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ESTA HISTORIA SE ESTÁ EDITÁNDOSE, AVISO POR SI CAMBIA LA ESCRITURA EN LOS CAPÍTULOS SIGUIENTES

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Ya había llegado al lugar de encuentro. Era bastante apartado de cualquier lugar turístico o concurrido, pero por muy mala espina que me diera ya había aceptado el trabajo.

Procedi a bajarme del auto y dirijirme a la entrada.

No era una gran estancia, era simple, cuatro paredes, un techo y una lijera luz. Solo para que los jefes acuerden el lugar.

Respire hondo y toque.

-Permiso...Soy la arquitecta.

Tardo bastante en abrirme, pero el señor Bakker me abrió y con un gesto de su mano me indicó que pasará.

--Buenos días, ¿como estuvo el viaje?

--Yo diría que estuvo bien.

La puerta a mi espalda se cerró, y la estancia quedo oscura salvo por la tuene luz que atravesaba una ventana.

Algo que me preocupo es no ver al señor Vladimir por ningúna parte...

--Señor Bekker disculpe, pero ¿donde se encuentra el señor
Vladimir?

--El...bueno. Esta ocupado, pero no se procupe el vendrá pronto. Por el inconveniente le invito a sentarse, ¿quiere algo para tomar pequeña señorita?

Como odiaba esa voz, pero sería una coincidencia que me llamara por la misma maldita palabra o lo estaba imaginando.

--No señor, solo estoy aquí por mi trabajo, pero si tengo algo para decir es que debe de haber un animal o algo podrido serca.

"O apesta esa cosa o es él."

Lo miré, aunque llevaba una camisa negra de seda que le quedaba bastante bien. Se intentaba limpiar las manos en ella.

"Me tiró por la segunda"

Vi en su cara como abría los ojos, aunque por la oscuridad no lo pude leer.
El olor que abundaba en la casa era repugnante.

--No se preocupe, iré a resolverlo, tenga paciencia.

Luego se retiró a quien sabe dónde.

Paciencia es algo que no tengo, y menos en este momento.
Se que venir sola a algún lugar en medio de la nada con dos hombres que ni siquiera conozco y que aunque intente buscar información de ellos no lo encontré.

Igualmente nadie me iba a extrañar y si hablamos de Irver desde que lo traje a Rusia le saqué un seguro para que valla a un cuartel que es seguro que lo cuidaran.

Mire la hora en mi celular.

--Ya es tarde.

Salí a fuera para respirar un poco de aire fresco.
La brisa siempre me a calmado, si te dejas llevar y con escarbar un poco en la memoria, puedes ver a un niño jugando entre los pinos y árboles rosados.

--¿Señorita? ¿Que hace quí afuera? hace mucho frío para usted.

--Le agradezco si llamara al chofer. Al no venir su socio temo que la hora de espera término, tengo más trabajos que hacer.

--Por que no entra, hablaremos nosotros de lo que allá que entablar.

--Pero, ¿y su socio?

--El no quisiera que usted lo esperara.

No quería hacerlo pero no me daba otra opción y entre.

--Por que no nos sentamos.

Lo ise y el igual.

--El clima esta hermoso este invierno ¿no lo cree?

--Tenía pensado ver y explorar el terreno, pero temo que ya no es posible. Por eso quiero que me diga si es un lugar de Oficina o una casa y si es familiar.

--No, es una casa para mi familia.

--Aja --Comensé a anotar la cosas en mi libreta

--En esta viviré yo...mi futura esposa y...dos... si, creo que dos niños.

--Parece que se va a casar. ¿Solo es una residencia? Nada especial.

--Si, me interesa una linda mujer.

Sono mi alarma.

--Bien ya término, agrradezco si llamará a su chofer.

--No es necesario, yo la llevo.

--No, estoy bien llame a su chofer, porfavor.

--Nop, yo la llevaré acompañarme.

No quería seguir discutiendo, entoces lo seguí.

Afuera el frío parecía aver aumentado, y ya estaba bastante oscuro.

Me llevo a la parte trasera de la casa, donde nos esperaba un gran todo terreno. Que debía admitirlo siempre quise uno de esos.

--¿Sorprendida?

--Solo nunca vi uno de serca.

Le sacó la manta que tenía por encima, decubriendo por completo ese capo rojizo.

--Suba.

Inale hondo y subi, no creo que me allá dando cuenta cuando empeso a moverse ni cuando estábamos ya en el camino.

Mis ojos permanecieron cerrados, aunque con mi vida quisiera abrirlos y mirar el paisaje desde este auto. No lo ise, no sabía el porque, pero aún así lo ise.

...

No sabía cuanto tiempo había pasado pero su voz me llamó.

--¿Pequeña señorita~ se durmió? , ¿quiere que la cargue hasta dentro?

"Que hijo de su madre"

--No, gracias, solo estaba descansando los ojos. Gracias por traerme. Espero que la próxima vez su socio este presente.

--¿Que solo quería verlo a el? --Note algo en su tono de voz, no sabía exactamente de que se trataba pero era entre desagrado y fastidio.

--No, solo quiero hablar con los dos que me contrataron y avanzar en mi trabajo.

Solo me baje y comencé a entrar al edificio.

--Hasta la próxima vez señor Bekker. --Me despedí sin voltearlo a ver.

...

Cuando entre al departamento, sentí algo extraño, no vino alguien de cuatro patas a saltarme en cima.

--¿Irver?

Busque en la cosina y ahí estaba el echado.
Me acerque a el, y le acaricie la cabeza.

--¿Que te pasa he? ¿Comiste algo que te iso mal?

Me pasee por la casa para ver si encontraba lo que abriera comido. Pero no lo encontré.

--Te sentirás mejor pronto, a hora a darme un baño.

Cuando entre a mi cuarto sentí algo extraño, estaba perfectamente como lo había dejado antes de irme, pero sentía como que algo no encajaba.

--Lo estaré imaginando.

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Otro cap, espero que les guste.

No lo quise poner pero todas las conversaciones que los personajes tienen entre sí son en el idioma natal de Rusia (el ruso). Menos lo que piensa habla sola la prota.

Sin más que decir.

Si no nos volvemos a leer, buenos días, buenas tardes y buenas noches.



Estúpido mafioso.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora