Trece

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— No me sorprende..

— No te burles Haikuan. Lo que menos necesito es que me recuerdes que fue un error no haber matado a Yang el día que revelaron las otras casas después de la muerte de mi papá.

— ¿Ahora que?

— Tengo algo que el quiere. Un doncel...

—   ¿Un doncel? ¿Estás seguro que intentara venir por el? No me suena mucho... 

— No lo sé. Solo se que lo quiere, pagó una millonada por el... Y yo no sé lo voy a dar. Necesito que hagamos un trato.

— ¿Y eso es?

— Haikuan... Se que Yang mató a tu papá. Así que... Ayúdame a cazarlo. Ya limpie  la ruta de los italianos, si me ayudas... Te dejo esa ruta al mar y su cabeza decorara tu sala de estar.

- Wow... Ahora estamos hablando Xiao Zhan.

- Habló en serio Haikuan.

- Ah... - Haikuan miró el tragó que tenía en su mano. - Lo tengo que pensar. ¿Qué tal si me dejas ver la belleza?... Me gustaría tener eso que Xiao Yang tanto desea, restregarselo en su cara y hace un rato que  yo no he...

- Es una puta broma, ¿verdad?

- No lo es. - Haikuan dibujo una sonrisa pícara en su rostro. - Ya que estamos negociando, pues también puedo exigir algo.

- ¿Wang Yibo? ... - Zhan lo pensó por un segundo...

- ¿Qué dices?

- Fue un placer hablar contigo hoy.

Haikuan sonrió victorioso.

- Es una lástima que no hayamos llegado a nada. Buena suerte Liu Haikuan...

- Espera... Espera... ¿Qué significa esto?

- Significa que estamos negociando bajo mis términos o no estamos negociando Haikuan. No me apetece usar esa moneda. Aún...

El mayor apretó su mandibula. - Está bien... Tu palabra está comprometida. Me entregas a Yang,  en cuanto lo atrapemos.

— Sabía que al final razonarias. Esto nos conviene a los dos.

Zhan apretó la mano de Haikuan. Un antiguo socio de su padre.

***

- ¿Lo recuperaron?

- Sí señor. Aunque algunos bultos cayeron al mar y fueron retenidos por la guardia marina.

Rodó sus ojos frustrado. - Espere que lo entreguen al ejercito para que Yixing pueda limpiar todos los registros y traer de vuelta lo demás.

- Sí señor. - Jackson salió del despacho.

***

— Basta!

— ¿Para qué me tienen aquí?

Yibo ya no se asustaba con los disparos. Yixuan no le había dejado ver a su mamá y no sabía si la mujer estaba viva. Tal vez era solo una mentira..

Cuando quisieron atarlo a la cama, el sacó uno de los cuchillos que había tomado de la cena y amenazó. — No se te ocurra tocarme. Llévame con mi mamá.

Rodeó al hombre por el cuello y si Sehun no hubiera estado ahí. Probablemente hubiera logrado su objetivo. Yibo sintió el metal en craneo apretandose y eso lo distrajo antes de que el brazo alrededor de su cuello lo dejara totalmente inconsciente por la falta de aire. Forcejeo en vano.

El hombre golpeó y hubiera deseado matar al molesto doncel de una vez por todas. Fue donde su jefe...

- Señor.

-¿Ahora que?

- El rehén.

Una bocanada de aire.

- ¿Qué hay con el?

- Señor mordió y golpeó a tres personas y le arrancó los cabellos a otro de los hombres y amenazó con un cuchillo a otro.

- ¿Me estás diciendo que esta bola de inútiles se están dejando amedrentar por un doncel? ¿Cuatro hombres y los puede una persona? - El  rostro de Zhan desfiguró - ¿Qué me espera cuando enfrentemos a Yang entonces? - Gritó. - Con este grupo de imbéciles mejor me entrego de una vez ... ¿No?

- Señor... No señor...

- Sehun! - El solo gritó se escuchó por toda la casa. - Tu maldita responsabilidad ahora es solo una perra. Resuelvelo y no me jodas!!!

- Sí señor. Solo que usted dijo que no lo tocaramos.

Zhan estaba tan impaciente. De nuevo saco su revolver y disparo a la pared. - ¿Te tengo que enseñar?... ¿NO PUEDES MANEJAR A UNA PERSONA SI NO ES GOLPEANDOLO? La próxima vez que quieras que me ocupe de TU trabajo...

- Señor... Si señor. - Sehun prácticamente huyo del despacho.

- Mierda! Mierda!

- ¿Qué dijo? - Otro guardaespaldas se acercó en cuanto lo vio.

- ¿Dónde está la mamá de este tipo?... Hay que enseñarle modales.

Hijo de La Mafia. 《ZhanYi》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora