Capítulo XIII: Error fatal✔

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Maratón 3/5.

Emily Walton ;

Los minutos pasan con extrema lentitud, ¿por qué no responde nada? Mi mente me mostró muchísimos escenarios de sus posibles reacciones, pero en ninguna se quedaba parado frente a mí, mirándome con frialdad y desprecio. No negaré que el miedo empezó a recorrerme todo el cuerpo. Muevo las manos sobre mi regazo frenéticamente. Omer retira una enorme pintura de la pared, dejándome ver una caja fuerte. Me resulta bastante familiar el cuadro, a pesar de estar casi segura de que no estaba ahí la primera vez que visité esta casa. Solo espero que no resulte ser un cabrón, suficiente tuve ya con Arthur. Una enorme cantidad de billetes en la mano del trigueño provoca que frunza el ceño. ¿Qué pretende hacer con eso? Me los extiende y frunzo el ceño. El hace una mueca de disgusto, ¿dónde está el Omer que me observaba con fascinación? Quisiera que se manifestara ahora, el que veo frente a mí es una persona desconocida que no me agrada en lo más mínimo.

—Supongo que no querrás arruinar tu carrera por causa de una cosa que ninguno de los dos deseamos. No veo ningún inconveniente en que resuelvas ese problema hoy mismo. —Volteo mi rostro, decepción, ira y una enormes ganas de voltear su mejilla con mi mano. Es la segunda persona que se refiere a mi bebé por una cosa. ¿Cómo serían las cosas si fuese él el que lo tuviera dentro? —Fui claro contigo, Emily, no pienso dejar a Karla para responsabilizarme de un estorbo que nunca quise que existiera. _Masculla, otra vez la sensibilidad que detesto sentir en estos momentos. Recibo el dinero para después lanzarle a la cara los billetes.

—Si hubiera querido perder a mi bebé, ya lo habría hecho, y tú, permanecerías en la ignorancia respecto a ese tema. Me decepcionaste, Omer, nunca esperé que dejarás a Karla, ni mucho menos que te casaras conmigo. Entre tú y yo solo existió un buen sexo que tuvo por resultado a un ser que no tiene la culpa de nada. Entiendo que no quieras tener nada que ver con mi embarazo y respetaré tu decisión. —Frunce el ceño, su pecho sube y baja. Tiene las manos apretadas en puños, ¿qué pensaba él? Supongo que tenía una mala imagen de mí en su cabeza. Solamente las personas que me conocen saben que yo sería incapaz de abortar. —No tienes que preocuparte, jamás te causaré problemas. Te pido que no vuelvas a buscarme, ni mucho menos me dirijas las palabra. Hoy es el último día que tú y yo tuvimos algo en común. _Aclaro, él aprieta la mandíbula, salgo de su casa los más rápido que mis piernas me permiten.

Subo al auto, Ethan me observa por unos minutos antes de salir de la propiedad del padre de mi bebé. Llevo mi mano a mi aun plano abdomen y suspiro. ¿Estaré sola? Al menos tengo a Lia, me aterra muchísimo pasar por esta etapa tan importante en la vida de una mujer completamente sola. Ethan tiene una habilidad increíble para saber lo que necesito en momentos como este. El departamento de mi mejor amiga queda visible ante mis ojos. Me bajo del auto, a pesar de que el suelo se mueve bajo mis pies. Toco la puerta, contengo las ganas de llorar. Me han dolido las palabras de Omer y la frialdad que utilizó para decirme cada una de ellas. ¿No le importa no estar presente en la vida de un bebé que lleva su sangre? La opinión que tenía de él cayó ante mí de manera estrepitosa. Mi mejor amiga abre la puerta, me lanzo a sus brazos y ella me rodea con ellos sin pensarlo mucho. Las lágrimas llenan mi rostro, y los sollozos no me permiten respirar adecuadamente.

—Cariño, ¿qué te pasó? Háblame, Emily. —La voz de mi tía ocasiona que me separara de Lia con la misma rapidez con la que corrí a sus brazos. ¿Qué hace ella aquí? Me siento mal, muy mal. Me sugestioné mucho gracias a Omer. —Princesa, ven con mamá. _Musita, abre sus brazos para recibirme como tantas veces lo hizo en el pasado, para ser más exactos, en mi niñez. Aunque sigo molesta con ella, sus brazos me hacen sentir segura. Aprieto su cuerpo, soy consciente de que estoy temblando.

Emily... [Libro #2] [Saga bebé] +18✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora