Emily... [Libro #2] [Saga bebé] +18✔

Capítulo VII: ¡Feliz cumpleaños, Arthur!

[Editado]✔

Emily Walton;

Salgo del baño con extremo cuidado. Omer se escondió en uno de los cubículos. Debo alejar a Eris del baño con urgencia. ¿Cómo podríamos explicar el hecho de encontrarnos solos en un lugar así? Meneo la cabeza, no habría forma alguna de hacer eso sin que resulte sospechoso. Mi exsuegra me escanea minuciosamente, ¿qué está buscando? El día de hoy ha sido horrible, tengo unas inmensas ganas de que termine. De solo pensar que tendré que asistir a una fiesta en la noche comienzo a sentir la necesidad de desaparecer, al menos el tiempo que dure la celebración.

—Estoy bien, ¿vamos a la mesa? —La señora Johnson entrecierra los ojos y mira la puerta entreabierta del servicio. Intento ocultar mi nerviosismo, libero aire de manera ruidosa cuando asiente. — ¿Asistirás al desfile mañana? _Cuestiono y niega. Es una pena que Karla no tenga el apoyo de su madre. Eris jamás quiso que su hija se dedicara a lo mismo que ella, aun así, Karla decidió llevarle la contraria. Es realmente buena sobre la pasarela. De habernos conocido en otras circunstancias me atrevería a asegurar que nos habríamos llevado bien.

Lia aún no está en la mesa, la busco con la mirada y no se encuentra en ninguna parte. Tengo la ligera sospecha de que subió a la habitación con el moreno. ¿Será invitado de Arthur? Dos casualidades en un día, mi lado paranoico hace acto de presencia. Meneo la cabeza, si fuera un fan obsesionado no podría haber violado la seguridad de Hell. Tampoco pagar la entrada, me aseguré de que solo las personas que necesitan despejar un poco de su trabajo y acoso de la prensa pudieran acceder a la zona VIP del lugar, la entrada a la parte baja es más barata, aun así, no pueden entrar todos. Además, no cualquiera puede entrar al hotel, la seguridad es muy estricta. Tanto Karla como Arthur saben lo que es ser acosado por la prensa amarillista. Volviendo al punto inicial, mi mejor amiga me aseguró que si llegara a suceder algo entre ellos dos, sería simplemente carnal. Hace dos semanas que no se veían. Espero que le pregunte el nombre, me siento en la silla. Karla observa en todas las direcciones buscando a su prometido. Me siento culpable, él la engañó conmigo. De haber sabido que Omer estaba prometido con ella jamás habría accedido a estar con él esa noche. ¿A quién quiero engañar? Él me gusta, después de lo sucedido en el baño sé que también le gusto. La tención sexual entre nosotros se puede palpar. Espero y los demás no lo noten. Estoy tan perdida en mis pensamientos que ni siquiera noté cuando el cuñado de mi ex regresó a la mesa.

—Cariño, ¿dónde te habías metido? —Omer enarcó una ceja, se sentó a su lado. Pedí otro jugo y las ganas de hacer pis surgieron. ¡Santa madre de dios! He ido tantas veces al servicio el día hoy que ya podría detallarlo perfectamente. Mi tía me observa con el ceño fruncido, estoy tan concentrada en mis pensamientos que le resto importancia. —Pensé que te habías extraviado. _Inquiere Karla con una sonrisa en el rostro. ¿Cómo alguien puede ser tan empalagoso? Por lo poco que conozco a Omer sé que le irrita ese tipo de actitudes. Me encojo de hombros, no es algo que me importe realmente.

—¿Eres estúpida? A veces he llegado a pensar que desde que cometiste la estupidez de ser la puta de Omer te quedaste sin cerebro. Seguramente estaba entretenido con una linda turista millonaria que no hacía preguntas y solo buscaba un buen polvo. Aunque siendo honestos, dudo que él sepa follar de ser así...

Las cosas sucedieron tan rápido que no supe cómo reaccionar. Arthur estaba en el suelo, con Omer sobre él. El último lo golpeaba como si no hubiera un mañana. Por supuesto, mi ex se defendía, sin embargo, no lograba rozarlo siquiera. Karla les gritaba a ambos desesperada. Los guardias que estaban cerca se acercaron a ellos, no pudieron separarlos. Discrepo completamente con el imbécil de Arthur Johnson, no tengo con quien comparar, pero Omer Rinaldy es maravilloso en la cama. El estúpido de mi ex no para de decir cosas que empeoran su situación. Vienen más guardias y logran separarlos. Me fue imposible no escuchar los balbuceos de Arthur, ¿Cassandra era novia del futuro esposo de Karla? ¿Él es el mejor amigo del cual nunca Arthur me habló? La relación de mi ex prometido con Cassandra es muchísimo más antigua de lo que pensaba. ¿Me estuvo viendo la cara de estúpida desde el inicio de la relación? Por supuesto que lo hizo. ¡¿Cómo demonios pude ser tan ciega para no ver lo evidente?! No entiendo cuál es el interés de ese infeliz en mí. Cuando tuvo la oportunidad de estar conmigo no supo aprovecharla. Ambos luchan por zafarse para agredir al otro. Karla se marcha con su novio, su hermano imita su acción entre maldiciones. Mi tía, Eris y yo nos quedamos en shock por varios minutos. Mi exsuegra intenta hablar conmigo porque sabe que acabo de darme cuenta de que su hijo me puso el cuerno desde nuestra primera cita.
Abro la puerta de la habitación y me dejo caer en la cama. Siento el cuerpo pesado, las ganas de vomitar vuelven a surgir y sin poder evitarlo, termino de rodillas frente al retrete expulsando lo único que me quedaba en el estómago. Me doy un baño y decido acostarme un rato. Necesito estar tranquila y nada molesta a la hora de la celebración. ¿Cómo se supone que haré eso? Arthur jamás fue sincero conmigo. Si antes no existía la más mínima oportunidad entre nosotros, ahora puedo asegurar que por nada del mundo permitiré que se acerque a mí con falsas palabras de amor. Dejé que el cansancio, el malestar y la decepción por la nueva información me vencieran. Cerré los ojos poco a poco hasta que no supe más de mí.
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