— ¿No piensas volverme a hablar?
Yibo frunció su ceño y fingió que no lo escuchaba.
— Papi! — El pequeño Bo quiso saltar sobre el pelinegro, pero Yibo lo sostuvo de su brazo.
— Terminas tus vegetales, ahora! —
— Papi! — Sus labios se curvaron tristemente mientras Yibo sostenía la cuchara. Cerró sus ojos con fuerza. Más le valía a Zhan que no lo desautorizara.
— Hazle caso a tu papito. — El rubio apretó su mandibula. — Si no terminas, no podemos jugar.
Cuando el niño terminó, su primo lo llamó y fueron a jugar alrededor de la casa.
— ¿Por qué estás enojado?
Zhan abrazó a su esposo por la espalda y besó su hombro.
— Te dije que no le estás comprando un avión! Es un niño!
— Pero sus compañeros...
— Puedes comprarle un avión normal! Pero no uno de verdad! Tampoco necesitamos una pista de aterrizaje. No y no!
— Está bien. — Apretó a su esposo contra el. — Lo que tu digas. Lo que tu decidas.
Suspiró.
— Entiéndeme mi amor! Se está volviendo caprichoso.
— Lo que digas mi amor.
— Zhan habló en serio. No quiero que te hagas un lado y yo quede como el villano. Me dijo que yo era un aburrido... Que contigo si se podía divertir...
El pelinegro se tensó. — ¿Te dijo que? ...
Yibo no esperó a que la reacción de su esposo fuera tan inmediata.
Solo pudo escuchar el discurso de la vida. Xiao Zhan trajo al niño del parque y le dio mil razones para respetar a Yibo...
Lo último que escuchó del pelinegro fueron las palabras. "Hoy no vas a jugar más".
En seguida el niño entró a la habitación con sus ojos llorosos.
— Lo siento papito. No lo volveré a hacer. Tu no eres aburrido... Eres el mejor papá del mundo. ¿Me perdonas?
Zhan también le dijo que si no se portaba bien, tampoco tendría fiesta de cumpleaños. El lo hizo... Jamás le volvió a reprochar nada a Yibo y obedeció sin replicar.
💚❤️
— Pongan los globos por aquí!... — Yibo estaba tan emocionado. Debido a que los años anteriores habían estado mudándose y tratando de no llamar la atención todas las celebración habían sido pequeñas y muy cuidadas. Pero para el cumpleaños número ocho de sus niños, estaba haciendo una gran fiesta y había decidido invitar a todos los compañeritos.
— Si, los bocadillos... ¿Qué carajos es eso?
Wang Yibo abrió los ojos de par en par.
— Bo dijo que quería una pista de carros en escala real. Así que instalarán una temporal.
— ¿Qué?! — La boca de Yibo se descolgó y enseguida fue a buscar a su esposo. Una cosa era celebrar con todas las de la ley... Pero esto era una total exageración.
— ¿Una pista de carros? ¿Enloqueciste?
Al lado de Zhan, los dos niños celebraban animados con gritos...