El compromiso, fue algo sencillo. Zhan no quería atención de las otras casas... En las cuales seguramente había alguien interesado en conocer sus puntos débiles.
El único invitado, además de los que Zhan llamaba sus hermanos y las únicas personas en las que confiaba... Fue Liu Haikuan.
En medio de la noche, Zhan entregó un anillo de diamantes incrustados y lo puso en uno de los delgados dedos del rubio. Nada extravagante... Le lucia precioso.
— ¿Te gusta?
— Me encanta. — Yibo miró la joya con adoración. Pero no era el valor en dinero en sí... Era el hecho de que Zhan la había ido a buscar el mismo y lo que significaba... Compromiso... Zhan se había comprometido a el.
Jackson tragó entero y codeó a Yixing, quien permanecía en la mansión asegurándo la vida de Xiao Zhan. — Entonces, es un hecho. Lo hemos perdido. —
Yixing cada día retrasaba su partida, no sólo porque sabía que pasaría mucho tiempo antes de volver a Jackson, sino porque también odiaba el uniforme... Odiaba el ejército.
De todos, odiaba el hecho de que Fengmian lo hubiera escogido a él para inscribirse en la escuela militar infiltrado.
Por otro lado, el estómago de Yibo creció un poco en un par de semanas. Sin embargo aún podía llevar la misma ropa de antes. Zhan le traía de todo cada vez que salía del país... Sin embargo, el quería ir por si mismo. Quería disfrutar de su embarazo.
Se cubrió lo suficiente como para que su apariencia no fuera evidente... Un gorro, un tapabocas...
Además su principal acechador estaba muerto.
Quería salir al centro comercial de Chongquing teniendo en cuenta que habían pasado tantos meses y todo estaba tranquilo. Yixing mantuvo el historial criminal de su jefe totalmente limpio... Así que Yibo tomó las llaves del auto que había estado conduciendo alrededor de la mansión y muy despacio llego al centro comercial.
El siendo de las afueras y con presupuesto tan limitado. Solo había visto esos lugares en televisión. Esta vez, tenía una tarjeta dorada para comprar lo que quisiera...
No lo podía creer.
Sin embargo en su cabeza no estaba malgastar hasta que vio la vitrina en la tienda de bebés...
El quería llevarlo todo.
Todo lo que seguramente el nunca soñó tener cuando niño.
Su vista estaba enfocada en las pequeñas prendas de color amarillo. Si, aún no sabía si era niño o niña... Así que...
Sin embargo, de nuevo el... Tuvo repentinamente esa sensación de antes. El se sintió observado... Sintió que alguien seguía sus movimientos, pero el estaba tan emocionado que solo podía reír mientras iba escogiendo lo que quería llevar para su bebé...
Xiao Yang estaba muerto, así que no tenía nada que temer... Nunca más tendría que esconderse. ¿Verdad?
Yibo tomó un par de zapatitos. La vendedora lo miró con sospecha...
— Son tejidos a mano de la marca más popular, así que son más caros que los demás.
Aunque el rubio no se fijaba en eso, se disgusto un poco. — Yo no le estoy preguntando el precio. Quiero estos para mi bebé. — El mostró su tarjeta y la chica casi se va de para atrás. Era raro ver un doncel con poder adquisitivo así. Siempre venían los esposos a pagar... Controlandolo todo.
— Para 0 meses. O mejor... Para todos los meses. —
La chica abrió la boca de par en par.
Estando cerca de la vitrina tuvo la sensación de ver una silueta detrás de el afuera... No se apresuró, pero al girarse no vio a nadie.
Sin embargo... El podía jurar que alguien estaba siguiéndolo. Empezó a tensarse un poco... Le había dicho a Zhan que iría solo. Que no quería nadie a su alrededor... Y según el, el pelinegro había aceptado sin rechistar. Al menos eso creía el... Por lo que empezó a ver ropa sin mirar tratando de descubrir quien estaba siguiendo sus pasos.
Si es que lo estaban siguiendo o solo era su paranoia... El miedo que Zhan había sembrado diciendo que no era bueno que anduviera solo.
Se trató de convencer que era así.
— ¿Cuánto es?
Finalmente se canso de mirar sin dejar amedrentarse.
— Son 1400 dólares, pero ya todo está cancelado.
Yibo frunció su ceño. — ¿Qué? Debe ser un error.
— Sí... — La chica entrego una tarjeta...
"Para mi precioso bebé"
Xiao Y.
El corazón de Yibo se quiso salir de su pecho.
No era cierto...
Pero no conocía a nadie más con esas iniciales...
No, el no estaba asustado por un fantasma.