Actualidad;
Emily;
Marco una vez más el número de Omer, y como las veces anterior me envía directo a buzón. Gruño por lo bajo y lanzo el móvil a la cama. Lia me observa con confusión al ver mi actitud, suspiro con resignación, tratando de mantener la calma, sin embargo, me resulta imposible. ¿Por qué no me escucha al menos cinco minutos?
—¿Todavía no te contesta? —La fulmino con la mirada, hoy mi humor no es el mejor y mi paciencia tampoco. ¿Quién se cree que es? No tengo que estar explotando su teléfono con mensajes, ni nada por el estilo. Masajeo mis sienes y me siento en la esquina de mi cama. Los desmayos han continuado y según mi doctor mi presión arterial está muy baja y... En fin, debo evitar el estrés y todo tipo de alteraciones. ¡Genial! ¿Cómo puedo evitar el estrés si mi amigo de la infancia es un psicópata que está obsesionado conmigo y el padre de mis hijos es un maldito orgulloso que prefiere pensar lo que no es antes que escucharme? —Emily, no puedes seguir así, llevas tres días llorando como una niña caprichosa. Te quejas de que Rinaldy es orgulloso y tú eres peor. _agrega, sentándose a mi lado. Admito que he llorado muchísimo, culpo a las hormonas por ello, porque como le aseguré a Ethan, siento muchísimas cosas por Omer; pero no puedo asegurar que estoy enamorada de él.
—¡No soy ninguna niña caprichosa! —Me levanto súbitamente y me sujeto de la cama cuando un fuerte mareo provoca que me tambalee. ¡Magnífico! Su padre me ignora y ellos hacen acto de presencia. Bufo por lo bajo, quiero llorar otra vez y no me gusta hacerlo. —Es que, necesito un abrazo de Omer. Por su culpa estoy hormonal y caprichosa. _inquiero y Lia comienza a reír. Puede que tenga razón y me esté comportando como una adolescente cuando su novio no le hace caso, sin embargo, necesito estar bien con él.
—Es suficiente. —Limpio las lágrimas que bajan por mis mejillas y me incorporo con lentitud. —Voy a ir a su oficina. _aseguro y Lia palidece. Aunque no es del conocimiento de muchas personas que estoy embarazada de Omer, la prensa comenzaría a hablar y a sacar conclusiones no tan erróneas si llegaran a enterarse de mi visita. ¿Saben cuánto me importa eso en estos momentos? Exacto, no me interesa.
Camino hasta mi armario y saco lo primero que veo. Me coloco un calzado para nada alto, y salgo de mi habitación sin detenerme por los gritos de advertencia de Lia. Ella lucha por convencerme de que es una locura ir a las empresas Rinaldy, sin embargo, por primera vez en mi vida, decido ignorar a mi mejor amiga. Una mejor amiga que me confundió muchísimo después de contarle el motivo por el cual Omer está enfadado.
—Lo entiendo, Emily, él está esperando por una respuesta y siendo muy amoroso contigo y tú en respuesta te besas con el guardaespaldas que te niegas a despedir, aún cuando te confesó que está enamorado de ti...
Y mantengo mi decisión, no voy a despedir a Ethan. Siento que nadie puede protegerme mejor que él de los intentos de Charles por lastimarme y hasta que no tenga a mis bebés, no puedo exponerme. Obviamente, me voy con otro de mis guardaespaldas. Lo disntigo en la lejanía con el ceño fruncido y los puños apretados. Así como Omer me ha estado ignorando, yo lo he ignorado magistralmente los últimos tres días. Sus palabras son un eco en mi mente y no puedo sopesar que Lia no esté tan alejada de la realidad.
—Es más que evidente que no eres tan indiferente a lo que siente Ethan por ti.
Estoy muy segura de lo que siento y todos y cada uno de los poros de mi piel me gritan un solo nombre; razón por la cual, subo a mi auto sin mirar atrás. Omer Rinaldy es el padre de mis hijos y el único hombre que me ha hecho experimentar tantos sentimientos y pasiones bajas en el mismo momento que roza sus dedos con mi piel. La última vez que estuvimos juntos lo sentí distante, distraído y algo cortante. Meneo la cabeza y observo por la ventana los edificios. Mi teléfono celular vibra y arrugo el entrecejo, ya que no tengo registrado el número.
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Emily... [Libro #2] [Saga bebé] +18✔
Teen FictionEmily es una joven neoyorkina llena de sueños y altas espectativas de vida. A sus veintidós años ha logrado abrir demasiadas puertas con su belleza y carisma, es reconocida en todo el mundo del modelaje por su porte y elegancia. Las agencias se pele...