Capítulo XXXI: Escape.

366 38 6
                                    

[Editado]✔

[Maratón 5/5]

Ethan;

Idiota, estúpido e imbécil, ¿con cuántos adjetivos más puedo caracterizarme la noche de hoy? He de asegurar que hay miles, pero me temo que caracterizarme a mí mismo no es mi prioridad en este momento. Masajeo mis sienes en busca de claridad mental, ¿cómo puede permitir que se la llevara delante de mis narices? Estoy manejando en dirección a la estación de policía, y aunque sé que es una completa pérdida de tiempo, no tengo otra opción en estos momentos. Aprieto el volante con fuerza, acelerado en el proceso. Si algo le llega a suceder a Emily por mi causa, creo que perdería la razón, y no, no hay exageración alguna en mis palabras. Esa mujer me importa y al no saber si aún continúa respirando, siento miles de emociones que jamás había experimentado; ¿la principal? Miedo, un profundo y exasperante miedo que me impide concentrarme como es necesario.

La razón principal por la que nos prohíben tener algún tipo de relación con la persona asignada a cuidar es precisamente esta, de no tener ningún sentimiento hacia Emily, poseería mayor claridad y frialdad para resolver este asunto. Mi teléfono suena con insistencia, estiro la mano y bufo por lo bajo al ver que se trata de un número desconocido.

Hola, incompetente. —es lo primero que escucho, no encuentro palabras exactas para expresar la ira e impotencia que siento en estos momentos. Juro que algún día voy a golpearlo tanto que ni siquiera le servirán las cirugías faciales, eso en el mejor de los casos; ya que dudo que, de tener esa posibilidad, no podría dejarlo con vida. Es tanto el desprecio y odio que siento por él que cualquier ápice de piedad que tengo en mi interior se extingue por completo.

¡¿Qué hiciste con Emily, maldito bastardo?! ¡Juro que cuando te encuentre te haré pedazos! —vocifero, lo segundo que escucho de su parte es una sonora carcajada. Es más que obvio que su objetivo era sacarme de las casillas. ¡Genial! Le estoy dando el gusto a ese psicópata de pacotilla de sacarme de mis casillas.

Tranquila, fiera, te he llamado para decirte el paradero de MI princesa, porque que te quede claro que es mía. No te encariñes mucho, el día menos pensado te deja, ya sabes, a ti todo el mundo te deja. ¿Acaso no fue eso lo que hizo tu amada Elizabeth? —escupe, destilando veneno en cada palabra. ¿Cómo es de su conocimiento mi historia con Elizabeth? ¿Por qué me sorprendo? Era más que obvio que él iba a investigarme, a estas alturas debe saber hasta mi número de zapatos; lo cual crea una desventaja abismal entre ambos. Busco paciencia y la frialdad que necesito para lidiar con Charles.

¡Habla! —exijo y una vez más, su carcajada es lo único que escucho. Jamás había odiado tanto la risa de alguien, y vuelvo y repito, no hay nada en este mundo que me dará mayor placer que borrarlo de nuestras vidas.

Está en un galpón abandonado a veinte cuadras del lugar del evento, yo que tú me doy prisa, no vaya a ser que la policía la encuentre con las manos en la masa.

Cuelgo el teléfono y acelero en dirección hacia el maldito galpón abandonado. No dejo que el miedo me domine, dudo mucho que Charles pueda asesinarla en esta etapa de su juego. Llego en menos de quince minutos al lugar, mucha es mi sorpresa cuando distingo el auto de Omer Rinaldy estacionado afuera. ¿Cómo llegó él aquí? ¿Será posible que Charles lo haya llamado primero? La respuesta está muy clara para mí, tanto Omer como yo somos una piedra en su zapato y bueno... Rinaldy y Emily están enamorados. Sé que ella dijo que a pesar de no saber que era, siente algo por mí. Espero que eso no cambie después de hoy, sería algo extremadamente doloroso y muy a mi pesar tendría que cuidarla desde la distancia. ¿Quién lo hubiera imaginado? Tan seguro de mí mismo que aparento ser y no puedo lidiar con la inseguridad que me causa Emily Walton y el miedo asfixiante de perderla. Me niego a que me ocurra eso una vez más. Entro al sitio con una pistola en la mano, ya que no sé a qué me estoy enfrentando. Espero que Rinaldy trajera a algunos de sus hombres por si Charles tiene planeado eliminarnos. Conozco bastante bien su perfil, es un obseso de la limpieza, tiene la tonta fantasía de que, si está siempre pulcro, las personas no verán el repugnante ser humano que es; razón por la cual dudo que se manche las manos con nosotros. Es tanta su arrogancia que nos considera seres inferiores e insignificantes que no merecen ser asesinado por alguien tan grandioso como él, en pocas palabras, su autoestima revesa la capa de ozono.

Emily... [Libro #2] [Saga bebé] +18✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora