Algunos días atrás;
Charles;
Los días pasan con una lentitud extrema, camino de un lado a otro; mis manos están llenas de pintura. La imagen que veo reflejada en el lienzo es de mi agrado. Todavía recuerdo las facciones de su rostro a la perfección, en algunas ocasiones puedo imaginar la suavidad de su piel, el brillo único e inigualable de sus ojos azules. La mirada inocente que provoca que alguien como yo, un adicto al caos y al daño, quiera corromper cada parte de su alma. Creo haberlo logrado, la pérdida de esos estorbos que se hacían llamar bebés ha afectado drásticamente su personalidad. La he estado observando desde las sombras, viendo cómo actúa, camina, habla, sonríe, me molesta admitir que soy el culpable de que ya no sonría como antes; sin embargo, es un mal necesario. Intenté engañarme a mí mismo por mucho tiempo, al asegurar que ella podría amarme siendo un ser puro y libre de alguna mancha de sangre.
La puerta de mi estudio se abre, ocasionando que detenga los hábiles y perfectos movimientos del pincel sobre el lienzo. La imagen de la mujer que se ha convertido en la madre de mi primogénito, no es nada desagradable a la vista. Observo al pequeño que sostiene en brazos, apenas ayer cumplió tres meses de nacido. Sus ojos son iguales a los míos y transmiten dulzura, pureza e inocencia. Es una pena que no vivirá mucho en ese mundo ficticio que los padres inventan para que sus hijos sean felices, al menos en la etapa de la niñez. Coloco mi mano en su mejilla y Olivia me observa con ilusión, retiro mi mano con la misma rapidez con la que la había colocado.
—¿Qué haces aquí?—Su expresión dulce cambia radicalmente y aferra al pequeño ser que engendré con fuerza. En algún momento pensé que no la volvería a ver más, su parto no fue nada fácil e incluso ambos estuvieron en peligro de muerte. No estuve presente en ningún momento de su embarazo, no me interesa realmente lo que trajo al mundo. —Te hice una pregunta, Olivia, creo que aún conserves neuronas o el esfuerzo por parir algo que no quiero, en un intento frustrado de llamar mi atención y despertar algo en mí que jamás podrás conseguir; ni siquiera puedes hacer algo tan simple, como es el hecho de conseguir que signifiques algo más que un consuelo para cuando la mujer que deseo realmente, no está. _musito, devolviéndole toda la atención a la pintura que pienso obsequiarle a la mujer que en verdad merece mi atención.
—Estúpidamente pensé que te alegrarías al ver al pequeño Charles. —Una vez más, detengo mis acciones por las estupideces de la mujer que me incomoda cada vez que se le da la gana. El día menos pensado todo lo que logra despertar se apagará y acabaré con su patética existencia. —No me mires así, aunque lo nigues, sé que solo tienes miedo de que te importe alguien más que Emily Walton. _masculla, el enano comienza a llorar y ella se sienta en uno de mis sillones, baja un poco su blusa; dándole mayor acceso a su hijo para que coma.
Es una imagen algo atrayente, me gustaría imortalizarla. Aunque sé que ese inocente ser que ahora lleva en sus brazos no será precisamente la personificación de la inocencia cuando crezca, ¿qué puedo decir? Su madre y yo, somos todo lo contrario a todo lo bueno que pueda existir en este mundo. Arrugo el entrecejo, él succiona el pezón de Olivia con fuerza; meneo la cabeza.
—Él está jugando bien sus cartas, —suspira con resignación al saber lo que va a ocurrir si su hermano mayor sigue arruinando mis planes con sus estupideces. Ya está muy gastado, como para tener que repetir lo pésimo que es el tío de mi primogénito a la hora de acatar órdenes. — Es inteligente y te conoce lo suficiente para anticipar tus movimientos. No quiero formar parte de nada de esto, Charles, ustedes son dos hombres muy importantes para mí; él es mi hermano, y tú el hombre que amo y padre de mi bebé. _Inquiere, ella mejor que nadie nos conoce a ambos y sabe que esto solo puede terminar de una forma: con uno de los dos muertos, o ambos muertos. He de agregar que no pienso morir a manos de alguien tan patético e inferior.
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Emily... [Libro #2] [Saga bebé] +18✔
Teen FictionEmily es una joven neoyorkina llena de sueños y altas espectativas de vida. A sus veintidós años ha logrado abrir demasiadas puertas con su belleza y carisma, es reconocida en todo el mundo del modelaje por su porte y elegancia. Las agencias se pele...