Capítulo VIII: Roces que queman.

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[Editado]

Emily Walton;

El automóvil se detuvo delante de mí. Estaba aturdida, era incapaz de razonar o moverme. ¿Tanto me habían afectado las palabras de Arthur? Alguien me zarandea, logrando con ello que regrese a la realidad. Los ojos azules de Omer me observan con preocupación. Me siento incapaz de inmutar palabra, mi cuerpo entero tiembla, tengo ganas de vomitar y he comenzado a marearme. Me sujeto de lo que puedo, que viene siendo el hombre frente a mí. La vista se me empaña por las lágrimas que bajan por mis mejillas.

—S-sácame de aquí. —Asiente sin responder nada, camino a su lado. No tengo la menor idea de por qué me encuentro tan sensible. No culpo a mi cuerpo por quedarse paralizado, el día no parece tener fin. Salgo de mis pensamientos cuando la mano de Omer acaricia suavemente mi mejilla, limpiando las lágrimas que continuaban cayendo sin parar. Lo observo, estamos demasiado cerca para mi gusto. Su cercanía me provoca una revolución de emociones que no quiero sentir, por lo que prefiero que se mantenga alejado de mí. Sin embargo, esta noche no poseo la fuerza, ni mucho menos las ganas de hacerlo. —Gracias. _Susurro más para mí que para él, aun así, logró escucharme por lo cerca que nos encontrábamos.

El trigueño sujeta mi mano y caminamos juntos hasta un auto de color negro. Es bastante grande, las escoltas están sentadas en los asientos delanteros. Distingo a Arthur salir del hotel y entro al vehículo sin pensarlo mucho. Observa en todas las direcciones y frunzo el ceño. ¿Para qué me busca? ¿Su madre lo reprendió cuando le contó lo sucedido? ¿Qué mentira pensaba decirme ahora? Observo mis manos temblar sobre mi regazo, masajeo mis sienes. Las ganas de vomitar resurgen, inhalo profundamente para evitar que la arcada que tuve hace unos minutos se repita. Sería muy vergonzoso vomitar el auto de Omer. Ni siquiera le pregunté a dónde nos dirigimos, me percato que sus ojos no dejan de mirarme. Quizás si lo hubiera conocido en otras circunstancias y condiciones me habría permitido aceptar una segunda invitación, sin embargo, Arthur Johnson me rompió muchísimo más esta noche. El automóvil se detuvo delante de una enorme casa, más bien una mansión. La fachada es espectacular, ¿hay algo en la vida de este hombre que no sea ridículamente ostentoso o lujoso? Me encojo de hombros, tampoco es como si yo ahorrara mucho en mis comodidades. Omer abre la puerta del auto para mí, sostengo su mano, por unos minutos su cuerpo y el mío están más cerca de lo necesario. El trigueño sonríe de lado, yo en cambio, me alejo como si su tacto quemara.

—Es bonita. —Camino de un lugar a otro, los cuadros, los muebles, el color de las paredes, absolutamente toda la decoración es... —Tienes muy buen gusto. _Agrego y él sonríe de lado. ¿Cómo alguien puede lucir tan guapo haciendo algo tan simple? Me golpeó mentalmente por hacerme tal pregunta. Hasta hace unos minutos estaba llorando porque mi ex me dijo en la cara que jamás sintió nada por mí. Supongo que lo que realmente me afectó es el dolor de mi orgullo herido. Mi historia con Arthur, si es que se le puede llamar así, fue demasiado intensa. Lágrimas, dolor, decepciones, abrazos, caricias, sueños rotos. Un sin fin de emociones de las que ya había hablado antes.

—Lo sé, de no tenerlos, no estarías aquí. _Inquiere y enarco una ceja. Lo observo con diversión y malicia. El malestar desapareció por arte de magia. El vestido que llevo puesto es algo incómodo y Omer me presta una de sus enormes camisas. La situación vista desde otro ángulo, que no sea el nuestro, puede ser malinterpretada. El reflejo de la luna en la piscina me relaja. Muevo mis pies en el agua y sonrío como niña pequeña. ¿Qué tan malo puede ser escapar un día de la realidad? ¿Qué tan malo es darse cuenta de que no puedes escapar de la verdad que te golpea el rostro? Suspiro con pesadez, Omer Rinaldy vuelve a ser el causante de que sonría una vez más al caminar en mi dirección con dos copas de vino y una botella en las manos.

Emily... [Libro #2] [Saga bebé] +18✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora