Capítulo XXX: Verdades que lastiman.

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[Editado]✔

[Maratón 4/5]

Dos horas antes de la gala benéfica;

Charles;

Juro que intento contener la poca paciencia que ya me queda, pero el imbécil de Ethan Manson ha sobrepasado los límites. Lanzo una silla contra la pared, logrando que la aberración con cuerdas vocales comience a chillar como si su vida dependiera de ello. ¿Por qué nada sale como deseo? Hace un año tenía todo bajo control, si obviamos el embarazo de Emily; sin embargo, las cámaras que mandé a instalar en su casa hace varios meses, me permiten ver todo lo que hace, dice, come, e incluso lo mucho que disfrutó besar al maldito dolor de cabeza de Ethan Manson, juro que lo voy a hacer pedazos y esta vez no podrá cubrir las cicatrices de las heridas que le infrinja con tatuajes de mal gusto. Tengo que hacer algo, debo alejar a Emily de ese maldito fracaso de ser humano. Otra silla sufre las consecuencias de mi ira, de no ser porque no quiero fracturarme las manos antes del evento de hoy, estaría destrozándome los puños y huesos en la pared; un mal de familia el querer liberar el estrés con golpes.

—¡¿Se puede saber qué demonios te ocurre ahora?! ¡Despertaste al bebé! —espeta Olivia y la observo con desdén, ira y a pesar de estar ardiendo en cólera no pienso determinarla, ya que cuando me encuentro en este estado soy capaz de cosas impensables que una vez en mis cabales me desagrada haber cometido.

Camino de un lado otra ideando un plan que no arruine lo que tenía pensando hacer hoy, sonrío de medio lado ante la maravillosa idea que se me ocurre, comprobándome que soy único y maravilloso; y es algo que Emily va a reconocer cuando le revele mi identidad. Toleré que estuviera con Omer, pero Ethan es otra cosa muy diferente. Prefiero verla muerta que en brazos de es patético miserable que cree que le permitiré quedarse con lo que es mío. Olivia me observa de brazos cruzados y la expresión de su rostro denota preocupación y no es para menos. Ella sabe que cuando pierdo los estribos, nada bueno se aproxima y siendo completamente honesto; jamás la palabra bueno y Charles estarán en la misma oración. Traqueo mi cuello y me coloco el traje correcto para esta noche, ¿qué vestido utilizará hoy? Espero que sea rojo, y no hay nada que me excite más que verla cubierta por ese color tan magnífico que representa el líquido que corre por nuestras venas.

Me subo a mi auto y en menos de lo esperado y después de realizar las tareas necesarias para que todo ocurra según lo planeado, entro a la gala sin levantar sospechas. Tanto Ethan como Omer son realmente inteligentes, el primero, quiere alejar a la mujer que tan desesperadamente quiere adquirir de mí y el otro, solo intenta recuperar lo que ya tiene perdido. Aprieto las manos en puños y tomo asiento en primera fila; levanto mi copa en dirección a Amanda Walton, ella palidece apenas me ve y no es para menos, tanto Emily como ella serán las protagonistas esta noche.
La primera parte de la noche me resulta realmente aburrida, ¿a quién le interesa en verdad una enorme cantidad de huérfanos? Por Dios, aquí todos son unos hipócritas que solo vienen a realizar donaciones exorbitantes de dinero para que los demás vean la enorme cantidad de dinero que hay en sus cuentas. Ni siquiera el propio fundador de la función tenía moral para llamarse a sí mismo un hombre justo y de principios, de ser así, la vida de algunos de los presentes sería muy diferente. Caminamos hasta el lugar dispuesto para el desfile, Omer Rinaldy está sentado a mi lado sin tener la menor idea de quién soy. Distingo a Ethan Manson manejar a los guardaespaldas que se encuentran presentes alrededor de la estancia.

—Ya hice lo que me pediste, guapo. —susurra Cruella, para después desaparecer entre la multitud, ¿cuánto tardará la droga en hacer efecto? Calculo que en una media hora. Espero pacientemente en mi asiento, la copa de champán que sostengo y a la cual le doy un sorbo de vez en cuando me relaja y me ayuda a ser más paciente. La primera en salir a la pasarela es la actual esposa y dolor de cabeza de Rinaldy. Karla Johnson luce un vestido gris ceñido al cuerpo que resalta todas las curvas de su cuerpo, se mueve, camina y sonríe con experiencia; es una lástima que será completamente opacada por Emily, puesto que ninguna mujer en el mundo es más hermosa, elegante, inteligente y talentosa que mi princesa de rizos rubios y ojos azules. Como si quisiera reforzar lo que dije, camina con elegancia, mostrando de dónde viene sin ser de su conocimiento. Sonríe con auténtica felicidad y detesto no ser el causante de esa sonrisa. No logro ocultar la molestia que siento al ver a quien van dirigidas sus miradas. ¿Cómo puede gustarle alguien tan similar al doctor Frankenstein? Lo digo por la exagerada cantidad de cicatrices que tiene en el cuerpo.

Emily... [Libro #2] [Saga bebé] +18✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora