CAPITULO 1. LA VERDAD

1.3K 46 27
                                    

La desesperación de Candy era tanta, que el tiempo en el que llego a donde estaba EL Tío Abuelo Williams fue eterno.

- Sera que el Tío Abuelo se enfadara por llegar de esta manera?- se preguntaba- Ya estoy aquí, que puede ser mas terrible de lo que estoy viviendo al ser obligada a casarme con Neal.

Candy se acomodo su vestido, respiro profundo y tomo coraje para entrar en el cuarto donde se encontraba. Al ingresar observo sobre el escritorio una taza de té caliente junto a carpetas y documentos, pero lo que mas llamó la atención de Candy, fue ver a ese diario que el patriarca le había regalado, donde la mayor parte había escrito sobre su amado Terry y que ella le había devuelto

-Bisabuelo Williams... Soy Candy -Le dijo mientras ese hombre estaba sentado en su finisimo sillón mirando el paisaje por el enorme ventanal.

La pecosa al ver que el distinguido hombre no volteaba pensó: - será que esta tan anciano que no escucha bien? O quizás esta dormido? Ante el silencio, decidió acercarse para mirarlo por primera vez, sin embargo cuando tomo coraje para avanzar, se detuvo al instante al escuchar como él comenzó a carraspear su voz y le dijo girando hacia ella:

-Hola Candy

La joven quedó completamente inmóvil al ver a su amigo, ese amigo que por casualidades de la vida (o no) siempre estuvo en los momentos mas tristes y difíciles que se le habían presentado, brindándole su apoyo incondicional.

Candy pensó que su amigo corría peligro al estar en la mansión de los Ardley por lo que le pidió que se escondiera, a lo que él le respondió que estaba cansado de esconderse y que su nombre era Williams Albert Ardley. Candy al analizar una a una las palabras, se dio cuenta de quien era realmente ese vagabundo a quien conocía desde hacia ya muchos años.

Las sensaciones en la rubia fueron tantas y tan confusas que hasta había olvidado el motivo por el cual estaba allí. Albert conociéndola como la conocía, se dio cuenta que esa revelación había sido algo completamente inesperado y al ver la no reacción de ella, él prosiguió contándole el porque del apodo de Bisabuelo Williams y porque todo este tiempo había estado en las sombras. Una vez que la verdad salió a luz, Albert le pregunto porque ella se encontraba allí y fue ese el momento en que Candy logró poner los pies sobre la tierra y ponerlo al tanto a Williams de los planes que tenían para la rubia al casarla con el joven Neal en contra de su voluntad.

Como no podía ser de otra forma, Albert tomó cartas en el asunto y se comunico con George, sabiendo que por él Candy había llegado hacia la mansión, era momento de ayudar a Candy aunque eso significara acabar con su libertad y tomar el lugar a la cabeza de la familia Andley.

Albert le pidió a su amiga que confiara en el, prometiéndole que el día que se casara seria enamorada y eligiendo ella a su compañero de vida. Sin darse cuenta esas palabras crearon un vacío en el corazón del rubio al pensar que algún día ya no la tendría a su lado.

Los preparativos para el compromiso de Candy y Neal ya habían comenzado. La tía abuela Elroy estuvo al frente de todo, pensado que de esa forma podría deshacerse de una vez por todas de esa chiquilla que tantos dolores de cabeza le había ocasionado. Lo que ella no sabia es que ese día seria el comienzo de problemas aun peores para ella.

El momento llego, Dorothy se encargo de arreglar a Candy. Mientras la peinaban y maquillaban, la rubia solo miraba la nada misma sin emitir sonido alguno. La dama que la preparaba pensaba que ese estado se debía a la situación que ella estaba viviendo al saber que la estaban obligando a estar atada a un joven que siempre solo la había maltratado y humillado en cada oportunidad junto a Elisa, lo que Dorothy no sabia eran los sentimientos encontrados que tenia su amiga al saber la identidad de ese amigo que siempre había sido incondicional

-Cambiara el trato a partir de ahora con Albert? Deberé cambiar mi forma de tratarlo ahora que se que es mi tutor? Pensaba.

La hora de ir al gran salón llego, Candy se paro frente al espejo mirando el excelente trabajo que había hecho Dorothy al peinarla y maquillarla pero lo que mas le gusto fue el vestido que lucía y que había sido regalo de ese hombre que siempre la cuido desde la distancia. Era un vestido color verde claro con detalles en piedras bordado a mano que resaltaba cada curva de la joven. La imagen era de una princesa frágil y delicada.

Antes de salir busco sus amuletos de la suerte... la cruz que le obsequio la señorita Pony y ese prendedor que le recordaba a su príncipe de la Colina

SOLO TU... SIEMPRE TUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora