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Como dicen, antes de la tormenta la paz se anuncia para luego dar paso al desastre y la frustración.

Como era de esperarse, pronto se enteraron de que los hijos por fin regresaron a la casa familiar y tan pronto como les llego la noticia dieron sentencia de su llegada debería de ser para la hora de la cena.

El pelirrojo se dejo caer en el inmenso sofá, soltando un gran suspiro. Mientras que su compañero tomaba un largo sorbo de wiski releyendo el mensaje una y otra vez.

--No es tan malo, dile que estoy muerto y que me tiraste al rio-- hablo el pelinegro soltando el teléfono.

--Son tan avaros Alexey que vendrán solamente para meterme al rio para buscar tu inmundo cadáver.

Los dos hombres se quedaron en un profundo silencio, pensando todas las posibilidades que podrian pasar con el solo echo de pisar aquella casa. El silencio fue interrumpido por el quejido una mujer llamando al Escocés.

--Te toca-- dijo Vladimir arrebatándole el wiski de la mano y bebiéndolo de un solo trago.

--¡¿A mi?!, te llamo a vos vago de mierda -- exclamo el pelinegro.

--Es tu mujer, haste cargo.

--Yo no tengo nada que ver si te llama a vos, me golpeara si voy.

--Yo no la secuestre -- dijo el Escocés para escabullirse por la puerta contraria.

--Imbécil.

Aquel hombre se levanto con pesades, algo mareado por el alchol y abrió la puerta para encontrarse con la chica sentada en las escaleras. Levaba puesta un simple buso de Valdimir que le llegaba a tapar poco más que el muslo, estaba abrazando sus rodillas y su mirada estaba perdida en algun punto de la casa. El chico se aserco y sentó junto a ella en la escalera.

--¿Que pasa mi angel?, ¿porque llevas la ropa de Vladi envés de la mía? -- dijo para darle un lijero beso en la cabeza.

--Tu ropa es fea, Vladimir tiene mas gusto que vos-- dijo la chica con simpleza, levantandose de la escalera.

--Ignorando la apuñalada que me diste en el pecho, ¿para que lo llamabas?

--Le quería preguntar donde esta Irver-- dijo en un suspiro empezando a subir las escaleras devuelta a la habitacion.

Alexey se paro rapido y la siguio abrazandola pero sin cortar su paso.

--Mmm, bueno no esta aqui, como estaba gordo.

--No está gordo.

--Shh, eh como te decia-- dijo entrando al cuarto y sentarse en la cama.

--Lo mande con los otros canes para que lo eduquen y sirva para algo. Estará devuelta en un mes, no te preocupes estará mejor que nunca.

--Eso fue sin mi consentimiento-- dijo con algo de rabia la chica.

--De todos modos eres mi esposa y soy tu marido yo tambien soy dueño de ese perro.

--No estamos casados, no somos nada--hablo mientras seguia buscando algo entre los armarios.

--Como sea, te iba a mensionar que hoy tenemos una cena con la familia y te debes de comportar.

--No tengo ganas, ve solo.

--Y tu crees que yo tengo ganas-- dijo para señalarse a si mismo asiendo drama. Luego se paro y aserco a la chica.

--Lo menos que quiero es verle la cara a esos viejos depravados, pero tengo que hacerlo y como tu eres mi esposa-- dijo para agarrarla de la cintura y acercarla a el-- nesesito que mi ángel me proteja.

Estúpido mafioso.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora