Capítulo XXXVII: Verdades sobre la mesa.

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Emily;

Abrí los ojos hace horas, y me he mantenido abrazando mis piernas desde el momento exacto en el que recuperé la consciencia y fui capaz de comprender de que nada de lo que había visto y vivido en los últimos instantes antes de desmayarme, eran parte de una horrible pesadilla, sino mi cruel y dura realidad. Me costaba comprender tantas cosas y sabía que la única manera de lograr entender siquiera la tercera parte de este juego en el que estoy involucrada, es preguntándole directamente a los autores intelectuales de esta locura.

Así que, me levanto del rincón que hay entre el tocador y la pared. Observo en el espejo y mi imagen es espantosa, las ojeras están bajo mis ojos como el recordatorio de que no dormí muy bien y que jamás volveré a hacerlo, mis ojos están hinchados y enrojecidos; aun así, no se cansan de expulsar lágrimas. ¿Llorar va a resolver algo? Niego como respuesta a mi propia pregunta. Limpio las lágrimas con el dorso de mi mano. Distingo una muda de ropa en la esquina de la cama y decido cambiarme, no antes de tomar un baño de agua helada en el baño de la habitación.

¿Quién se toma el tiempo de ducharse en una situación así? Pues yo, Emily Alejandra Walton Walker, hija de Amanda Walton y Draco Manson, y supuestamente hermana de esos dos hombres que se atrevieron a jugar conmigo y con mis sentimientos. Al menos no compartimos la misma sangre, eso incrementaría por mucho la perversión y repugnancia de ese juego que ambos tienen. Salgo de la habitación, mi estómago exige comida; pero lo ignoro, ya que ahora mismo, solo deseo escuchar respuestas.

Tanto Charles como Ethan están sentados en la mesa, donde anteriormente había comenzado mi riña con el farsante más grande que he conocido, y que puedo asegurar, voy a conocer. Tanto los ojos verdes de Ethan, como los ojos hipnóticos de Charles me reparan con curiosidad y atención. Me siento lo suficientemente cerca de ellos para que puedan escucharme y yo escucharlos; pero no tanto como para que pudieran tocarme con el simple acto de estirar la mano.

—Debes tener muchas dudas y tranquila, pensamos responder todas y cada una de tus inquietudes. —me hace saber Charles, asiento con una sonrisa irónica plasmada en mi rostro, es lo menos que pueden hacer. Ethan no me mira y no entiendo la razón, después de todo, solo fui un juego para él, ¿no pudieron ir a divertirse a un boliche o incluso a una discoteca?

—No esperaba menos, lo primero que quiero sabes es: ¿En qué momento cambiaste de identidad con Omer? Y más importante que eso, ¿cómo es que ustedes dos tienen el mismo rostro? —expulso las primeras dos preguntas, intentando que mi voz no salga rota o dolida. Charles suelta un largo suspiro y Ethan rueda los ojos, es como si lo fastidiara mucho esta situación y eso me enoja más de lo que ya estoy. ¡Vaya! Pensé que era imposible, pero siempre termino sorprendida; cuando pienso que ya nada puede ser peor, ellos me demuestran lo equivocada que estoy.

—Te dije que tú fuiste la segunda persona en mostrarme amor. Mi madre estaba casada con Omar Rinaldy, eran pobres y vivían en una miseria terrible; súmale a eso que el infeliz era un maldito golpeador de mujeres. Si hubieras visto como lloró suplicando por su patética existencia. —ríe ante el recuerdo. ¿Él asesinó a su propio padre? —En fin, mi madre tuvo gemelos de ese ser inferior, Omer Rinaldy y yo. —confiesa lo que ya suponía. Es demasiado el parecido que ambos tienen. Lo escucho con antención, cada palabra que sale de su boca es sumamente impactante, por así decirlo.

—Mamá se cansó de sus desplantes, y de la forma en que me trataba, por la simple razón de que yo era diferente a su perfecto hijo Omer. Claro que la madre de este sujeto no se queda atrás. Apenas nos vimos cara a cara supo que yo no era su nieto, al menos no el que había criado a base de mentiras, así que, también la maté. Por esa razón tardé tres días en buscarte, después de ser liberado. —mira con reproche a Ethan, ¿acaso que él fuera encarcelado por la muerte de Amanda no era parte del plan? —Nos fuimos a Polonia, los dos, porque Omar solo la dejó llevarme a mí. Ahí ella murió y fui a una casa de acogida, te conocí en una de mis múltiples escapadas al exterior y desde ese momento supe que serías un antes y un después en mi vida. —continúa contando a detalle su historia. A pesar de mis esfuerzos, no he logrado recordar nada, me pregunto si él podrá saber la razón de mi pérdida de memoria; sin embargo, no lo interrumpo.

Emily... [Libro #2] [Saga bebé] +18✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora