150 Días

24- Evento desastroso.

Los días continuaron pasando con rapidez, y en un abrir y cerrar de ojos ya teníamos el desfile encima.
El gran día había llegado, y los portales de noticias no dejaban de hablar sobre la colaboración de ambas agencias y de las altas expectativas que todos tenían al respecto.
Yo personalmente estaba muy nerviosa, por muchas cosas: principalmente porque muchísima gente estaba invitada al evento, y en segundo lugar porque Vincent estaría allí como encargado del sitio. El sólo imaginar que estaré compartiendo el mismo lugar con él, me pone de los nervios; Por otro lado, no sabía qué tal resultaría todo. Es un evento muy grande, con muchas modelos luciendo los vestidos que tanto nos costaron, y en este tipo de situaciones todo puede ocurrir.

Le pedí a Oliver que fuera conmigo, pero se negó. Su hija, Velia, estaba bajo su cuidado todo el día, y además estaba un poco enferma.
Entendí perfectamente la situación, y le dije que me pasaría por su casa cuando todo esto termine.

Sofía estaba enojada conmigo, así que optó por asistir al evento con Paul nada más; Bastien había invitado a Jack, lo cual me agradó mucho; Mi madre, para sorpresa de muchos, invitó a Connor. Sería su primera salida oficial como pareja.

Y, bueno, finalmente estaba yo: sin compañía.

Nadie, a excepción de Oliver y Bastien, sabía de mi "ruptura" con Hunter. No quise contar mucho, pues no es un tema agradable del cual quiera hablar.

Por otro lado, no había vuelto a hablar con mi madre, a pesar de que hayan pasado algunos días.
Quise hacer las pases con ella en su momento, pero no sirvió de mucho. Aún así, es mi madre, y está atravesando por una enfermedad mortal, de la cual no saldrá victoriosa, y me duele que no podamos estar en paz y disfrutar del poco tiempo que tenemos.
Ella no me pone las cosas fáciles tampoco, y a mí me ha costado mucho volver a confiar en ella como para que ahora reaparezca este hombre y todo se vaya por la borda otra vez.
Así no se puede.

Termino de acomodar mi vestido largo, y me miro por última vez en el espejo. Estoy contenta con el resultado final: me puse un vestido elegante y de color negro, todo muy neutro. La verdad es que nunca fui una persona extravagante, y no me gusta utilizar colores muy llamativos en la vestimenta.

El chofer ya está esperando cuando salgo de mi casa, y rápidamente me lleva hacia el evento.
En el camino le envío una fotografía a Oliver, para que vea mi atuendo, y me responde con muchos halagos que me sacan una sonrisa.
Él y yo decidimos comenzar despacio porque, aunque con Hunter no tuve una relación formal, sí estábamos intentando llegar a ello. Compartimos muchas cosas, y él estuvo a mi lado en varios momentos difíciles para mí. Lo quiero, y sí me duele no tener la oportunidad de verlo o de charlar con él como lo hacíamos tan frecuentemente; Yo amo a Oliver, y quiero que lo nuestro avance, pero no por ello voy a apresurar las cosas. Necesito calma para ir procesando todos los cambios que han surgido en mi vida en poco tiempo.

Tras soltar un sonoro suspiro, me dispongo a mirar por la ventanilla. El cielo se tiñe de colores anaranjados, dándole la bienvenida al hermoso atardecer.
Bastien me envía un mensaje, diciéndome que acaba de llegar al Musée du Louvre y que hay muchísimos reporteros.

Tengo el presentimiento de que algo malo sucederá, maldita sea. Espero que sea una falsa alarma.
Trato de tranquilizarme, pero es en vano.
A medida que nos vamos acercando mis nervio aumentan.

—¿Se encuentra bien? —me pregunta el chofer.

Hasta él se ha dado cuenta de mi inquietud.

—La verdad... no. —le respondo. —Tengo la sensación de que algo saldrá mal hoy.

—Tiene que ser optimista. —me anima. —No deje que el nerviosismo tome protagonismo.

—Lo intento, pero no lo consigo. —exhalo.