Mi hermoso ángel

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Las nubes pintadas de tonos otoñales, volcándose como agua anunciando la llegada de la noche.

Tardamos ya bastante tiempo en llegar, solo mínimas cosas fueron trasladadas, era lo mejor después de todo, no quería volver a pisar aquel lugar. Estaba cansado, durante el largo viaje que me asegure de que no nos molestaran, apenas si pude pegar el ojo. Sentía nauseas en solo recordar la imagen de esa noche, pensé que ella podía ser capaz de hasta desgarrarme el cuello, pero no de hacerse tal cosa.

Trague lo poco que me quedaba de saliva, abrí mis ojos con pesadez y la atraje lo más cerca que podía sobre mi pecho. Mis ojos recorrieron sus muñecas, decoradas por las blancas vendas, verlas me daba una extraña sensación de incomodidad, las tome con cuidado y escondí bajo mi chaqueta. Cerré mis ojos con fuerza esperando  que me abrieran la puerta para bajar, poco tiempo la puerta se abrió dejando ver un paso cubierto de hojas otoñales, abrace a Alya y baje con cuidado de resguardarla lo mas posible del frio. Camine hacia la gran puerta principal y inmediatamente al entrar busque llevarla a la habitación, subí las largas escaleras de mármol y atravesé el gran pasillo de caoba, intente no mirar los cuadros colgados en las paredes, jurando con mi vida que me seguían.

--Princesa solo para que sepas, jure no volver a pisar esta casa en lo que me quedara de vida , ahora mi vida eres tu, así que no te atrevas a dejarme.

Entre a la ultima puerta, dando un pesado suspiro al ver otra vez aquella semejante cama, la recosté con cuidado, sacándole los zapatos me quede un momento mirándola con atención meditando todo lo pasado hasta el momento, si era razonable o no seguir con este capricho y si esta cosa era un capricho o no.

--Princesa,. Estoy perdiendo la cabeza.

Intente relajarme probando las respiraciones que Vladimir intento enseñarme alguna vez, estaba extrañamente asustado, pero el maldito echo de no saber de que exactamente me carcomía por dentro. Caí de rodillas a un lado de la cama, su mano entrelazada con la mía, odiaba ese sentimiento, odiaba cualquier sentimiento, simplemente me asían vulnerable lo detestaba, la detestaba a ella, detestaba a Vladimir por presentármela, me detestaba a mi mismo por encariñarme tanto. Las respiraciones ya no funcionaban, mi respiración se agitaba cada segundo y mi cara se hundió entre mis brazos, las lagrimas que no pudieron salir en aquellos momentos se estaban derramando ahora,.. Cada segundo me odiaba más, quería vomitar, parar de llorar, pero simplemente no podía.

Sus manos me rodearon, intente apartarme pero fue en vano, sinceramente no quería apararme, me hundí en su pecho y ella me abrazo más fuerte y yo a ella, las lagrimas no cesaron me sentía estúpido, asqueado por ser quien estaba llorando. Ella como si de un bebe se tratase se tiro de espalda a la cama, asiéndome quedar sobre su pecho, extrañamente llore mas fuerte, siquiera sabia por que exactamente lo estaba haciendo. Luego de un rato ese extraño abrazo se sintió mas cercano, sentía como si mi alma se hubiera refugiado entre sus brazos y se hubiera consolado por su bella alma. 

El latido de su corazón era como una melodía en sinfonía con el mío, me daba cierta calma que nunca había experimentado, cerré mis ojos aun empañados escuchándolo.

"¿Para que fui creado?, si yo no sé cómo sentir.."


...


Mi garganta seca, mi nariz tapada y la comezón en mis ojos, eso me despertó. Aun seguía entre sus brazos, tan delicados y tan frágiles como la mas fina porcelana. Me dolía la cabeza, me senté poco a poco, esperando que algo más me llenara, que ese vacío se llenara otra vez, que ese dolor en mi pecho se volviera a apagar como todas las mañanas y volviera a ser,.. yo. 

La sentí de nuevo tan cerca y tan lejos de mi, se recostó en mi hombro, tan tranquila como siempre, luego de un largo silencio, tan pacifico y tormentoso a la vez.

--Tenemos que hablar-- dijo con su voz tan, tan angelical para mi.

--No es necesario,.. no volverá a pasar.

--No me importa lo que pienses,. Simplemente quiero hablar, ¿eso es tan aterrador para ti?

El silencio volvió a inundar la habitación, mis ojos volvieron a empañarse y mis labios empezaron a temblar.

--Esta bien,. Luego hablaremos, pero lo aremos ¿si?--Dijo para empujar delicadamente mi cuello para que callera en su pecho.

Dure así un rato, ella me acariciaba el pelo, mientras supongo que miraba por la ventana.

--Estoy cansado-- dije aun aguantando las malditas lagrimas.

--Es normal,.. Yo también lo siento desde hace mucho, es como un vacío que te...

--¿Que cosa?--dije para enderezarme y mirarla a sus ojos esmeraldas.

Poso su mano en mi pelo y lo revolvió suavemente.

--No somos tan diferentes como pensé-- dijo dándome una ligera sonrisa.

No pude dejar de perderme en esos hermosos ojos que me miraban con atención, sentía una presión en mi pecho, me dolía, pero no podía dejar de mirarla, sus ojos no tenían color, era una extraña mezcla de miles de colores que con la ligera luz del sol reflejaban el bosque, mar y el cielo, como si de un ángel se trataba; eso era malditamente cierto.

No pude evitar besarla en ese momento, ella no se apartó, no me pegó o se asustó, como mi hermoso ángel cumplió un deseo que siquiera había pensado alguna vez y unió nuestras almas para empezar un nuevo camino.

Ella era mi ángel.

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"Detesto llorar, mi alma plasmada en un libro que alguna vez terminará, pero es algo que no podré cambiar, como mi alma será olvidada entre las letras y recuerdos atreves del tiempo.

Pero sé que como Alexey y Aly me siento, aunque aun no sepa bien de que lado este, ni con quien estaré.

Espero encontrar a mi ángel o al menos poder convertirme en uno para  alguien."


¿Que es lo que podría estar atormentando a Alexey?

¿Que es lo que siente y atormenta a Aly?

¿Sera lo mismo?

No podre decir que vendrá en un futuro, solo espero que los dos lleguen hasta el final.



Estúpido mafioso.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora