor, de por sí resulta muy complicado. Ahora imagínate si a eso le sumas que tienes un plazo de 150 días para encontrarlo... Es una misión prácticamente imposible. Pues, mi madre parece que no es consciente de lo descabellado que suen...