Emily... [Libro #2] [Saga bebé] +18✔

Capítulo IX: Desconocido.

[Dedicado a todas las lectoras y lectores que siguen la historia. ¡Gracias por regalarme sus votos y comentarios!]

[Editado]✔

Emily Walton;

Sonrío ante el espejo al ver el impresionante resultado. Los maquillistas, peluqueros y diseñadores hicieron un trabajo maravilloso. El vestido de verano de color azul se ajusta a mi cuerpo, una parte de mi pierna queda visible. El maquillaje es sencillo y elegante. Lia me regala una espléndida sonrisa, lleva puesto otro vestido playero, igual de hermoso. Karina siempre elige los vestidos más hermosos para nosotras, me levanto de la cómoda silla y me mareo ligeramente. Mi mejor amiga se levanta también y me observa con el ceño fruncido, sin embargo, no dice nada. Mi teléfono vibra y me planteo cambiar de número cuando un mensaje me eriza la piel, no precisamente de buena manera.

Desconocido: Apreciar tu belleza, tocar tus rizos rubios. Besar tus labios, acariciar tu piel. ¿Cómo pudo él lograrlo? ¿Qué tiene Omer Rinaldy de especial para que le entregaras más de dos minutos de tu valioso tiempo?

¿Cómo sabe que estuve con Omer? ¿Quién es esta persona? Paso saliva con dificultad, observo en todas las direcciones. Esa información en manos de la persona equivocada puede ser muy perjudicial en mi vida y en la de Omer. Eso es algo que me quedó muy claro cuando hablamos en el baño, después de enterarnos que nuestro círculo social era el mismo. Viéndolo desde mi punto de vista, ¿qué probabilidad existía de que conociéramos a las mismas personas? New York es muy grande y está lleno de personas millonarias y billonarias, como es el caso de Omer, la familia Johnson y yo. Dejo el móvil en mi cartera, Lia sale a la pasarela cuando es su turno, mi teléfono vuelve a vibrar. Lo sostengo en mis manos y caigo de golpe en la silla.

Desconocido: Apreciaré tu hermosura desde la lejanía, ¿crees que algún día sea digno de besar tus labios, tenerte entre mis brazos?...

He comenzado a temblar, me resulta imposible no sentir miedo. ¿Qué quiso decir con que me observará desde la lejanía? Está presente entre las personas que me verán hoy. Tengo que descubrir quién se encuentra detrás de los mensajes antes de que algo malo suceda. No puedo arriesgarme, la última vez que recibí mensajes de este tipo terminé en el hospital. Hay fans muy tóxicos y aunque amo a todos mis seguidores, algunos sobrepasan los límites. La puerta del camerino se abre y me sobresalto. Suspiro aliviada cuando distingo a Karina con una espléndida sonrisa. Asiento, dejo el teléfono dentro de mi cartera una vez más y salgo del camerino, que mi amiga y socia entrara es mi señal para salir. Camino por la pasarela y todo rastro de mareos, náuseas o miedo desaparece de mi cuerpo. La pasarela es el único lugar donde me siento dueña de mi propio mundo, es uno de mis espacios seguros. Las luces se apagan y la música se detiene. Me detengo en el lugar, mi corazón late con fuerza en mi caja torácica. Un grito, seguido de un disparo eriza mi piel. ¿Qué pasó? Me mareo en el momento menos oportuno, alguien me sujeta de la cintura, al estar a punto de caerme. El perfume me resulta familiar, agradable, delicioso... En pocas palabras: Omer. Las luces vuelven a encenderse y la música a inundar mis oídos. Omer se fue de mi lado con la misma rapidez con la que me sostuvo, se coloca al lado de Karla.

—¡Lia! —El nombre de mi amiga logra sacarme del estado en el que me encontraba. Bajo las pequeñas escaleras y caigo de rodillas al suelo al ver a mi mejor amiga inconsciente con una herida en el brazo. —¡Llamen a una ambulancia! _Grita Karina una vez más y me acerco a ella. El moreno con el que se ha estado relacionado se coloca a mi lado sin ningún tipo de expresión en el rostro.

La ambulancia llega y me voy con ella para el hospital. Tengo las manos y parte del vestido llena de sangre. Mi tía, Karina, Omer, el moreno, la familia Johnson, exceptuando a Arthur, todos nos encontramos en el hospital. Camino de un lado a otro, preguntándome quién pudo haberla lastimado. Mi tía intenta calmarme y que me marche con ella para el hotel. Por razones evidentes me reúso a hacer algo así. La policía nos hace muchísimas preguntas, asiento ante las palabras del oficial, el cual no deja de observarme los pechos y los gestos que hago al hablar. No negaré que me incomoda que me observe de una manera tan.... ¿Peculiar?