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El bosque profundo a nuestros pies que parecía no terminar nunca, a la par de las aves que nos acompañaban en su vuelo; daban la sensación de que en cualquier momento se posarían sobre las alises del helicóptero y se desintegrarían para volver al bosque por el cual volaban.

El día paso casi volando, el viejo había desaparecido al igual que la familia del pelirrojo; Ale tras no poder contactarlos eligió irse lo más rápido posible de ese lugar.

Vladimir estaba más serio que de costumbre, su mirada era vacía y sin sentido con la vista perdida en la pantalla de su teléfono. Alexey no era la excepción, su mano aferrada a la mía y su cara apoyada en su mano sobrante mientras miraba a algún lugar, perdido completamente.

No tenia otra opción que volver a suspirar y seguir mirando todo lo que mi vista podría captar. Vladimir había dicho que nos mudaríamos otra vez, ninguno quería arriesgarse a la aparición de la familia nuevamente, o por lo menos hasta el momento no. Ni siquiera sabia en que lugar o o siquiera el país por el cual volábamos, podía suponer que la casa seria rodeadas de montañas ya que volábamos entre ellas. Supongo que estábamos entre los países nórdicos por esa pista, aunque no era tan buena en geografía como para fiarse de ello.

-- ¿Te gustan los caballos princesa? --preguntó el a mi oído, con un tono suave.

--Anduve en algunos cuando era una niña, me gustan bastante.

--Perfecto, hay muchos caballos lindos por aquí, podremos salir a cabalgar cuando baje la niebla-- dijo ya un poco mas .

Miré hacia abajo, al gran bosque, la niebla cubría por completo el suelo casi alcanzando las copas de los enormes pinos y adornando los pies de las colinas y montañas.

--¿Siempre esta así de visible la niebla?

--En el verano suele bajar un poco a las zonas más bajas durante el día, pero casi siempre suele haber estas vistas, pero no te preocupes, la vistas desde la mansión son preciosas y podrás salir a caminar por algunas praderas.-- ubo una pausa, me miro y me dio un ligero beso en la frente-- Siempre acompañada por supuesto.

Baje mi mirada otra vez al paisaje, el ambiente era algo frio y las cimas apenas visibles de las montañas cubiertas de nieve daban una gran impresión un poco más cercana a mi hogar.

Me palmee la mejilla, ya era hora de olvidarlo, era más que un recuerdo innecesario, era inútil, jamás volvería allí era hora de aceptarlo.

Lamentablemente.

...

Llegamos ya cuando la luna estaba en su pico más alto, Ale me palmeo el hombro para que despertará. Luego que recobre un poco la conciencia miré a lo que me señalaba Alexey me sorprendí al ver casi pareciera incrustada una mansión de madera oscura, alumbrada por la noche y sus luces, rodeada del creciente bosque y de esas inmensas piedras de la ladera.

Al descender, el frio de las montañas se sentía, a los pocos segundos el saco de Ale me envolvió cubriéndome del viento. Caminamos hasta la entrada para ir directamente a un lado de la enorme estufa en la sala, me tome tiempo para ver el lugar, las pareces además de ser adornadas y construidas de troncos, piedras y algún que otro toque de metal estaba llena de plantas, techos altos y pieles de animales. Era del estilo de una casa de cacería, pero adaptada a las personas de espeso dinero, con grandes ventanales que dejan ver todo el paisaje montañoso y el gran lago que descansaba a los pies de la ladera.

La mano de Ale me saco rápidamente el saco para volver a darme un ligero beso en la frente, ase ya tiempo que no lo había apartado, ¿de que iba a servir al fin y al cabo?

--¿Prefieres comer algo antes de dormir? ¿O quieres ir directamente a la cama señorita?-- dijo en su tono tranquila pero un poco burlón.

--El viaje me revolvió el estomago.

--Bien, vamos entonces.

Me alzó en sus brazos antes de poder reprochar y comenzó a llevarme a la segunda planta, directamente a la habitación, me sentó en la cama, me quito los tacones y luego empezó a cambiarse por algo más cómodo, mientras lo hacia me hablo.

--¿Te vas a bañar?, te esperare para dormir.

--Ahora lo único que quiero hacer es lavarme la cara y dormir.

--Perfecto entonces.

Ale me extendió un poco de ropa, la tomé y fui a hacer mi trabajo en el baño, al salir el estaba acostado, con sus lentes y un libro en manos. Me acerqué y empecé a taparme con las mantas dando un largo suspiro.

--Para lo que tardas en lavarte la cara yo me leí un capitulo entero-- dijo para sacarse los lentes y dejar su libro a un lado antes de arroparse y atraerme más cerca de el -- te vez muy hermosa con mi ropa, ¿lo sabias~?

Simplemente cerré los ojos y me voltio a su dirección, el simplemente me abrazo y me dio otro beso en la cabeza antes de empezar a acariciar mi espalda suavemente. De pronto empezó a cantar alguna canción eslava, su canto era lento, pausado, su voz grave y el sonido del bosque acompañando su canto me dio todo para relajarme y poder dormir.

Alexey había estado muy tranquilo desde hace tiempo.

--Buenas noches princesa..

...

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Estúpido mafioso.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora