⚠️Temática sensible.⚠️
Wang Yibo estaba en el colegio en ese entonces. Aún recordaba esos días en el que lo único que quería era comprarse un celular caro y una moto. Amaba las motos.
Oh cielos. Ahora se sentía tan estúpido por haber intentado ir a una de esas fiestas a conseguir dinero o ser elegido por uno de los narcos más conocidos que arribaban cada tanto al pueblo. Había sido obra del cielo... que a Xiao Yang le diera risa la escasez de sus curvas a los 15.
Era un doncel, pero apenas se había desarrollado y en comparación con sus compañeros y compañeras... No tenía nada en su cuerpo que llamara la atención. Solo una cara bonita... No era suficiente. Y eso lo descubrió pronto.
💚❤️
— ¿Qué tal Wenhan?
— Ha pasado tiempo desde la última vez que viniste al pueblo Zhan...
— Lo sé. Creyeron que después de la muerte de Fengmian podrían adueñarse del negocio. — Sonrió de forma seca.
— Lo bueno que es tapar bocas, pero hablemos de negocios Zhan.
— ¿Qué tienes?
— ¿Qué quieres?
— Un par de donceles, pero ya sabes como me gustan a mí. Que tengan un lindo trasero y si son rubios...Mucho mejor. — A pesar de la sensación en su garganta el hombre de 33 años, permaneció serio.
— Yo sé como te gustan, pero te tengo uno. Super lindo... Tiene el cabello dorado y es nuevo. Su piel es tersa y blanca como la porcelana... Es virgen.
— ¿Buen trasero?
— Se defiende.
A Zhan le brillaron los ojos y levantó el mentón mientras salía de la piscina. Uno de los hombres, Sehun. Le entregó una toalla para que se secara.
— ¿Quién es? ¿Lo conozco?
— El hijo de Yifei.
— El hijo de Yifei...—Pensó por un momento y enseguida negó. — No... No... Wenhan. Eso es un bebé... La última vez que escuché de ese niño estaba en prejardin.
Era su primer intento. Yibo había sido persuadido por sus amigos del colegio...
El más joven pensó que estaba perdiendo el tiempo, por eso le pidió a Wenhan que le ayudara a entrar. Sin embargo falló.
Su segundo intento fue con Yang. Este había solicitado reunir algunos de los chicos en el parque... Yibo no se quería perder la oportunidad.
— Mamá, voy a la tienda! Ya vengo.
— Wang Yibo! Jovencito! Tienes que hacer tareas. — Cuando la señora se asomó el chico ya había salido. Muy arreglado y hasta bálsamo en sus labios. Esta era su oportunidad. — No tardes. — Ella no podía correr tan rápido. — Le dio la bendición y estuvo pendiente en la puerta a su regreso.
La camioneta pomposa pasó por el parque reduciendo la velocidad y el menor se puso nervioso. Dibujó su mejor sonrisa y esperó que el hombre lo escogiera.
— Yang! ¿Qué tal? — Wenhan que por si mismo llamaba la atención por su figura alta estilizada alcanzó la camioneta y se acercó.
— Con ganas de relajarme.
— Le traje lo que me pidió. ¿Cuál le gusta?
— No sé. El del cabello rubio más largo... El de la mitad. Está muy lindo pero...
— Ese es Yibo. ¿Se acuerda de el?
— ¿Yibo? ¿El hijo de la viuda Wang?
— Si.
— Si!! — Yibo celebro. — Me está mirando.— En su inmadurez de entonces que ahora maldecía, se había sonrojado pensando que había logrado la atención de Yang. En casa no le hacía falta nada... Pero en ese momento. Se había dejado enceguecer porque según el necesitaba ese celular. También su prima Yixia le hablaba todo el tiempo y lo llevaba... Yibo no sabia lo que ella hacía.
— Está muy lindo... Pero le falta... — Yang hizo un gesto para demostrar que hablaba del trasero. — Está muy plano.
— Lo que pasa es que no tiene patrocinador. Si usted me da una semana...
— No! Mándame a LuHan. — Saco algunos billetes de su bolsillo mirando al joven rubio con ternura y también un poco de lastima. — Que Yibo se compre unos chocolates y leche. Así tan planito, no se lo lleva ni el diablo. Cuando se ponga nalgas. Hablamos.
⏳️
Los chicos que desfilaban escogidos algunos se habían operado sus nalgas y sus labios para que lucieran mas provocativos. Otros realmente esperaban realzarlo. Las mujeres querían operar sus senos... Tan solo para llamar aún más la atención.
— Maldita sea Wenhan... ¿No puedes hacer algo tan fácil?
El rubio caminó alrededor de los Xiao... Yang y Zhan. Primos, que habían heredado el negocio de la mafia en la ciudad. Una de las más grandes y respetadas.
Habían sido citados en la mansión Xiao, la que tenían destinada para esparcimiento. Una de tantas... Los donceles y mujeres comenzaron a desfilar.
Zhan miró un par de donceles atractivos... Lo suficiente para pasar el rato. No le importaba el nombre... Solo tenían que tener una cara bonita y un trasero bien puesto para lograr que llamara su atención y desahogar la tensión que provocan las negociaciones con otras familias como los Liu.
A su lado estaba su primo Yang exasperado. — Tu no valoras tu maldita vida. — Wenhan apretó los dientes y Zhan miró de reojo... El cuello marcado por las manos de su primo, le hizo encender una chispa. — Deja que me la chupe esta noche. No lo mates todavía.El doncel cerró los ojos suspirando profundamente. Había sentido el cañón del revolver de Yang desactivando el seguro justo en su estómago.
El se recompuso y sonrió para el mayor de los Xiao, cuyo rostro no mostraba ningún tipo de gesto. Incluso cuando estaba teniendo un orgasmo... Si no era por el líquido que expulsaba, nadie podría decirlo... Ese era Xiao Zhan. El primero al mando de la casa Xiao.
— ¿Por qué estás tan obsesionado con ese chico? ¿Cómo se llama... ?
— Wang Yibo, el hijo de Yifei.
— ¿No dijiste que sus madres eran amigas?
— Da igual. Y Zhan Ge... No es de tu incumbencia.
— Sí tus planes interfieren con los míos, si lo es. ¿No rechazaste ese chico antes? — Zhan decidió ahondar en el tema. Yang entrecerro los ojos con impaciencia.
Wenhan le hizo un pulgar arriba a los demás, algunos estaban ahí porque querían operarse el trasero y ser más bellas y bellos de lo que ya eran.
El trabajo de Wenhan era reclutar a los chicos... deslumbrarlos con dinero para que accedieran..
💚❤️💚❤️💚❤️💚❤️💚
No lean..
Estan a tiempo de retirarse. Lentamente y sin hacer escándalo ok.